CAPÍTULO 1.

1 0 0
                                    

Agosto 15, 2020.

Arseni Volkov...

Ese es su nombre.

Luego de esa noche hace cinco años, me obsesioné. Y no descansé hasta descubrir quién era aquel hombre enigmático que me envolvió bajo su hechizo.

Arseni Volkov. El jodido Pakhan de la mafia rusa.

Esa sola información debió haberme hecho correr despavorida, adivinen qué, no lo hice.

Claro que intenté olvidarlo, pero cuando el sol se ocultaba y le daba paso a la luna, no había fuerza humana que sacara de mi mente ese recuerdo que se repetía vividamente una y otra vez.
Así que lo hice, empecé a frecuentar los mismos lugares que él un año después de tratar de luchar contra la atracción inhumana que sentía por el.
Al principio evitaba a toda costa los clubes donde había investigado que se movía la Bratva, y me conformaba con verlo salir del imponente edificio donde estaba su oficina todas las semanas a las siete treinta de la noche.
La inmobiliaria V&Asociados era su perfecta tapadera a lo que realmente era y hacía.

Verlo en su imponente traje desde las sombras me sirvió por unos meses, hasta que mi obsesión fue subiendo en escala y empecé a seguirlo. Sabía dónde estaba su mansión, que era muy bien resguardada por diez hombres armados hasta la coronilla en la gran verja que daba hacia el jardín delantero, pude vislumbrar a lo lejos también otros tres en la puerta principal y unos cuantos más vagando de aquí para allá.

—Debes parar ya— Cierro la tapa de mi laptop cuando la voz de mi amiga Lili me sobresalta, me giro en dirección a la puerta de mi habitación donde ella está de pie viéndome acusadoramente.

—No hacía nada— Digo poniéndome de pie.

—Sí, no hacías nada siguendole la pista a tu flamante criminal— Ruedo los ojos y me cruzo de brazos— En serio Annie, basta.

—Tu no lo entiendes Lil— Murmuro pasando mis manos por mi cara—¿Crees que no lo he intentado? ¡Es imposible!

—¡Harás que te maten! Esa gente está loca Annie.

—No pienso ir más allá Lil, me conformo con verlo desde las sombras.

—¿Y que pasa si eso ya no te vale? ¿Uhm? ¿Piensas meterte en la mafia como una de sus mujeres?— No digo nada— ¿Estás jodidamente considerándolo Anastasia? Estás irremediablemente mal.

Suspira exasperada y se da la vuelta. Trago en seco. No sería capaz, ¿O si?

♠♠♠

—Saldré está noche— Digo mientras tomo un poco de puré con mi tenedor y lo llevo a mi boca. Mi madre me mira sin mirarme realmente para luego encogerse de hombros, mi padre bueno, el ni siquiera me mira.

Realmente no sé por qué me esfuerzo en siquiera seguir informando a dónde voy, de seguro si me secuestraran y me vendieran a los árabes ellos no se darían cuenta.

No les importaba.

—Elizabeth cumple años mañana— Informa mamá mientras corta su filete mignon.

—Eso...

—No iré a su fiesta Katerina— Dice papá interrumpiendome. Trago duro.

—Harold nunca vas conmigo a ningún evento social— Mamá entorna los ojos hacia mi padre y aprieta el tenedor.

—Puedes decirle a uno de tus tantos amantes que te acompañe querida, de esos te sobran— Mi progenitor ni siquiera se inmuta cuando mamá chilla histérica y se va dejando su almuerzo a medio comer.

La obsesión de AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora