Periodo de Madurez - Capítulo X: Festival de Otoño

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La noche se cernía sobre las costas de Asahima, y la oscuridad proporcionaba un velo perfecto para que Tenzo se moviera sin ser detectado entre las sombras de los árboles. Había seguido las instrucciones de Kakashi y se había aventurado en busca de cualquier indicio de peligro mientras la brisa marina lo envolvía cuando se movía silenciosamente por la vegetación cercana.

No pasó mucho tiempo antes de que Tenzō detectara la presencia de un grupo de ninjas enemigos acampando cerca de la costa, un grupo demasiado grande. Se ocultó entre las sombras y observó con cautela. Eran shinobi de la Aldea de la Niebla, claramente en una misión sigilosa en tierras extranjeras.

Mientras tanto, en otro rincón oscuro de la costa, Yugao, la hábil kunoichi de la Aldea de la Hoja, había eliminado a un pequeño grupo de enemigos que se aventuraron demasiado cerca de su posición, parecían ser simples piratas, pero estaban bastante lejos del mar. Con una agilidad felina, los redujo al silencio antes de que pudieran alertar a sus compañeros.

Permanecieron agazapados y en silencio, escuchando atentamente las conversaciones de los ninjas de la Niebla, la humedad del lugar le calaba hasta los huesos, pero se mantuvieron escuchando atentamente, mientras otros miembros del equipo Ro intentaban robar algún pergamino o documento que revelara las intenciones de dichos intrusos.

Cualquier error podría resultar en un enfrentamiento que no estaban seguros de poder ganar, dada la superioridad numérica de los enemigos. Cada movimiento era calculado y medido, y se comunicaban sin decir una palabra.

Supieron de inmediato que había llegado la hora de retirarse a los alrededores de Asahima cuando un tercero se unió a ellos, el experto en recolectar información, había descubierto algo y no parecía ser bueno.

Kakashi había solicitado hablar con la gran sacerdotisa, razón por la que ahora se encontraba de pie frente a Rui y un somnoliento Naoto, el peligris mantenía su expresión serena oculta detrás de su típica máscara que cubría la mitad inferior de s...

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Kakashi había solicitado hablar con la gran sacerdotisa, razón por la que ahora se encontraba de pie frente a Rui y un somnoliento Naoto, el peligris mantenía su expresión serena oculta detrás de su típica máscara que cubría la mitad inferior de su rostro.

—Gran sacerdotisa Rui, lamento interrumpir su labor, pero he venido con información urgente —finalmente, decidió hablar y captar su atención de la forma más cortés que pudo, dejando en evidencia la distancia que ahora los separaba.

A Rui no le agradó para nada aquel tono, pero ella lo había orillado a eso al fin y al cabo. Había construido un enorme muro a su alrededor, no quería que nada volviera a lastimarla. Debía recordar que el peligris se volvería a ir, la dejaría nuevamente y quizás no lo volvería a ver nunca más. Era mejor no volverse a involucrar emocionalmente.

Como lo hizo con Rin.

Kakashi observó con seriedad a la gran sacerdotisa Rui mientras ella continuaba su labor con el papeleo, aparentemente sin prestarle mucha atención. La máscara blanca que ocultaba su rostro no permitía ver su condición, pero sus suspiros y la fatiga en su voz revelaban que estaba agotada por las responsabilidades que recaían sobre sus hombros.

Sol de Mediodía ◆  Kakashi Hatake x OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora