Siempre te amaré

No es tan fácil

La mañana llego más rápido de lo que hubiera deseado, sabía que aquel día no será el mejor de todos, aunque claro, debía admitir que, desde hacía muchísimo tiempo, los días habían dejado de ser lo "mejores", para pasar a ser los "peores". Pero ese día, justamente ese día...

"Click" se escuchó en la habitación y a través de sus parpados pudo notar una extraña luz, algo así como un flash. Poco a poco Bright abrió los ojos y pestañeo varias veces para poder acostumbrarse a la deslumbrante mañana, pero nuevamente, escucho aquel click seguido de la cegadora luz blanca.

— ¿Qué...? — apenas y pudo formular cuando escucho una suave risa.

— Te ves terrible, Bright.— le dijo la persona que se encontraba con él.

— Pero, también luces bastante sexy, me gusta la imagen mañanera.— Bright trago saliva y dirigió su mirada hacia un joven de cabello oscuro, piel canela y con una enorme sonrisa pegada en su rostro. No pasó desapercibida la cámara que aquel chico estaba sosteniendo con ambas manos.

— ¿ Una cámara? — fue lo primero que salió de su boca.

— Jaja, no te molesta ¿Verdad? — le dijo el joven.

— Te tome un par de fotos, pero no tienes que preocuparte, no se las enseñare a nadie, son más para mi colección personal.— le giño el ojo. Bright no sabía si salir corriendo de ahí, o darle un golpe al chico por haberle sacado fotografías sin su consentimiento.

— Creo que mejor deberías borrarlas.— intento entrar en razón con el joven del cual no recordaba su nombre.

"Mierda... ¿Cómo dijo que se llamaba?" pensó Bright mientras repasaba los acontecimientos en su cabeza, pero lo único que podía recordar, era haber repetido el nombre de Win en lugar de ocupar el real de aquel chico.

- Vale, está bien. No quiero tener problemas, además, te las tome sin tu consentimiento. Eso es algo ilegal.—

"Bueno, eso fue bastante fácil" pensó Bright mientras se revolvía entre las sábanas tratando de buscar su ropa, pero podía sentir perfectamente la mirada del joven sobre él.

— ¿Pasa algo? — le pregunto sonando nervioso.

— Nada.— fue lo único que respondió.

— Solo estaba pensando, que eres bastante interesante.— admitió el chico logrando que Bright diera un respingo.

— Ah, gracias, creo.—

— Jajaja, para ser adulto, eres muy tímido. Anoche parecías otra persona.—

— Si, bueno. Estaba algo tomado y...—

— ¿Deprimido? — Bright volteo a verlo topándose con su traviesa mirada.

— Tranquilo, no es como si en verdad importara, después de todo, dudo mucho que volvamos a vernos. Incluso, te perdonaré que no recuerdes mi nombre, porque créeme que te lo repetí varias veces anoche antes de que viniéramos a la habitación.— le sonrió y Bright se sintió terrible por la cruda verdad de las palabras del chico.

— Lo siento.— susurro, pero en respuesta, obtuvo otra risa por parte de aquel joven tan... inusual.

— Como dije, no importa ya. Lo único que me queda, es tomar mis cosas y desaparecer de tu vista. Porque eso se supone que debo hacer ¿no? Ya sabes, sexo de una noche, después desconocidos y cada quien continua con su vida.—

— Supongo.— respondió Bright mirándolo extrañado.

— Bien, entonces... Creo que solo tomare mis cosas.— dijo el chico para después tomar una chaqueta que se encontraba en el sofá, guardo su cámara y con una última sonrisa se despidió de Bright.

— Ah, por cierto. Fue el mejor sexo que he tenido en toda mi vida.— Bright abrió los ojos sorprendido y trato de fingir que no había escuchado eso.

— Agh, maldición. ¿Qué fue lo que hice? — se dijo así mismo.