13.

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Sana caminó a casa unos 20 minutos antes de que Jihyo la fuera a buscar, por lo que se puso su traje de baño junto a una camiseta blanca. Agarró una toalla de su armario, se puso bloqueador y esperó paciente por el mayor sentado en el sofá de su sala de estar.

El estar en sumo silencio y sola con los pensamientos en su cabeza, se puso a pensar como sería después que sus deseos se acabaran. Le quedaban exactamente 5, bueno 4, ahora que había gastado uno por ir a la piscina. ¿Jihyo seguiría siendo igual?, ¿O dejará en el pasado todo lo que ella y la menor pasaron durante la semana? Tenía miedo, porque ya se había acostumbrado a tal cercanía que ahora compartía con Jihyo.

El timbre sonó y rápidamente agarró sus cosas para después abrir la puerta y encontrarse con la que le sonreía.

──Vamos.──Le dijo y la menor asintió, saliendo y cerrando la puerta a sus espaldas. La mayor le agarró la mano cariñosamente mientras bajaban por el ascensor, pero al llegar hasta el auto soltaron su tacto.──¿Por qué deseabas ir a la piscina?──Sonrió mientras se ponía el cinturón de seguridad.

──El día está bonito, ¿No crees? Además tengo un poco de calor.──Abrió la ventana al decir lo último.──Y... Quiero pasar tiempo contigo, obviamente.──Susurró bajito mientras movía sus pies de adelante hacia atrás.──Quiero aprovechar estos momentos contigo.

──Linda.──Fue lo único que Jihyo dijo y aceleró el auto para salir del lugar, mientras Sana la miraba por unos segundos. ¿No se dio cuenta a lo que se refería? Necesitaba escuchar un "No me iré, Satang. Estaré contigo desde ahora para siempre." O eso era lo que le gustaría escuchar.

Durante el camino escucharon un par de canciones y se mantuvieron en un silencio cómodo. Hasta que Sana decidió volver a hablar cuando quedaban unos cuantos minutos para llegar.

──¿C-Como te fue en el trabajo?

──Bien. ¿Y a ti?

──Mmm...──Dudó, ya que no había trabajado y además se había enterado que ya no estaría junto a su amigo.──Tuve una reunión con mi jefe y decidió abrir otra cafetería en Busan, Por lo que Felix tendrá que ir a trabajar a allá.──Suspiró.──Ahora tendré que trabajar horario completo y junto a otro chico.

──¿En serio?──Respondió la mayor haciendo un puchero inconscientemente.──¿Y como te sientes con eso?

──Obviamente triste. Felix era mi amigo y ahora se irá.──En su mente pasaron miles de escenarios en donde Jihyo también se iba de su lado al terminar de conceder sus deseos, por lo que se apresuró en hablar de nuevo.──Ahora tengo miedo de que otra persona también me deje.

Jihyo la miró por unos segundos para después volver su vista a la carretera y darse cuenta que habían llegado a su destino. Simplemente se desabrochó el cinturón de seguridad y la menor imitó su acción, entrando ambas a la gran casa del hermano mayor de Park.

──Bua, que linda casa.──Habló la menor mientras dirigía su mirada a cada rincón, viendo como varios cuadros elegantes colgaban de las blancas paredes.

──Tiene buen gusto en la decoración.──Dijo Jihyo y abrió la puerta de vidrio que las llevaba a la piscina en el patio trasero.──Por acá.

Sana sonrió y caminó los pocos pasos que le quedaban para llegar al lugar. Observó como Jihyo se quitaba su ropa y su traje de baño quedaba a la exposición del sol, mientras arreglaba su cabello con su mano.

Irreal.

──¿Te vas a meter? Pronto se irá el sol.──Le dijo y empezó a bajar por los escalones, para después meter todo su cuerpo en la fría agua.──Ah... Necesitaba esto.──Susurró mientras empezaba a nadar por la extensión de la piscina.

Sana se quitó la ropa e imitó la acción de la mayor, para después temblar al sentir lo fría que el agua se encontraba. Jihyo rió ante aquello y se le acercó para pasar sus brazos por su cintura y hacer que la menor posara sus piernas alrededor de su abdomen.

Se quedaron mirándose por unos segundos para que después Sana posara sus labios suavemente sobre los del otro. Jihyo mantuvo sus ojos cerrados para después abrirlos y agarrar el rostro de la contraria para volverla a besar.

Por alguna razón Sana sentía como si este fuera el último beso que tendría con la mayor, lo que le incentivó a aumentar la profundidad y ahora el beso se había vuelto uno necesitado.

──Jihyo...──Susurró al separarse, hablando aún sobre sus labios.──¿Q-Que pasará cuando se me terminen los deseos?

Jihyo se movió por el agua con delicadeza junto al cuerpo de la menor, pensando mientras pasaba su lengua por sus labios.

──No lo sé. Eso dependerá de lo que tu desees. Te quedan 4.──Acarició la espalda de Sana.

──Ah...──Se quejó y puso su cabeza en el hombro de la contrario, mientras pasaba sus brazos por su cuello.──Ahora me dió hambre.

──Vives con hambre.──Rió la mayor.

──¡No es mi culpa!──Exclamó riendo y se alejó, para después salpicarle agua.

Obviamente Jihyo no se iba a quedar así, por lo que aquello se había convertido en una batalla de salpicarse agua. Duró unos minutos hasta que los brazos de Sana se cansaron y tuvo que salir corriendo de la piscina para así envolverse en una toalla, sacándole la lengua a la pelinegra que la miraba desde el borde.

Se sentó en una silla mientras secaba su cuerpo y observaba a la mayor salir de la piscina, secando con una toalla su cabello.

──Voy a encargar la comida, T-

Fue interrumpida por una llamada en su teléfono, por lo que se apresuró en contestar. Puso un tono de voz serio y empezó a hablar por unos minutos, dándole cortas miradas a la menor, la cual la observaba expectante.

──Está bien. Si. Adiós.──Decía tratando de cortar la llamada, y así lo hizo. Se acercó lo poco que le quedaba para llegar hacia la menor y se sentó a su lado.──Era Felix. Me estaba invitando a su casa para que le enseñe a hacer unos escritos que le complican.

Sana se quedó en silencio.

──¿Debería ir?──Volvió a hablar.

──¿Deberías?──Le preguntó la misma pregunta, haciendo que Jihyo levantara sus hombros.──¿Es urgente?

──No. Pero quería que fuera cuando te vaya a dejar a tu casa.

──¿Me vas a ir a dejar a mi casa? No quiero. Eso no es lo que deseo.──Habló rápido, haciendo que la mayor riera un poco.──¿De qué te ríes?, ¿Ah? Deseo que te quedes conmigo, mañana pueden hacer eso de los escritos.──Hizo una mueca de molestia mientras se cruzaba de brazos, pero lo único que causó en Jihyo fue ternura.

──Bien. Satang, no seas celosa.──Se levantó sonriendo de su lugar y caminó hacia dentro de la casa.

──¡No estoy celosa!

22 Wishes Ꞝ SahyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora