La vuelta de obligado (pte 2)

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(ATENCION, LA PARTE QUE VIENE A CONTINUACION CONTIENE 🔞 SI NO LE AGRADA ESTE TIPO DE ESCENAS POR FAVOR ABSTENGASE A LEERLA Y PROSEDA AL SEGUIR LEYENDO LA SIGUIENTE PARTE)

El pelirrojo se despertó con un presagio de la luz del sol, para después voltear y toparse con la figura de aquel francés, dando un salto de impresión.

ℝ𝕠𝕤𝕒𝕤:QUE PORONG* HACES ACÁ?!

Exclamó el menor con un enojo desafiante.

𝔻𝕦𝕓𝕠𝕚𝕤:Bonjour Mon amour, como amanesiste en este maravilloso día?

Dijo el pelinegro con acento, mientras acariciaba la mejilla de Rosas suavemente.

ℝ𝕠𝕤𝕒𝕤:QUE PING* ME HICISTE HDP!!

𝔻𝕦𝕓𝕠𝕚𝕤:Pues mí corazóncito... Hicimos lo que tú me pediste.

Rosas se puso más colorado que la flor que sostenía en su mano esa noche, pensando en que el no se pudo rebajar a tanto .

𝔻𝕦𝕓𝕠𝕚𝕤:oh mon amour, j'aimerais visiter ton beau corps magnifique et entendre tes doux gémissements, comparables au plaisir.

Le dijo al oído el capitán francés. Mientras que Rosas comprendió a la perfección que era lo que quería aquel tipo.

ℝ𝕠𝕤𝕒𝕤:Me querés de nuevo eeh?...

Dijo mientras que el francés asintió y poso su mano en la cintura del pelirrojo, mientras recorría su desnuda espalda.
Al sentir esto, el amante de las flores se erizó, dejándose llevar por las manos de aquel hombre que lo recorría con delicadeza y precisión. El menor lanzó un suspiro de placer al sentir estos toques tan atrapantes, que no le permitían defenderse, pero por otro lado, los disfrutaba.

El capitán francés, dirigió su boca contra la de su contrario, acorralando lo entre sus brazos y dando un Rose de labios suave, lo besó, un beso que se intensificó a medida por parte del amante del pan.

El capitán de lengua extranjera, tomó al general como si de una puñada de arcilla se tratase, moldeandolo a su forma para después concretar a lo que fue, a reclamar el amor del pelirrojo. Rosas por su parte, estaba preparado para lo que viniese, menos para lo que entró a él, un fuerte dolor invadió su parte trasera haciendo que este largué un alarido. Conteniendo las lágrimas por la brutalidad y descuido de su amante Rosas intento disfrutar lo que le correspondía de aquel acto de amor.

Tardó unos momentos hasta que en esa habitación se escucharán gemidos y súplicas por parte del menor hacía el francés, por "más", aquellos gemidos se oían por toda la casa, que rebotaban las paredes de aquel vacío lugar durante aproximadamente unas horas. La noche se aproximó dejando ver el maravilloso atardecer que le ofrecía aquel sol imponente e implacable que con sus rayos anaranjados y amarillos iluminaron la habitación donde yacían los amantes(?) Recostados durmiendo, e intentando recuperar fuerzas para el día siguiente tal vez.

{Fin del 🔞}

༻ᗩᒪ ᗪIᗩ ՏIᘜᑌIᗴᑎTᗴ༺

Un ojeroso y enérgico Rosas se levantó conjunto a la salida del glorioso sol. Este al levantarse abrió las cortinas y el ventanal de su habitación para dejar entrar una fresca y limpia brisa de verano. Mientras que el capitán francés, hacía un leve reposo en la cama del otro, cansado y sin fuerzas se tubo que levantar de alguna u otra forma, ya que tenía que irse a la flota antes de que se den cuenta que el no estaba.

ℝ𝕠𝕤𝕒𝕤:Ya te vas? Tan temprano?...

𝔻𝕦𝕓𝕠𝕚𝕤:ce soir je reviendrai pour toi mon amour.

Dijo el francés, despidiéndose con un largo y apacionado beso, mientras contempló el lindo sonrojo de la cara contraria, mientras se decoraba con una sonrisa, mientras que el amante del baguette le devolvió la sonrisa. Para después marcharse a su comando y tal parecer, olvidarse de la promesa hecha al menor, el cuál espero por él, pero jamás volvió. Unas horas después termino por enterarse por boca de su secretario que vio al francés con unas señoritas en un lugar (un alto cabaret).

En ese momento, la fé en el amor que tenía rosas se desvaneció, y se sintió usado, como una bolsa vieja, solo servía para cargar cosas y cuando ya no sirve lo tiran. La poca esperanza que le quedaba se desvaneció, y quedó totalmente destrozado y sin decir una palabra, se fue de su oficina y se recostó en su cama, su única compañera, y la única que lo comprendía ya que estuvo presente en cada momento de su sufrimiento.

ℝ𝕠𝕤𝕒𝕤:Marcos?...

𝕤𝕖𝕔𝕣𝕖𝕥𝕒𝕣𝕚𝕠:Dígame señor...

Dijo el secretario a razando a Rosas.

ℝ𝕠𝕤𝕒𝕤:Por qué todo lo malo siempre me pasa a mí?

Dijo en voz baja y quebrada, aguantando las lágrimas y desenfocando la vista en la esquina del ventanal abierto por donde entraba un rato de luz, de la luna radiante que alumbraba aquella oscura noche que sufría el pelirrojo

𝕤𝕖𝕔𝕣𝕖𝕥𝕒𝕣𝕚𝕠: Señor...

Dijo el chico mientras se recostó y abrazo al general.

ℝ𝕠𝕤𝕒𝕤:Diga...

Respondió el desconcentrado pelirrojo.

𝕤𝕖𝕔𝕣𝕖𝕥𝕒𝕣𝕚𝕠:Usted cree en el amor de verdad?

ℝ𝕠𝕤𝕒𝕤:Creía...

𝕤𝕖𝕔𝕣𝕖𝕥𝕒𝕣𝕚𝕠: Y por qué no vuelve a su primer amor?
Digo, así no sufre más... Dígame cuál era su amor antes, cuando usted era un pibe... Que era lo que usted amaba?

ℝ𝕠𝕤𝕒𝕤: Quería tanto... Y siempre adoré los abrazos... Uno como el de ahora...

Dijo mientras se dio vuelta y abrazó a su secretario. Mientras que el recién nombrado, escondió su rostro en el pecho del mayor escuchando así los latidos del corazón lentos pero seguros del pelirrojo.

𝕤𝕖𝕔𝕣𝕖𝕥𝕒𝕣𝕚𝕠:Todo estará bien Juanma, solo pasaste malos momentos en tu vida, pero no te dejes llevar por los golpes de esta, ya que se y confío en que te vas a levantar y luchar con todas tus fuerzas para que seas feliz.

Dijo el pelicastaño mientras trataba de consolar al amante de las rosas.

ℝ𝕠𝕤𝕒𝕤:Gracias...

𝕤𝕖𝕔𝕣𝕖𝕥𝕒𝕣𝕚𝕠:De nada señor... Es mí deber ayudarlo hasta que me muera...

Dijo el joven levantándose de la cama y cubriendo con las sábanas a su contrario.

𝕤𝕖𝕔𝕣𝕖𝕥𝕒𝕣𝕚𝕠:Tenga bonita noche...

Dijo para después darle un beso en la frente, e irse con un leve sonrojo y una pequeña sonrisa en su rostro, mientras que el otro solo quedó confundido intentando consolidar el sueño, cosa que consiguió un momento después.

Continuará...

𝓔𝓷𝓽𝓻𝓮 𝓮𝓵 𝓪𝓶𝓸𝓻 𝔂 𝓵𝓪 𝓰𝓾𝓮𝓻𝓻𝓪 (𝓤𝓻𝓺𝓾𝓲𝔃𝓪 𝔁 𝓡𝓸𝓼𝓪𝓼)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora