con la espada contra la pared

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𝕌𝕣𝕢𝕦𝕚𝕫𝕒: Dije que... POR ESO TU MUJER TE DEJO!! O acaso anda sordo usted?

ℝ𝕠𝕤𝕒𝕤: VOS COMO MIERD* TE ENTERASTE?! Y ADEMÁS, A VOS QUE MIERD* TE IMPORTA?!

Hubo un gran silencio hasta que Rosas se acerco a él

ℝ𝕠𝕤𝕒𝕤:Che, te estoy hablando sordo de mierd*!!

Rosas solo pudo escuchar el sonido del filo del sable de Urquiza siendo desenvainado y posandose sobre su garganta.

𝕌𝕣𝕢𝕦𝕚𝕫𝕒:Decías algo Rosas?

Le respondió con una sonrisa macabra que hizo que a juanma se le helase la sangre. Este levantó las manos en muestra de rendimiento.

ℝ𝕠𝕤𝕒𝕤: Tra-tranquilo amigo... S-solo quería saber...

𝕌𝕣𝕢𝕦𝕚𝕫𝕒: Y yo quiero saber que tal te va esto...

Dijo agarrando del brazo y tirándolo sobre la cama posando rápida y nuevamente el filo implacable de su sable.

ℝ𝕠𝕤𝕒𝕤: Q-que estás haciendo?

Pregunto el menor mientras lloraba silenciosamente, viendo como lágrimas recorrieron sus mejillas, mientras que Urquiza se rió maniática mente, el pelirrojo rió nerviosamente,cosa que hizo, para intentar ocultar que estaba llorando.

ℝ𝕠𝕤𝕒𝕤:No sos capaz de hacerlo verdad?
Somos amigos, no?...

Dijo con una sonrisa nerviosa, que al compás lágrimas de miedo y tristeza caían de sus ojos.
Urquiza siguió con su sonrisa escalofriante mientras que dirigió el filo del sable a la garganta de Rosas.

𝕌𝕣𝕢𝕦𝕚𝕫𝕒:Yo jamás fui su amigo señor de Rosas.

El menor quedó pasmado ante la respuesta de Urquiza, pero siguió insistente con su enemigo(?).

ℝ𝕠𝕤𝕒𝕤:Que piensa hacerme?....

Dijo con una voz quebrada mientras retrosedia lentamente, hasta resbalar y caer sentado. Pero sin dejar de retroseder, hasta que chocó con la esquina de una pared.

ℝ𝕠𝕤𝕒𝕤:No me mate por favor...

𝕌𝕣𝕢𝕦𝕚𝕫𝕒: No lo voy a matar, pero debe seguir mis instrucciones al pie de la letra...

Dijo Urquiza aprovechando el momento para continuar con su plan.

ℝ𝕠𝕤𝕒𝕤:C-cuales?....

𝕌𝕣𝕢𝕦𝕚𝕫𝕒: Primero, hecha a tus guardias y a todos tus empleados...

ℝ𝕠𝕤𝕒𝕤:S-si...

𝕌𝕣𝕢𝕦𝕚𝕫𝕒:PERO AHORA!!

Rosas, espantado, corrió y hechó a todos sus empleados, dejando la casa sola y vacía. Temiendo de lo que le podría pasar, siguió todas las órdenes de Urquiza.

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Urquiza se encontraba sentado en un sillón en la sala, fumando un habano, de lo mas tranquilo. Mientras que Rosas estaba intentando cosinar, ya que sería una obligación de ahora en adelante, mientras que por un momento en su mente se torno la idea de "¿Acaso soy la maldita mujer de este idiot*? Mientras tanto, prosedio a sacar la comida y servirla.

Urquiza puso una sonrisa maliciosa al ver al pelirrojo trayendo y dejandole la comida para cenar. Este, se dispuso a probar la comida, pero antes...

𝓔𝓷𝓽𝓻𝓮 𝓮𝓵 𝓪𝓶𝓸𝓻 𝔂 𝓵𝓪 𝓰𝓾𝓮𝓻𝓻𝓪 (𝓤𝓻𝓺𝓾𝓲𝔃𝓪 𝔁 𝓡𝓸𝓼𝓪𝓼)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora