THE LOST LAND

CAPITULO 2: EL CONTRATO

<<¿Dónde estoy?>>

–Buenos días– Dijo una voz grave desde la esquina de una pared de madera.

–¡¿Dónde está mi madre?! – Preguntó Devon bastante preocupado

–Relájate niño, ella está en la otra habitación– Afirmó aquel tipo.

Devon corrió hacia allí y la vio en la cama bastante mal, parecía tener fiebre y su rostro demostraba dolor

–Mamá... ¡¿Qué le pasó?!

–Ayer en la madrugada los encontré cerca al bosque profundo y los traje aquí, ella despertó así, Layla trató de sanar a tu madre, pero no pudo hacer mucho, es una maldición.

–¿Qué? quien es Layla y que paso...

–He de admitir, que me llamó mucho la atención que seas un categoría "Especial"

–¿De qué hablas?

El hombre que tenía un gorro de mago se lo levantó desvelando su rostro, era un humano no muy viejo pero era ya un adulto, su pelo era de color purpura, por lo que era bastante poderoso

–Escucha muchacho, te ofrezco un trato. Ayúdame en lo que te diga y yo encontraré la forma de salvar a tu madre– Dijo aquel hombre sin pelos en la lengua

–Pero, ni siquiera sabes como hacerlo, podrías no descubrirlo, y ni siquiera se que debo hacer– Dijo Devon confundido.

–Hagamos un contrato, con magia, así, si alguno no cumple su parte, morirá, pero si no quieres... puedes irte de mi cabaña arrastrando a tu madre por el bosque hasta que muera, con nosotros, podemos mantenerla con vida.

–Cómo funciona ese contrato...

–Lo activará Layla, así, si ella ve que alguno incumple a posteriori el contrato acordado, activará este y hará que quien haya incumplido, muera. ¿Te parece bien mocoso?

–Pero ella podría no activar el contrato si te conoce...

–Oh créeme, esa mocosa no me considera tan importante, su sentido de justicia es su prioridad.

Devon vio a su madre y luego giró con determinación hacia aquel hombre

–Bien, hagámoslo.

–Excelente... ¡LAYLA!

–Ya voy ya voy, ¡oh! ya... despertaron... – Dijo aquella chica quien era Layla, otra humana pero dejó en shock a Devon pues ella tenía el pelo color azul medianoche.

–Tu... tú tienes... – dijo Devon asustado.

Ella se cubrió su cabeza con un velo cohibida

–Por favor muchacho no me digas que crees esas historias de desgracia sobre la gente con ese pelo, son tonterías.

Como adoctrinamiento para que los humanos sintieron rechazo a dicho color se creaban historias de que aquellos quienes lo poseían eran demonios sin control encarnados en humanos quienes llenarán de desgracia a todo humano que se cruzasen

–Es solo que yo...

<<Es bastante bonita, tiene una cara delgada y pelo corto hasta sus orejas, pero, ese pelo...>>

–No importa, lo siento, no quiero hacerles daño, por favor... confía en mí... – Dijo inclinando un poco su cuerpo hacia Devon con las manos en la espalda.

–Ya estás mejorando en eso Layla– Dijo el hombre en tono burlón– Bueno, necesito que hagas un contrato.

–Bien... – Ella miró a Devon de reojo– Puedo... ¿Tomar tu mano?