CAPITULO 6: SOLO NIÑOS

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Durante el camino a pesar de las cosas que pasaron, ambos ocultaron su duelo para aparentar fuerza al otro, pero por dentro seguían rotos, Layla era más evidente pues, lo que la mantenía así había sido mucho más reciente, Devon aunque ya controlaba más esos impulsos, sufría dentro de sí, pues tratar de ocultarle a Layla y al viejo ese dolor por tantos años lo corroía por dentro.

-Oye Devon...

-¿Sí?

-Bueno, he estado pensando en cómo se supone que vamos a encontrar a ese tal Peters... Realmente no hay ningún dato sobre él en el libro y he escuchado que Forpulia es una ciudad grande...

-También lo he estado pensando, y es cierto que no se menciona nada más en el libro... Solo hay dos posibles respuestas. O el viejo lo hizo adrede para que aprendamos cuidarnos por nuestra cuenta y... en caso de que él estuviera no habría necesidad de escribir donde encontrarlo, o, que simplemente lo olvidó. - respondió Devon cruzando sus brazos.

-Bueno... Supongo que en cualquier caso tendremos que encontrarlo por nuestra cuenta. - Dijo Layla algo preocupada.

-No vamos a tener que encontrarlo.

-¿Ah? - Exclamó Layla intrigada.

-Él nos va a encontrar. Recuerda que tenemos estas cosas. -Dijo Devon apuntando a las pañoletas. - Entonces, no hay de qué preocuparnos, estoy seguro de que cuando lleguemos, durante el día, él nos va a notar.

Así en la mitad del tiempo que habría tomado llegar a Forpulia a pie, llegaron ambos, no sin antes soltar a los caballos que los ayudaron a llegar a unos veinte minutos de la ciudad.

EN FORPULIA

La ciudad se alzó frente a ellos, la entrada era imponente, más no había una muralla que la cubriera, al contrario, eran casas de cuatro a cinco pisos construidas en madera y roca, algunas paredes tenían moho y les había crecido vegetación, probablemente por la humedad, pues, Forpulia estaba ubicada a un alto nivel sobre el mar, pero, sus alrededores eran humedales, por lo que, la ciudad tenía problemas con la humedad. El clima era frío pues al oriente y occidente habían dos montañas que eran mucho más altas que en la que estaba ubicada la ciudad, esto para evitar ataques, pues la cima de esas montañas era prácticamente imposible para el paso humano, así, el ejército en cuestión podría aprovechar las ventajas.

-Es muy...

-Tétrica. - Interrumpió Devon.

-Si...

El viento hacía que los anuncios de madera sobre los locales chillaran y la basura que había en el suelo húmedo volara hacia el sur.

-No parece que la gente salga mucho en esta ciudad... - Replicó Layla con frío.

Devon le puso su abrigo y tomó su mano caminando hacia al frente.

-Vamos, no podemos quedarnos atrás. - Dijo Devon mientras trataba de encontrar el camino hacia el centro de Forpulia.

Ciertamente era una ciudad grande para lo que eran las ciudades humanas, pero, por el abandono del gobierno local delegado por el arzobispo humano, la ciudad se había sumido en la delincuencia, por lo que, las calles estaban llenas de ladrones y vagabundos que parecían estar en un estado de trance, el cielo siempre estaba gris, pues, por las condiciones ambientales, todos los días llovía en Forpulia.

-Este lugar es horrible Devon... ¿Podemos parar en alguna tienda? - preguntó Layla parando el paso.

-Si perdemos mucho tiempo y se hace de noche... Será mucho más difícil encontrarlo, además de encontrar donde dormir en dado caso de fallar.

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⏰ Última actualización: Aug 06 ⏰

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