Pov Lynn
Seguimos entre besos, parecía una batalla de quien aguantaba más, pero había elegido mal a su contrincante, no dejaría por nada en el mundo que me ganase, y si debía jugar sucio lo haría.
Mackenzie estaba tumbada en su cama y yo encima de ella dando un recorrido de besos y caricias por su piel desnuda, bajaba por su cuello, hasta llegar a su abdomen, ahí daba ligeras mordidas. Ella estaba con una mano tapando su boca y los ojos cerrados, tenía la espalda arqueada y con la mano que estaba libre ella sola se abrió el sujetador, y en ese momento una brillante y picara sonrisa apareció en mi. Le quité completamente el sujetador y lo lanze a un lado, quería tener estas preciosas vistas sin distracciones, mientras me quedé deleitando sus pechos su mano agarro fuerte mi cabello e hizo que mi cara llegase a su pecho, esta chica estaba completamente caliente.
Yo acaricie sus pechos, quería ir tranquila, cosa en la que no pareciamos coincidir puesto que Mackenzie parecía querer más, simplemente me lo demostró agarrando de nuevo sus caderas a mí.
Terminé por caer en su juego y llevé uno de sus pechos a mi boca, lamiendo y mordiendo el pezón de aquella chica que ya no era capaz de retener todos sus gemidos y suspiros, escucharla simplemente hizo que mi cuerpo se calentara aún más, mientras mi boca estaba en uno de sus pezones mi mano estaba en el otro, preparandolo para mi llegada. Mientras yo estaba en mi trabajo Mackenzie aprovechó y me quitó el sujetador también, dejando mis pechos al aire los cuales ya estaban luchando por salir y sentir la piel de Mackenzie, después de mi sujetador Mackenzie no se quedó atrás, se desabrocho el pantalón, y en un casi susurro me dijo
-L-lynn porfavor - me estaba suplicando, eso hizo que una sonrisa estuviera en mi
Nada más escucharla no la hice sufrir maa, una de mis manos bajó a su centro y dos de mis dedos se metieron sin dificultad, ella estaba realmente mojada, todo era más fácil teniendola así, le quité el pantalón con una mano y su ayuda, mi otra mano seguía dentro de ella. Ella ya no se intentaba callar, estaba gimiendo todo lo que su cuerpo necesitaba, yo bajé a las piernas de Mackenzie, ella estaba con los ojos abiertos mirando el techo intentando regular su respiración, pero en cuanto mis labios tocaron su muslo, fijó la mirada en mi, conectamos nuestras miradas, notaba el como su mirada me suplicaba que siguiera, era nuestra primera vez, éramos novatas, pero todo fluía tan bien que era puro instinto. La mano de Mackenzie volvió a agarrar mi pelo y acercarme a donde aún estaba mi mano, yo la mire para saber si estaba segura, ella simplemente asintió, no hicieron falta palabras.
No tarde en quitarle la ropa interior y sacar mi mano de ella, mis dedos fueron sustituidos por mi lengua, mientras yo estaba ocupada oía como Mackenzie gritaba mi nombre, maldecia todo lo que podía, la excitación te hace enloquecer, mi boca se dirigió a su clítoris, lo empieze a estimular lamiendolo, succionando, mientras mis dedos volvían a entrar en Mackenzie
Mackenzie estaba sudando, los ojos en blanco, espalda arqueada, se quedaba varias veces sin respiración, oírla de veras era música para mi. Ella encerro mi cabeza con sus muslos y yo simplemente seguía, disfrutaba de ella, como sabía, como era oirla gemir mi nombre. Hasta que pareció que Mackenzie llegó a su límite y ella se corrió en mi boca, no tengo ninguna queja, al contrario yo salí ganando, tenía su sabor en mi, era simplemente adictivo. Me dirigí a su boca y la volví a besar, me sorprendió cuando ella fue la que adentro su lengua en mí, ahí entendí que ahora sería mi turno de suplicarle, no se de donde sacaba fuerzas esta chica pero me encantaba, literalmente hace unos minutos estaba temblando y ahora es ella quien está como un bebé en mi pecho. Esto era algo muy placentero, me gustaba, los gemidos salían de mi sin control, eso hizo que Mackenzie sonriera y se dirigió a mi oído
-Shh, los vecinos aún duermen, debo callarte - dijo para luego morder suave mi oreja.
No sabía lo que me haría hasta que uno de sus pechos entró a mi boca, mientras la mano de Mackenzie entraba en mí, yo callaba mis gemidos en el pecho de Mackenzie y mis manos agarraban fuerte las sabanas. No podía creerme que fuera su primera vez, como era posible que causara tanto sentimiento junto en mi, era extraño pero me encantaba, movía mis caderas para notar más contacto de Mackenzie.
Yo pensaba que esta chica era sumisa, adorable y con la mente de un angel. Pero, esta Mackenzie me encantaba aún más, saber que tiene este lado tan hormonal, tan rudo, me encantaba, que digo, me enloqueció.
Luego de varios orgasmos , ambas caímos exhaustas, eran las 4 am, los vecinos nos matarían, pero si ellos estuvieran en mi lugar hubieran hecho lo mismo. Ahora estabamos tumbadas en la cama de Mackenzie, ella estaba encima de mi, con uno de mis pezones en su boca, ella estaba tranquila, parecía un bebé, yo solo acariciaba su cabeza con una sonrisa
Mackenzie fue cerrando sus ojos, ella se acomodó en mi, abrazandome y poniendo su cabeza entre mis pechos usando estos de almohada. Una pequeña risa salió de mi, ella era tan tierna, acaricie su pelo y cerré los ojos.
Creo que no pasaron ni dos horas cuando escuché la voz de Mackenzie en mi oído
-Lynn, sigo caliente
Una sonrisa se formó en mi, no tarde en meter mis dedos en ella, sabía que era lo que quería y me lo demostró aferrándose a mi espalda, esas uñas arañaron mi espalda y su boca mordió mi cuello, buscaba donde silenciarse pero sabía que no sería fácil ya que yo subía la velocidad aún más para oirla. Ella me suplicaba que no parase a lo que yo lo hacía más rápido, sus piernas volvieron a temblar, dándome la señal que se hiba a correr por lo que subi más la velocidad para luego sentir sus fluidos en mi mano.
Ella me sonrió agradecida, pero yo ataque su cuello, moriendolo y haciéndo chupetones, también le hice por el pecho y por los muslos. Me quede contemplando mi obra maestra, ella me abrazó y su piernas se aferraron a mí. Ella no me quería soltar. Y en ese momento me entró una duda
-Mack, por qué me hiciste venir tan derrepente con estas intervenciones? -pregunté con mi cabeza en su cuello-
-En el hospital, con tus amigas dijeron que te ibas en tres meses y quería disfrutar lo que quedaba, además ví como una de ellas te tocaba demasiado
Eso último causó en mi una leve risa, Mackenzie estaba celosa de Ami, eso era muy tierno, pero me gusta así
-Ami nunca, pero nunca llegara a un lugar tan especial en mi corazón, porque tu ya estas ahí, y contigo es más que suficiente, no necesito más, a nadie más que a tí- le dije acariciando su mejilla ya que estaba rojo carmesí
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mi mayor rival - Lynn loud jr
RandomMackenzie Tod una chica nueva para Royals Wood llega impresionando a todos al ser una persona muy competitiva, lo que ella no sabe es que esa competitividad la comparte con cierta deportista