mi mayor rival - Lynn loud jr

7 pensamientos

Pov Jason

Cuando mi hermana salió de mi habitación tuve que taparme la boca para no reír, a saber que cara había puesto

-Se lo habrá creído? - susurro Lynn

-Seguro, vamos a ver la cámara - dije susurrando mientras me levantaba

Todo esto estaba planeado, agarre la camara la cual apuntaba a la puerta y hice que parase de grabar. Estuvo grabando toda la mañana por lo que tuve que adelantar hasta el momento de hace unos minutos. Me senté al lado de Lynn y los dos vimos la reacción de mi hermana, aguantamos las risas para que no nos descubrieran, la verdad era que avisé a Lynn a la mañana para hacerles una broma y había caído, pero la broma no terminaba aún ya que ahora haríamos un pequeño teatro.

-Bien ahora ponte una de mis camisetas, te vendrá grande, como un vestido, dejate los pantalones y veremos sus caras -dije sonriendo

-Y si te quitas tu la camiseta también para hacerlo más creíble -dijo Lynn

-Eres brillante -me quite la camiseta y la deje tirada aún lado

Cuando Lynn se cambio ambos bajamos a la planta baja con mi hermana y Anna, enserio pagaría por hacerles una foto ahora mismo. Mi hermana se quedó pálida, incluso se le calló la tostada al vernos y Anna estaba confundida mirando a Lynn y después a mi

-Buenos días chicas -fui a prepararme un café

-Buenos días, Jason -dijo Anna, y vi como le dio un suave toque a mi hermana en la costilla

-Sisi, em,buenos días a los dos -dijo con el nervioso hasta el cielo ya que no levantaba la cabeza de la tostada

Lynn vino a mi lado, y yo podía ver cómo mi hermana la seguía con la mirada, estaba seguro que luego me pediría explicaciones.

-Jas donde está la leche? -dijo Lynn haciendo un tono amable

-Según que leche -dije bromeando a lo cual Lynn me dio un suave golpe

-Idiota con hormonas revolucionadas -dijo riendose

-No serás tú la malpensada?- dije riendo y dándole la leche

Cuando los dos últimos nos preparamos el desayuno nos sentamos con mi hermana y Anna, yo estaba frente a Anna y lynn quedaba frente a mi hermana. La tensión era inevitable esto era incómodo

-Que tal la noche chicos? -Pregunto Anna intentando romper el hielo

-Bastante divertida -dije para después rodear a Lynn con mi brazo

Al parecer mi acción hizo que mi hermana murmurara algo, habló tan bajo que nadie de la mesa lo pudo escuchar, pero vi como su cuerpo se tensaba y aplastaba la tostada

-Y que tal ustedes chicas, que tal durmieron? -pregunto Lynn

-Con los ojos cerrados -dijo mi hermana con un tono tan seco que no había escuchado nunca en su voz

-Parece que alguien se a despertado enfadada -dije mirando a mi hermana

-No, simplemente me sorprende que no vengas en semanas y cuando de dignas en aparecer es para tirarte a una menor en casa de tus padres- dijo mi hermana amenazante

Miré a Lynn, ella tenía el ceño fruncido, al parecer no le gustaba que le haya dicho eso

-Mira quien vino a hablar, o que has traído a tu amiga para haceros la manicura por las noches? -Dijo Lynn con el mismo tono que mi hermana

-Mi "amiga" se llama Anna y si no sabes nada deberias callarte Loud. -mi hermana levanto la cabeza y la miro directamente a los ojos -además si hemos echo algo o no eso no es de vuestra importancia

-Ah no? A los del equipo seguro les cuadra porque tienes tanto favoritismo a esta y además tu has empezado diciendo que Jas y yo habíamos tenido algo -Lynn tenía toda la razón

-Hey porque no relajamos los humos un poco si? -dijo Anna agarrando la mano de mi hermana

-Por qué no te metes en tus asuntos no ves que estamos hablando? - wow Lynn estaba enfadandose

-Lynn, hey, vamos a dejar ya la conversación si? -dije poniendo la mano en su hombro - venga vamos a tu casa y luego salimos a correr

-Claro, defiende a tu novia, es más importante que la familia verdad? -dijo mi hermana

-No he dicho eso y a mi no me hables de esa forma jovencita, sigo siendo mayor que tú- dije levantándome de la mesa y recogiendo las cosas mías y de Lynn

Lynn se fue a mi habitación a traerme la camiseta y en cuanto me la puse, nos fuimos. La broma no había acabado con risas como nosotros pensábamos

Pov Mackenzie

Me levante de la mesa enfadada, no quería ver a nadie, en cualquier momento le podría pegar a alguien, mis padres nos estaban en cada puesto que se habían ido de viaje el finde semana

-Mack, estas bien? - Preguntó Anna al verme enfadada

-Necesito estar sola, te importaria irte? -le pregunte recogiendo las cosas.

-No claro, luego hablamos -se fue

En cuanto me quedé sola pude desahogarme, lloré todo lo que necesitaba, no entendía porque necesitaba llorar pero lloré. Termine de recoger y limpiar la cocina y simplemente me cambie de ropa y me fui al gimnasio, necesitaba distraerme, en cuanto llegue fui directa al saco de boxeo. Necesitaba desquitarme con algo, cuando me puse en frente mi primer pensamiento fue ver a mi hermano en aquella casa, viendo su felicidad, me había abandonado sabiendo los problemas familiares, golpeaba al saco sin parar.

Él sabía los problemas que dejaría si se iba, él sabía que mi padre me trataría en cuanto el se fuera, si ya lo hizo cuando el estaba para protegerme, ahora estaba sola. Mi padre era más fuerte que yo y llevaba dos meses aprovechando eso, cada que mi madre salia el me pegaba, me insultaba, me destrozaba tanto física como psicológicamente, mi madre sun viendo la sangre que yo misma limpiaba siempre piensa que a sido un accidente. Jason sabía todos mis miedos, el sabía lo que hiba a pasar si me dejaba sola, por eso Anna era mi única salvación, con ella los golpes no eran tan frecuentes, puesto que se la pasaba en mi casa y eso hacia que cuando no estuviera fueran peores, la rabia de mi padre solo aumentaba.

Y sabiendo eso me dejó sola, viene cuando quiere, se lleva lo que quiera y se va, solo viene cuando le interesa. Los golpes al saco aumentaban de fuerza cuanto más me hundía en mis pensamientos, cuanta más mierda sacaba más fuerte le daba. Hasta que en un momento sentí mi muñeca torcerse, el dolor que sentía, escuche el sonido salir de mi muñeca. Rápidamente me quite el guante y vi mis nudillos sangrar, me había olvidado poner la cinta, pero no entendí como era posible que aún con el guante me hiciera daño. Me quite los dos guantes y me fui a casa, ambas manos me sangraban asique debía desinfectarlas, pero tampoco tuve prisa.

Mis pasos eran tranquilos, mi mente estaba descansando, me había quitado algo de enfado, asique ya sabía cómo canalizar mi ira, me compraré un saco de boxeo.

Cuando llegué a casa como era costumbre no había nadie, subi a mi habitación y me cure la mano, solamente la muñeca izquierda no podía moverla, me dolía demasiado. Asique tuve que tragarme mi orgullo y llamar a mi hermano, alguien debia llevarme al hospital.