Rose Petals-Michael Schumacher

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Salté y grité de la emoción cuando Michael cruzó la meta quinto. ¡Quinto!

Hacía una semana me había quedado a dormir en casa de Michael. Era algo que solíamos hacer desde el instituto, cuando por casualidad nos pusieron juntos para un trabajo de historia. Desde entonces, habíamos sido inseparables. Uña y carne, como le gustaba decir a él.

Eran las 2 de la mañana, y nosotros estábamos viendo la Bella y la Bestia. Había salido el año pasado y ya debía de haberla visto 30 veces mínimo. Michael me abrazaba por los hombros mientras yo lloraba como una magdalena. A pesar de haber visto la película tantas veces, siempre lloraba cuando la Bestia "moría".

De repente escuché a Michael sollozar.-Estás llorando?- Sonreí mientras me limpiaba las lágrimas.

-No, es que se me ha metido algo en el ojo...- dijo mientras se ruborizaba.-Eso no te lo crees ni tú Mickey- Anabella río y le estiró de los mofletes.

Michael la agarró de la cintura mientras reía y le empezó a hacer cosquillas- Alguna vez te cansarás de llamarme así?

-¡Jamás!- la chica se retorció entre carcajadas intentando librarse del rubio.-¡Entonces no pienso dejar de hacerte cosquillas!-

Estuvieron un par de minutos así, hasta que de repente, empezó a sonar el teléfono de Michael.

-Quién demonios te llama a estas horas Michael?- El chico se incorporó y agarró su teléfono de la mesita que había al lado del sofá.

-Mierda! Tengo que cogerlo Bella...- dijo mientras se ponía en pie y caminaba hacia la cocina.

Anabella estuvo 20 minutos sola sentada en el sofá. La película ya había terminado y ella estaba mirando el televisor ya apagado. A veces, le costaba creer que Michael la tuviera como mejor amiga. Él era un chico muy apuesto y gracioso. Y ella... Ella era muy guapa y según Michael tenía un cuerpazo. Pero, ella se veía siempre gordita y eso la hacía tener rachas muy malas con su autoestima. Generalmente, cuando estaba con el rubio se sentía genial, pero hace un par de años ya, que le daba miedo no parecerle atractiva.

Aunque fuera muy cliché, Annabella había empezado a sentir algo por Michael. Pero, qué podía hacer ella? Él siempre la trataba como a una reina y se pasaban el día juntos. Al final, era inevitable que eso pasara.

Justo cuando Bella estaba empezando a atormentarse a ella misma, el rubio apareció de nuevo disculpando se con ella por haber desaparecido de la nada.-Lo siento Bella. Necesitan que coja un vuelo mañana por la mañana a México. Quieren que esté allí un par de días antes...

-Y cuál es el problema? Ya me gustaría a mí viajar como tú...

-No quiero dejarte sola, el martes es tu cumpleaños y te prometí que iríamos a la feria.-Michael se sentó a su lado con cara de cachorrito húmedo.

Anabella se rió mientras le daba palmaditas en la espalda.- Mickey, no me importa. Podemos ir otro día...

El muchacho agachó la cabeza triste por no poder estar en el cumpleaños de su mejor amiga. Realmente quería, pero tenía la carrera en México.

De repente, Michael levantó la cabeza muy rápido. Tan rápido que Anabella temió que se partiera el cuello.-Vente-

La chica lo miró confundida por unos instantes.- Que vaya a dónde?-

-A México. Vente conmigo a ver la carrera.

-Me estás vacilando, no?- Bella no se esperaba para nada que le propusiera ir con él a verle correr en la carrera.-Para nada, lo digo en serio Bella...

° ° °
Y ahí estaba ella. Gritando y saltando de alegría. Michael había llegado quinto en su segundo año en la F1. Y por si fuera poco, era su cumpleaños!

F1 One-Shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora