F1 One-Shots

It's Inevitable- Ayrton Senna

Corta es como se quedaba Alexia si intentaba describir su dolor de cabeza con "terriblemente taladrante". La chica se había quedado dormida sobre la mesa de su habitación mientras estudiaba para sus exámenes finales. Aunque de mala gana, porque era sábado.

Y, para ser sinceros, eso era algo muy habitual. Alexia se pasaba la vida estudiando para ser la mejor. No tenía casi amigas por culpa de su competitividad en los estudios, y tampoco tenía novio porque prefería estudiar a salir de fiesta. Así que, sin vida social, la chica solo estudiaba, estudiaba y estudiaba.

Alexia se enderezó con cuidado mientras escuchaba su columna crujir y se apretaba la sien-Madre de Dios... Pero qué hora es?...-

Esa noche, había estado haciendo los apuntes del tema más corto y sencillo para el examen que tenía el lunes. Por ello, a la vez que escribía, había puesto carreras antiguas de la formula uno hasta las tantas de la madrugada. Madre mía, la formula uno. Si había algo que le gustaba más que ser la mejor, eran las carreras de monoplazas.

Frente a la mesa tenía una gran cantidad de fotos, entradas antiguas y un estante flotante en el que tenía libros sobre pilotos y mecánica. Pero, la guinda del pastel, era un gran poster enmarcado en el centro. Y la figura principal del poster era el casco de Ayrton Senna con su firma justo abajo.

Y, es que, si tuviera que elegir un solo tema de conversación, ese sería el piloto brasileño. Era su fuente de inspiración y probablemente el único hombre que Alexia consideraba decente como pareja. Aunque, por supuesto, eso era imposible. La chica había nacido unos 36 años después que él y además, en España. 

Alexia se levantó de la silla y a paso lento se acercó a la ventana de su habitación para abrir la persiana cuando se dio un golpe contra un mueble.- Pero que coñ...- Se quedó quieta durante unos instantes para que se le pasara el dolor. Pero, antes de si quiera poder hacer eso, sintió como si un valde de agua  fría le cayera en la cabeza. Al lado de su ventana no había ningún mueble... Contra qué se había dado? 

Poco a poco comenzó a ver mejor en la oscuridad y ahí sí que se le paró el corazón. La ventana estaba justo en la otra parte de la habitación. Se abalanzó hacia la pared tropezándose con cosas desperdigadas por el suelo y levantó la persiana con fuerza.

El calor le golpeó la cara como una bofetada y la luz la hizo retroceder. Esa no era SU habitación, además, porqué demonios hacía tanto calor en enero? Sacó el móvil rápidamente de su bolsillo para ver la hora.- Sin batería? Enserio?! Pero dónde puñetas estoy?..-

Alexia observó detenidamente la habitación en la que se encontraba en busca de algo que le pudiese dar una pista sobre dónde estaba. De más está decir, que ahí no había mucha cosa. 

Caminó hacía una mesita de noche que había al lado de una cama en la pared izquierda. Rebuscó en los cajones y solo encontró libretas, dibujos, y muchos bolis de colores.

Cerro el cajón con furia y se sentó en la cama.- Qué está pasando...- la cabeza le dolía como el infierno y no podía hacer otra cosa que masajear se la sien. Al mirar en el suelo, encontró una carta que sobresalía de la cama.

-São Paulo... Ah, claro, eso explica el calor...- Alexia se rió al ver los datos y se levantó de la cama- PERO QUÉ?!..- Vale, tal vez no lo había procesado del todo cuando lo leyó.

Agarró la carta y salió de la habitación a toda prisa. Qué hacía en Brasil? El pasillo estaba lleno de puertas elegantes numeradas y con tarjetas de "no molestar"- Vale, un hotel, a ver... Tiene que haber alguien a quién le pueda preguntar...-

Alexia se dirigió hacia un ascensor que había al final del pasillo y marcó la planta principal. Tenía que averiguar qué hacía ahí. O mejor, cómo había llegado.