Izuku se tambaleó constantemente en su camino a casa, su día convirtió hasta lo más profundo de su cuerpo en un revoltijo de emociones. Cada paso se sentía más pesado que el anterior, cada respiración se volvía más profunda y su mirada crecía en intensidad mientras se movía con toda la intención de no frenar.
Y entonces la puerta de su casa se abrió revelando a su madre, los ojos de Izuku se suavizaron cuando la mujer peliverde le dió un gran abrazo.
—Izuku ¿Te sucede algo? ¿Po-Porque luces tan cansado? —Pregunto Inko, la notable preocupación en su rostro saco a Izuku de su trance, junto a la suave caricia que ella dejó en su mejilla.
—E-Estoy bien, solo estuvo algo pesada la escuela.
Izuku omitió todo el incidente del villano de lodo, sabía que la Sra Bakugou le contaría a su madre de todas formas y realmente no quería pensar en eso pronto, ya tenía demasiado presente. Le dió a su madre una última sonrisa para calmarla antes de caminar a su habitación, derrumbándose en la cama mientras su mochila caía al piso.
Había aceptado el poder de All Might.
No era un sueño, no era alguna clase de fantasía causada por el incidente del villano de lodo. All Might le dijo que podía ser un héroe y le ofreció su poder, además de entrenarlo para dominarlo y el acepto.
Izuku no era tonto, tenía buenas calificaciones en la escuela y los análisis en sus libretas denotaban su gran capacidad para evaluar situaciones, recibir el poder y entrenamiento del héroe número 1 significa que el, de hecho, sería el siguiente número 1. ¡¿Porque dijo que si al instante?! ¡¿Porque no le pidió más tiempo a All Might para pensar en esa decisión?!.
Ah claro...
Porque no tenía ninguna razón para negarse.
Incluso si paso toda su vida buscando quien le dijera que podía ser un héroe a pesar de no tener poder, sabía muy bien lo peligroso que podría ser intentarlo. Su propio fracaso con el villano de lodo le demostró que, si bien podía actuar y tener el corazón de un héroe, no tenía la fuerza para ser uno que se enfrente al peligro. El renuncio a su sueño esa tarde, solo para retomarlo en cuanto All Might le ofreció su quirk.
El quirk del N°1, una antorcha sagrada que se transmitía de generación en generación cultivándose en cada portador, All Might lo obtuvo tambien y ahora era su turno de llevar esa antorcha. All Might le dijo, que el brillo mucho más que cualquier héroe presente en ese incidente, le dijo que a pesar de no tener fuerza el tenía el corazón de un héroe...
Izuku sonrió como un bobo al recordar eso, sus ojos comenzando a humedecer ante el reconocimiento de sus acciones. Mamá siempre le dijo que tenía el corazón de un héroe, pero después de tantos años siendo llamado perdedor que el propio héroe número 1 lo llamara así... Se sintió bien, como demasiado bien, como ese dulce que siempre quiso probar de niño.
Izuku se tomó un momento para respirar, miro toda su habitación repleta de mercancía del héroe número 1 que había recopilado durante años. La sonrisa del héroe en sus figuras, los mensajes motivadores y heroicos en los pósters, el regocijo en cada periódico donde se mostraba el heroismo del número 1... Este era el legado de All Might, era la altura de la montaña que Izuku debía escalar ahora que recibió el honor de heredar su poder.
Izuku cerró los ojos una vez más, asimilando lentamente la idea de que ahora el tendría que entrenar para ser el próximo héroe número 1, no solo un héroe fuerte, no solo un joven heroico, sino el más grande de todos, el Numero 1.
Izuku se levantó de la cama y se movió hacia su espejo de cuerpo completo, mirándose en el con una expresión tenue que denotaba la fragilidad de su estado de ánimo.
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Número 1.
FanfictionEl lo había elegido, le puso la carga en sus hombros e Izuku tenía que cumplir con eso. El era el siguiente en la lista para tomar el trono y levantar la espada... el sería el número 1.