Si un día...

Pierdo el control

Deja ir la ilusión del control exterior.
El flujo del universo continúa contigo o sin ti.
No puedo controlar el universo, pero puedo controlar cómo me siento, cómo respondo a él, cómo manejo mi forma de ser.
No puedes domar a la vida, pero aprendes a vivir en sincronía con ella.

Tal como el surfeador se vuelve uno con la ola, tal como el ave vuela con la corriente.
La vida no se trata de pelear en contra de ella, ni de luchar, ni de resolverla.
Se trata de volverte uno con la vida, aprender que las cosas malas que te suceden no son siempre tu culpa pero tú tienes la responsabilidad de elegir qué harás al respecto.

La mentira más grande que te has impuesto, es que no puedes cambiar lo que te sucede.