Si un día...

Desconfío

No hay nadie más a quien creer que en ti misma.
Lo que está frente a ti en este momento tú lo escogiste para ti, de alguna u otra forma está ahí por algo.

Hay un motivo para todo, hay una razón para todo.
Sin embargo, no lo vas a descifrar en el momento, ¿De acuerdo?
Con paciencia, delicadamente, ve hacia ello y analiza bien.
No dudes en hacer el bien, y si dudas cuando vayas a hacer algo, no lo realices.

Después de todo, tu debes creer en ti por creer, y creer cuando desconfías.

Y yo decido creer en aquellos que quieren un bien para mí, y desconfiar de los que me han lastimado antes.

La gente que te daña, que miente, que engaña, no cambia ni deja de ser de esa forma, solamente se vuelven mejores pretendiendo en serlo.
Cuando la gente realmente cambia, no te lo intenta demostrar con palabras, sino con acciones.

Y si después de todo, lo que pensaste que te iba a dejar o se iba a ir, vuelve a ti, es porque siempre te perteneció. Siempre existió y existirá ese vínculo.

Que ni tú ni yo y el destino podrán hacerte olvidar.

Las personas y situaciones se quedan en nuestros recuerdos.
Los recuerdos nos provocan sentimientos.
Y los sentimientos siempre se quedan en nuestro corazón.

Nuestro corazón y alma, son eternos.
Así que, cuando en esta vida sientes desconfianza sin razón aparente, es por un motivo.

Y si algún día desconfías: recuerda cómo te sientes con esa persona, porque tu corazón siempre sabrá la verdad.