C A P I T U L O E X T R A

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– No tienes que hacerlo créeme, puedes quedarte aquí con Kiri y los niños.

– Quedarme con Kirishima y los mocosos prefiero ir contigo.

– No no no mis padres están locos, prefieron que te quedes aquí, si?

Katsuki solo lanzó una de sus miles miradas a su esposa quien trataba que el no saliera de la casa, sus hijos y amigo dormían en aquella lujosa sala con la televisión prendida mientras veían las películas que algún día le pertenecían a su mamá/ amiga, aquellas películas que fueron regaladas a ella en una hermosa caja junto a una carta.

Katsuki solo lanzó una de sus miles miradas a su esposa quien trataba que el no saliera de la casa, sus hijos y amigo dormían en aquella lujosa sala con la televisión prendida mientras veían las películas que algún día le pertenecían a su mamá/ am...

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– Katsuki Bakugo!!!!

– En nuestra casaaaaaaa!!!!!

Ella solo veía como sus padres saltaban de emoción al ver a uno de los empresarios más jóvenes y guapos todavía siendo esposo de su hija.

– Mucho gusto señores –Sonrio su esposo algo extrañado por el comportamiento de los padres de su esposa–

La señora pego un grito para minutos después caer al piso ante el bello encanto del chico quien solo veía dudoso a la señora.

– Valla hija, apesar de todo lograste ser alguien en la vida.

Eso causó tristeza en la chica pues pensaba que su padre había cambiado de opinión pero fue imposible por otro lado el rubio estaba a punto de explotar pues aunque fueran todos los dioses jamás permitiría que le hablaran así a si mujer.

– La cena está lista

Ambas parejas comían tranquilamente hasta que su padre lo volvió incómodo

– De todas las mujeres que podrías escoger me alegra que escogieras a mi hija –Sonrio su padre– Me sorprende que aun la aguantes.

– Siendo un chico bastante guapo te conformaste con mi hija debes estar loco muchacho –Dijo su madre quien sostenía aquel vino—

– ______ siempre ha sido una persona terca y muy muy muy grosera

Su hija solo bajo su cabeza pues le harían los comentarios de sus padres hacia ella.

– Ya veo –Fue lo único que dijo Katsuki–

La chica no podría creer eso pues todos estaban en su contra incluso su hermoso esposo quien solo tomaba del vino.

– Esta horrible –Reprocho Katsuki–

Los padres de la hermosa chica solo lo miraron pues ese vino era uno de los más deliciosos en el mundo

– Al igual que su comida –Sonrio– Prefiero mil veces la comida de su hija, aunque este quemada o le falta sal sabe más deliciosa, al igual que su hija sabe

Los ojos de sus padres y de la chica se abrieron de par en par al oir tan solo las palabras de el esposo de su hija, quien solo se levanto para tomar la mano de su bella esposa quien solo seguía en shock

– Y saben todo lo que dicen de su hija es solo tonterías, su hija es una de las mejores mujeres que existen aparte de mi madre y tía, ella es fantástica, las curvas que tiene su hija son tan magnificas, su trasero es tan esponjoso al igual que sus grandes y enormes pechos, que cada que veo a su hija me dan ganas de hacerle mil hijos, su comida es tan magnífica, sus hermosos ojos son tan bonitos. Ella es una maldita y hermosa mujer así que si no les importa me llevo a mi mujer! Y hasta luego par de idiotas!!!

Ellos dos salieron de la casa mientras oían los regaños de sus padres que eran para ambos, su esposo con tanta fuerza aventó a su esposa a dentro del auto quien solo sobaba su trasero para ver como su esposo cerraba su puerta para luego subir al auto.

– Son unos idiotas.

Su carro comenzó a andar mientras que su esposa oía sus maldiciones que le lanzaba a sus padres después de todo no le molestaba esos insultos se lo merecía.

– De verdad, piensas eso de mi?.

Las mejillas de su esposo ardieron, pues el pensaba eso y más

– Pienso eso y más de tu hermoso cuerpo, tus curvas fueron hechas para dar a luz a mis hijos.

Ahora la sonrojada era ella, no paso mucho tiempo para que su hermoso esposo se detuviera en un callejón.

Las manos de su esposo recorrían todo su cuerpo mientras se besaban, los labios de su esposo comenzaron a bajar por su cuello mientras que ella soltaba unos cuantos quejidos

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Las manos de su esposo recorrían todo su cuerpo mientras se besaban, los labios de su esposo comenzaron a bajar por su cuello mientras que ella soltaba unos cuantos quejidos.

– Dime mi amor –Su mano la llevo a sus mejillas las cuales apretó– tus caderas... pueden resistir toda una noche llena de sexo...

Enamorada de mi jefe [Katsuki Bakugo y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora