Vacunas

1.4K 191 61
                                    

Espero que les guste~

Nota: No sé ustedes pero recuerdo que cuando era más pequeña y decían "vacunas", yo tenia muchas ganas de huir. No me gustan las agujas, una razón más para no tatuarme xD

-¿Qué...?- MK parpadeo, lento y pausado, luciendo confundido. Se estaba esforzando por entender del todo lo que le estaban diciendo.

-Lo siento, pequeña sombra...- Macaque en serio lo sentía. Había intentado atrasar este momento, había suspendido muchas citas a lo durante un tiempo, pero sabía que había llegado a una fecha límite. -...pero es el día- en el calendario marcaba que ese mismo día, había cita con el médico, acompañado de un pequeño dibujo que lucia como una aguja.

-¿Vacuna?- sudo con miedo, tragando en seco. MK es un niño y aunque su mayor miedo son las arañas, horribles y peludas criaturas que se mueven demasiado rápido para su pequeño tamaños, no puede negar que las agujas le dan temor. Tiembla, mirando a su alrededor, buscando alguna excusa o salida. Ya están vestidos, Macaque incluso tiene una pequeña mochila y las llaves en las manos, la puerta abierta. -¡Jamás me atraparan con vida!- uso una frase que escucho en una serie y huyó, apenas esquivando el intento de Macaque por agarrarlo, aprovechando que la puerta estaba abierta para salir rápidamente.

MK estuvo en la calle durante mucho tiempo. Aprendió de manera obligada a ser rápido y ágil para huir de la gente enojada, aprendió a usar su pequeña estatura para escurrirse entre el gentío y conocía pequeños lugares perfectos para esconderse.

Esa habilidad aun esta con él, incluso después de haber encontrado un bonito hogar.

-¡Vuelve aquí, MK!- puede escuchar a su papá gritar y aunque quiere dejarse atrapar, para ser consolado con un abrazo y mucho cariño, teme a donde su papá pueda llevarlo.

-¡No!- su papá es un demonio con poderes, puede ver como las sombras a su alrededor se retuercen a su orden, pero se mantiene lo mejor que puede en el sol y continua corriendo, incluso si sus pequeños pulmones ya empiezan a arder, sabiendo que el mono no usará sus poderes por completo cuando hay tantas personas a su alrededor.

Se siente tono al huir de su papá, porque sabe que él no haría nada que no fuera por su propio bien, pero su miedo es fuerte y guía sus instintos, sin tener buenos recuerdos de doctores con agujas en mano.

Además, sabe que no va a llegar muy lejos, sus piernas son cortas pero su resistencia duro lo suficiente como para llegar al parque y no dudo en lanzarse a la primera banca vacía qué vio, removiéndose mientras se arrastraba para esconderse debajo. No era el mejor escondite, tampoco lo protegía del todo, pero era lo mejor que encontró en el apuro.

-MK...- Macaque no tarda mucho en llegar, acercándose con pasos lentos y cuidadoso, triste ante la actitud de su hijo.

-...no quiero...- se acurrucó más en su lugar, negándose a levantarse por cuenta propia. -...me va a doler...-

-No puedo prometer que no, chico. Lo siento- mentir solo iba a empeorar las cosas y a Macaque se le rompió el corazón ver como los labios de su hijo temblaban, luchando por aguantar las lágrimas. -No quiero llevarte pero las necesitas- una frase que se había repetido muchas veces a si mismo en un intento de no retroceder.

-Tu no necesitas vacunas- lo miro con un puchero, luciendo tan herido que una punzada de culpa atravesó el corazón ajeno.

-Lamento decirlo pero no somos de la misma especie, pequeño- se siente de piernas cruzadas, inclinándose apenas para mirarlo, esperando poder brindar algo de consuelo y calma. -Soy un demonio de cientos de años, mi sistema inmunológico es fuerte...- debía haber una enfermedad demasiado fuerte como para afectarlo e incluso entonces, no iba a poder matarlo. -...pero tu eres un niño humano muy joven, tu sistema inmunológico necesita las vacunas para mantenerte sano y fuerte para enfrentar lo que sea- el puchero del niño solo se agrando, no muy feliz con la respuesta. Macaque bufo, rascándose la nuca ante la falta de movimiento por parte de su hijo y sacando su teléfono, haciendo una ligera mueca ante la hora. Se le iba a hacer tarde. -¿Y si hacemos un trato?- ofreció como último método de llevarlo sin gritos o llanto.

-¿Qué clase de trato?- eso llamo su atención, su papá ofrecía buenos tratos pero solo en ciertos momentos.

-Si te dejas vacunar sin ningún problema...- fingió estar pensativo, aunque ya sabia que podía darle al chico para convencerlo. -...te comprare ese videojuego que tanto querías...- noto como los ojos ajenos se abrían con asombro y emoción, a lo que sonrió ligeramente. Conocía muy bien a su hijo. -...hasta te dejaré jugarlo todo el fin de semana- MK tarareo y aunque no se veía para nada contento, aun así salió de su escondite y acepto su triste destino, acurrucándose entre los brazos de su papá, dejándose llevar al consultorio.

A Macaque se le rompió el corazón en cuanto su hijo empezó a llorar por los pinchazos y tomo toda su fuerza de voluntad para no golpear al medico que solo estaba haciendo su trabajo pero al cabo de un rato, pudo tenerlo entre sus brazos, susurrando palabras de consuelo mientras lo dejaba sollozar contra su hombre.

Como odiaba las vacunas.

Papa MacaqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora