:: Día 5 :: Feromonas ::

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Después del incidente del "nido", si aun Katsuki no aceptaba del todo la idea, comenzó a observar a detalle su convivencia con Izuku, si bien siempre han orbitado el uno con el otro sin dificultad, al vivir 100% juntos como una pareja también el nerd había tenido algunos cambios. El primero que noto fue el cambio de aroma, Izuku tenía un olor qué a él le fascinaba pues sus feromonas suelen ser entre amargas y picantes propio del limón y el jengibre, sin embargo desde hace un poco más de un mes su aroma cambio agregando uno más dándole un toque picoso, al principio creía que el pecoso estaba enojado por algo sin embargo su carácter era igual, sabia que la intensidad de las feromonas evoluciona dependiendo del estado de ánimo o de salud, por eso un omega cambia a un aroma más amargo cuando esta enfermo o si esta en cinta a su aroma se sumará el de miel y leche pero en los alfas esto no sucedía, solo variaban en intensidad, se comenzó a preocupar.

La segunda cosa que noto fue el cambio de actividades en su pecoso, él solía ser el último en llegar del trabajo por lo que su amado peli verde estaría esperándolo en la sala o en la cocina, le daría la bienvenida canturreando para después llenarlo de mimos pero desde hace un mes lo encuentra dormido ya sea en la sala o en su "nido", parece estar cansado todo el tiempo cayendo dormido en cualquier lugar donde se encuentre cómodo y calentito, extraña ser bienvenido con mimos pero entiende que no solo su trabajo es pesado, su peli verde es un gran especialista en quirks solicitado por muchas agencias alrededor del mundo, Izuku es el héroe de los héroes y él está tan orgulloso de su pareja qué si debe privarse de unos cuantos mimos, esta bien.

Habiendo notando dos cambios, se agregó uno más, Izuku aumento su ingesta de alimentos incluyendo su preferencia de lo picante, algo sumamente raro pues no lo tolera aun cuando para el cenizo es un elemento primordial en la comida. ¿Cómo lo noto? Bueno, Izuku solía preparar la comida para ambos pero separaba las porciones, si era ramen prepararía su porción libre de picante y en otra olla tendría la de Katsuki preparada justo con la cantidad exacta de picante qué le gustaba pero ahora no había división, ambos comían de la única y gran porción extra picante. En alguna ocasión vio comer al pecoso sufriendo y disfrutando a la par el picante qué agrego a su katsudon, el rostro rojo, labios hinchados y colorados junto con lagrimitas en los ojos pero saboreando entre expresiones llenas de placer, no lo entendía y aunque le hacía ver lo raro de su comportamiento su pareja se limitaba a un – Es que no sabe si no pica – algo estaba mal y cada vez estaba más seguro.

Estaba decidido a confrontar a su pareja, tenia que ir al medico pues su comportamiento no era el normal y si, Izuku no era un alfa "normal" después de todo, su desarrollo no fue el típico en la casta y era obvio por su desarrollo físico sin embargo también sabían que Inko, como toda buena madre, llevo a su pequeño al medico tras su primer celo donde confirmaron su casta como un alfa, sin agregar lo recesivo u otro subgénero, simplemente un alfa afirmando qué su falta de desarrollo se debía a la falta de feromonas por el padre alfa pues el muy desgraciado los abandono inclusive antes de que Izuku naciera por lo que nunca fue perfumado por un alfa y fue exclusivamente por su madre omega quien se encargo de perfumarlo además de criarlo, pero además de eso todo se veía bien y con eso se quedaron los Midoriya. Ahora creía que quizás el medico era un imbécil si lo único que hizo fue hacer una serie de laboratorios sin examinar a profundidad pues quizás su nerd estaba experimentando cambios que no podía dar explicación, así que decidido esa noche lo confrontaría y arrastrará a la mañana siguiente al medico para aclarar todas sus dudas.

Qué débil era él gran Dynamigth cuando se trataba de las artimañas de Izuku, ni siquiera pudo iniciar su "intervención" y ahora tenia a su dulce , hermoso y sexy pecoso rebotando encima de su duro miembro auto penetrándose mientras gime su nombre pidiendo más, que débil es Katsuki ante la visual de como el generoso y esponjoso trasero de Izuku se traga su polla en cada rebote, se acomodo mejor cambiando su posición de recostado a sentado para poder repartir besos en la espalda pecosa de Izuku mientras qué sus manos inquietas atacan un bonito botoncito rosado en el pecho de Izuku y la otra comienza un suave bombeo en el miembro falto de atención para aumentar el disfrute de su pareja pero antes de llegar a su destino ambas manos interrumpieron su camino justo en el abdomen donde se fijaron acariciando suavemente sin interrumpir las acciones del pecoso qué no dejaba de dar brinquitos, Katsuki noto lo abultado de la zona y ronroneo, su lobo aulló moviendo su cola frenéticamente, siguió ronroneando, su instinto comenzó a pelear para tomar el control y él cedió, en un movimiento brusco qué no daño a Izuku lo coloco sobre la cama boca arriba penetrándolo de golpe provocando un fuerte gemido, aceleró las estocadas llevándolos al clímax al mismo tiempo, sintió su nudo crecer en el interior de Izuku arrebatándole a ambos fuertes gruñidos, no era la primera vez que pasaba y el pecoso resistía como todo un campeón aun cuando su cuerpo no era apto para soportarlo, aunque su lobo tenia mayor parte del control aun Katsuki era consciente de lo que sucedía así que en cuanto pudo moverse salió del interior de Izuku comenzando a dejar besos primero en sus labios, cuello, pecho hasta el abdomen nuevamente sintió como estaba abultado, su lobo tomo más fuerza en cuanto olfateo la zona, nuevamente ronroneo cada vez más fuerte dejando vibraciones en la piel contraria, Izuku rio ante la sensación curioso del actuar de su pareja pero dejándolo ser, Katsuki siguió repartiendo besos y ronroneando soltando feromonas llenas de felicidad que relajaron al peli verde, entre besos sin despegar sus labios de la piel con un tono dulce y suave soltaba balbuceos qué el pecoso no alcanzaba a entender pero que de alguna forma le daban felicidad y lo sabia por que su lobo brincaba agitando su cola, ambos estaban felices aun si él no entendía el motivo, esa sensación y la feromonas de su pareja le llevaron a un sueño profundo y tranquilo, Katsuki y su lobo continuaron su labor soltando – Míos, solo míos – Una y otra vez hasta que el sueño le venció con una sonrisa en el rostro.

Mi alfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora