:: Día 7 :: Cachorro ::

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La maternidad era un asco, ese pensamiento se atravesó tantas veces en la mente de Izuku mientras avanzaba su embarazo, no lo mal entiendan amaba a sus pequeños milagros pero el proceso era una patada en las bolas, al inicio el cansancio y los antojos eran manejables e inclusive imperceptibles para él pero cuando llego a los cuatro meses las cosas se volvieron más pesadas, al ser dos cachorros en un cuerpo qué no estaba hecho para una gestación todo se le hizo más difícil, el peso de los tres porque él aumento en peso también, le estaba moliendo la espalda, moverse con su vientre abultado cada vez era más difícil y sin mencionar lo jodido qué estaba con las hormonas pues a su forma, una muy torpe, su cuerpo se adapto, su aroma se volvió picante a tal grado qué alejaba a alfas y omegas sin distinción, algo que agradecía pues el que quisieran acariciar su vientre cada vez sin si quiera preguntar provocaba qué quisiera arrancarles las manos - ¡Es que yo no soy así! – Cada vez que esos pensamientos agresivos se apoderaban de su mente corría a llamar a su Kacchan lloriqueando esas palabras, él no era agresivo y nunca le haría daño a nadie, aunque esa vez que golpeo a Kirishima fue la excepción.


Él comer constantemente llevando a escondidas siempre algún alimento picosito le hacía sentir culpable pues la doctora había dejado en claro que debía controlar su peso pues eso de comer por tres no era cierto y solo tenia que comer saludable, Kacchan también lo regañaba cuando encontraba en su mochila envolturas e inclusive comida escondida, nuevamente lloriqueaba pues él solo tenia hambre y sus cachorros no podrían pasar esas penumbras sintiendo qué su madre no les proveía suficientes alimentos, solo Mamá Mitsuki lo entendía consintiéndolo en cada antojo además de regañar a su tonto hijo por regañarlo, si Mitsuki era una mujer sabia y fuerte, quería vivir con ella porque inclusive su mamá lo regañaba por no seguir indicaciones pero él solo tenia hambre, que tan malo era eso.


El cansancio nunca lo abandono, al contrario aumento, podía caer dormido en cualquier lugar donde pudiera sentarse o acostarse pero no se dejo vencer, amaba su trabajo y aun cuando sentía que sus ojos se cerraban solos nunca incumplió sus labores e inclusive adelanto varios trabajos para poder estar libre una vez que sus pequeños nacieran, quería estar con ellos todo el tiempo y que no se sintieran sólitos como él de niño, sabe que su mamá es una excelente mamá pero al estar sola criandolo tuvo que dejarlo mucho tiempo solo y no quiere eso para sus cachorros, así que si tiene que elegir siempre será a ellos.


Katsuki se había enamorado una vez más de su pecosito, verle con su vientre abultado y mejillas regordetas por el peso aumentado era adorable pero había otras ventajas, pues el libido de su pareja se multiplicó y si ya de por si eran activos ahora era peor aunque él hacia mayormente el trabajo pues la pancita dificultaba la labor pero aun así Izuku se esforzaba montando con maestría su miembro, era algo que atesoraría toda su vida pues pese al disfrute qué provocaba tener a su peliverde agitado suplicante por más también se tenía que preocupar por todo el rebote de la pancita tratando de disminuir el impacto con sus manos, la doctora dijo que estaba bien y no representaba un riesgo pero él miedo no desaparecía, por eso prefería ser el quien llevara el ritmo, estaba más tranquilo de esa forma.



Shoto odiaba su mala suerte ese día, si bien era amigo de Katsuki su relación con Izuku se dio más natural y rápida, el chico era increíble en todo aspecto provocando qué se entendieran al instante, sumado el embarazo qué lo hacía ser tan infantil para él era divertido pues en más de una ocasión hicieron cosas dignas de un par de niños, Shoto solía visitar a Izuku para ir al parque donde jugaban en los diferentes juegos qué había y todo por contarle qué nunca pudo hacerlo de niño y ahora de adulto se avergonzaba, ahora entendía lo divertido de arrojarse de una resbaladilla, de columpiarse hasta sentir que sus pies alcanzaban el cielo aun cuando gracias a su quirk el podía literalmente volar también probo diferentes golosinas y comida rápida, si no fuera por su entrenamiento seguro estaría igual de redondo qué Izuku, un plus era la debilidad qué tenia el pecoso por las cosas de bebé y él tenia la tarjeta de su padre dispuesta a ser usada indiscriminadamente, igual Endevor había caído ante los encantos de Izuku y no lo molestaba auspiciar muchos de sus gustos, aunque Katsuki no parecía tan contento pero ni el gran Dynamigth podía con el berrinche de un Izuku embarazado.

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