cinco.

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—Los resultados estarán mañana en la mañana.

Felix levantó la vista, quitando sus ojos de Jeongin para fijarlos en el doctor Choi, amigo de Hyunjin y quien iba a llevar a cargo el examen de sangre para corroborar que Hyunjin era el padre de Jeongin. Felix nunca fue bueno mintiendo, pero esa situación lo ameritaba, y si Hyunjin estaba seguro de lo que hacía... iba a confiar en él.

—¡Chupetín! —chilló Jeongin, sentado sobre la mesa del doctor cuando Bomin le tendió el dulce con una sonrisa amable.

Hyunjin le revolvió el cabello a Jeongin.

—Me entregarás los resultados sólo a mí, ¿cierto? —le preguntó Hyunjin a su amigo.

Bomin enarcó una ceja, sonriendo con diversión.

—¿Qué clase de amigo crees que soy? —se burló Bomin —Vamos, quiero hablar un momento contigo.

Hyunjin soltó un bufido, mirando a Felix, que estaba observando a Jeongin chupar el dulce que le dieron. Sin pensarlo mucho, se inclinó y le dio un beso en la mejilla, murmurándole que volvería enseguida. El omega se limitó a sonreírle dulcemente, asintiendo y poniéndose a cantarle a Jeongin.

Ambos alfas salieron de la oficina, comenzando a caminar por los pasillos.

—Así que... —comenzó a decir Bomin con calma—, ¿tu omega?

El pelinegro se encogió de hombros.

—Lo vi y lo quise —contestó en voz baja.

—Vaya —los ojos de su amigo brillaron con burla—. Quién habría dicho que el dulce y adorable Hwang Hyunjin terminaría enamorado.

—Vete a la mierda —dijo Hyunjin.

Bomin comenzó a reírse antes de ponerse serio.

—¿Tu madre...?

—Está en contra de esto —Hyunjin hizo una mueca—, pero sabes que nunca me ha importado su opinión —suspiró—. Lo que realmente me preocupa es esto. Felix... no estaba dispuesto a perder a Jeongin para ser mi omega.

Bomin lo observó, enarcando una ceja.

—Bien pudiste forzarlo —el tono de su amigo era ahora suave—. Sabes que un omega no puede hacer nada ante un alfa. Sabes que, si hubieras querido, podrías haber matado a su bebé, para luego declarar al omega como tuyo a pesar de que no quisiera.

Hyunjin pensó si eso hubiera pasado. Si ese día que vio a Felix en el jardín de su casa, arreglándolo mientras le hablaba a Jeongin, se hubiera acercado con dobles intenciones hacia el bebé. Si le hubiera roto el cuello ese día a Jeongin y después tomar a Felix como suyo.

Un escalofrío recorrió su espina dorsal.

El sólo pensamiento de esa situación era algo demasiado grotesco para él.

—Felix merece a alguien que lo ame y lo cuide, no a alguien que lo haga sufrir —respondió tranquilamente.

Hyunjin quería borrar la sonrisa burlona del rostro de Bomin con un puñetazo.

Pero se limitó a rodar los ojos.

—Así que harás pasar a ese bebé como tuyo para que nadie sospeche —Bomin negó con la cabeza—. Es un buen plan, lo sabes, pero... si el Gobierno llega a enterarse...

—Nadie va a enterarse.

Bomin lo miró, asintiendo.

—Seré el único que haga y vea los resultados —prometió su amigo, antes de abrir la puerta de la oficina.

kilig ୨ৎ hyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora