seis.

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Hyunjin arrugó los labios cuando la alarma del móvil sonó, y se revolvió en la cama, apagando su celular antes de suspirar.

Sus ganas de ir a trabajar eran inexistentes, y se sintió peor cuando, de pronto, Felix lo abrazó por la cintura, acurrucándose a su lado y dándole un pequeño beso en el cuello. Hyunjin lo miró, chocando con sus ojos castaños, sonriéndole al notarlo amodorrado, aunque con una ligera sonrisa.

Era la primera noche que Felix pasaba a su lado como su pareja, durmiendo en su cama, después de mudarse definitivamente. Y la sensación era más que perfecta: era única.

—¿Tienes que ir a trabajar? —murmuró Felix, dándole un pequeño beso.

—Sí —susurró Hyunjin, revolviéndole el cabello.

—No... —Felix escondió su rostro en su pecho, como un niño pequeño—. Quédate conmigo y sigue durmiendo. Eres muy cómodo.

Hyunjin soltó una pequeña risa ronca, negando con la cabeza, y miró el techo, pensando en lo bien que se sentía Felix en sus brazos. En lo cómodo que era tenerlo así, protegido totalmente, sin nadie que pudiera hacerle daño.

—Mi amor... —murmuró Hyunjin, frotando su mejilla contra el cabello de Felix.

—Bueno, está bien, me levantaré e iré a prepararte el desayuno...

—Lix —se miraron a los ojos, y Hyunjin le besó en los labios con lentitud, llenándose con ese simple gesto—, puedes quedarte durmiendo, ¿sabes? No es necesario que te levantes conmigo a esta hora.

—Pero...

—Nada de peros —le dio otro beso, sonriendo de lado—. He vivido solo desde los dieciocho años, Lix, sé preparar un desayuno.

Sin un poco de convicción, Felix asintió y lo abrazó, besándole la mejilla de paso.

—Te quiero, alfa gruñón —le dijo cariñosamente.

—Yo también, bebé —Hyunjin se quitó las mantas de encima, revolviéndole el cabello—. Iremos a cenar fuera, ¿te parece? Para celebrar tu llegada a casa.

—Eres demasiado lindo conmigo —Felix sonrió, dejando que Hyunjin lo arrebujara entre las sábanas—. Siento que no... que no merezco esto de ti.

Hyunjin le pellizcó las mejillas, sin soltarlo un poco, y le besó la punta de la nariz.

—Te mereces esto y más —Felix sonrió tímidamente—. Ahora duerme, te llamaré durante el día, ¿bien?

—Está bien —Felix se acurrucó entre las sábanas, sin dejar de mirarlo—. Te quiero, Hyunjin.

Hyunjin le respondió con un beso antes de ir al baño.

Minutos después, salió de la ducha, notando que Felix se quedó dormido, y permaneció unos minutos admirándolo, notando su suave perfil perfecto, su desordenado cabello castaño, sus mejillas abultadas, su labio inferior sobresaliendo en un puchero inconsciente, los pequeños resoplidos que soltaba.

Dios, Felix era hermoso. Era el omega más hermoso que vio alguna vez en su vida, y se sentía demasiado afortunado de haber sido elegido como su alfa.

Quería tenerlo siempre en sus brazos, riendo, siendo el único lugar al que Felix iba a mirar siempre.

Se inclinó, dándole un beso en la frente.

—Voy a protegerte de todo, lo prometo —le susurró antes de marcharse del cuarto.

...

Seungmin estaba un poco estresado, por decir lo mínimo.

Como era verano, Jisung y Chan estaban de vacaciones, por lo que los tenía en la casa con la misión de cuidarlos y evitar así que hicieran un desastre, lo que no estaba pasando en ese momento.

kilig ୨ৎ hyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora