¿Qué tanto era excederse?Dormir para mí era un eufemismo, no podía cerrar los ojos sin que las imágenes de mis últimos momentos de vida llegarán, siempre era lo mismo, yo en el suelo rodeado de sangre y la cara satisfecha de Sukuna. Lo peor era que mi instinto me decía que si bien estaba "reparando" el pasado, aún había una línea temporal donde yo yacia muerto y mis estudiantes debían enfrentar a una maldición.
"¿que habrá pasado?, ¿lograron vencerlo?, ¿Itadori hizo frente a Sukuna?"
Preguntas sin respuestas, solo podía concentrarme en mi misión, ya daba igual lo que pasará después.
Así que salgo de mi cuarto y tocó con insistencia el cuarto de mi amigo. El abre la puerta y no lucia diferente a la última vez.
–Satoru, son las seis de la mañana.
Era muy consiente de eso, asi que le tiró unos tenis y le obligó a salir.
–Lo se, es la hora perfecta para salir a correr.
Recuerdo que Suguru siempre fue flojo, era responsable, pero impuntual y le gustaba dormir, sin embargo en cuánto a la actividad física era muy bueno, así que siempre jugábamos basquetbol y montabamos la bicicleta, eran nuestras actividades favoritas.
Recordando un poco lo que decían los libros y sus sugerencias, una buena forma de lidiar con la depresión era mantener la mente ocupada en diferentes actividades, en este caso el ejercicio era una buena forma de despejar la mente y ayudar al cuerpo.
Así que tomando a Suguru del brazo lo llevo a las afueras de la escuela, ahí Shoko ya estaba con un conjunto deportivo viendo su teléfono.
–¿Tu también?
Pregunta Suguru y ella solo levanta los hombros, los tres empezamos a trotar, no era una competencia, solo queríamos relajarnos con el paisaje y sentir el esfuerzo en nuestro cuerpo. Mi amigo parecía muy encerrado en sus pensamientos, pues su mirada se mantenía en el suelo y no decía nada. Shoko me hace una seña y se detiene para dejar que tomemos la delantera.
Entiendo lo que quiere, así que golpeo el hombro de Suguru sin mucha fuerza.
–¡Unas carreritas!
Y aceleró mi paso, Suguru se queda viendo por un momento mi trayecto y al captar la idea corre detrás de mi. Ambos somos muy rápidos y vamos a la par.
Suguru no piensa nada más que en ganarme, siento su cuerpo muy cerca del mío y en broma lo empujó.
–¿Es lo mejor que puedes hacer?
Le digo y el se lo toma personal, al final el logra ganarme y se recuesta en el suelo, su pecho subía y bajaba, al igual que las gotas de sudor que recorrían todo su rostro. Yo me limito a sentarme a su lado y apreciamos el paisaje. Ya era las ocho de la mañana y el bosque lucía muy pintoresco.
–Idiotas
Shoko nos lanza unas botellas de agua y se sienta a nuestro lado.
El ambiente entre los tres es tranquilo y todo parece que irá bien, podíamos lidiar con todo, yo lo sé.
–Chicos...–Suguru nos llama y lo vemos dando toda nuestra atención –¿creen que todo lo que hacemos vale la pena?
Ahí estaba, su primera inseguridad emergiendo al exterior. Shoko y yo intercambiamos miradas y ella pide hablar primero.
–Es imposible saberlo con certeza.
Se limita a decir y Suguru aprieta la botella en sus manos. Si bien no había un contexto detrás de la pregunta, nosotros sabíamos a la perfección a lo que se refería, el hecho de sacrificar nuestra existencia por el bien de otros.
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Tiempo y Destino
FanficLa familia Gojo siempre ha sido el equilibrio entre maldiciones y humanos, por ello ante el sacrificio del último heredero Gojo, Tiempo y Destino decide darle un regalo. "Quiero darle a Suguru una vida feliz"