La intervención del consejo.

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POV. K

En cuanto entré en fase, ya mi imprimación había dejado de ser un secreto para convertirse en un insistente eco que no dejaba de resonar en las mentes de todos los miembros de la manada.

- ¿Un Lee? – Jo parecía realmente escandalizado con el asunto.

- ¿ Lee Heeseung? – a Nicholas en cambio, se le notaba divertido, seguramente porque eso le daba más motivos para meterse conmigo.

- K.... eso es... – Yejoon se mostraba atónito y Fuma se mantuvo en completo silencio. No sé en qué pensaba y tampoco parecía dispuesto a mostrárnoslo.

- A mi casa – fue lo único que se dignó a decirme. Era una orden del Alfa y debía obedecerla.

Entré con miedo en su casa. Yuma, como siempre que yo iba, estaba alrededor de los fogones. Fuma la saludó afectuosamente y me hizo una seña para que me sentara en una silla alrededor de la mesa. Él ocupó otra y comencé a sentir como el tiempo pasaba muy despacio.

Fuma se mostró muy serio, como si le hubieran planteado un difícil problema de matemáticas y no encontrase la forma de resolverlo. Me miraba de soslayo. Primero a mí, luego a la mesa, a sus manos inquietas, a la puerta, a Yuma. Así una y otra vez hasta que pudo dirigirme la palabra.

- Lee Heeseung – tuvo que carraspear después de hablar.

- Lee Heeseung – secundé. Por alguna razón, me ruboricé. Su rostro no se me iba de la cabeza y me provocaba esa reacción.

- Es un vampiro, K – a pesar de haber dicho mi nombre en la frase, parecía que se lo decía a sí mismo. Para poder creérselo – Esto no había pasado jamás... al menos que yo sepa. No tiene sentido.

- ¿Por qué no? A mí me gusta que sea Heeseung – no era mentira.

- Obviamente que te gusta. Ahora es tu mundo entero K... – miró a Yuma, pero enseguida volvió conmigo – Escucha... para mí, la imprimación significa supervivencia – no pude evitar una mueca de extrañeza – Supervivencia de la especie. Nos sentimos atraídos por aquella persona con mayores posibilidades de transmitir nuestro gen de la licantropía, pero en tu caso...

Caí en la cuenta y lo pronuncié en voz alta

- Yo nunca podría tener descendencia con Heeseung.

- Eso es – parecía complacido de ver que yo lo había entendido a la primera – Al menos esa es mi teoría, por eso no lo entiendo. Aunque está claro que es lo que ha pasado. No cabe duda de que ese Lee es ahora tu imprimación por lo que hemos visto. Y espero que comprendas K que debo hablarlo con el consejo – Oh, no, Kentaro – Es algo de lo que no tengo conocimiento y no sé lo que debamos hacer ni cómo actuar. Obviamente, le trataremos como a Yuma, pero existe un tratado con esos vampiros que ahora no sé qué valor pueda tener.

- Entiendo – ¿Qué otra cosa podía decir? Lo bueno era que ahora la manada no podía odiar a Heeseung. No podrían hacerle daño, porque eso implicaba hacérmelo a mí. Era genial pensar que en caso de estar en peligro, mis hermanos y yo acudiríamos en su ayuda. Que yo estaría a su lado para evitar cualquier cosa que pudiera pasarle.

Aunque siendo un vampiro... dudo mucho que me necesitara demasiado.

- ¿Cómo te encuentras K? – su rostro se había relajado y parecía más cómodo en la silla.

- Bien – algo aturdido por la situación, pero era soportable.

- Me refiero... estás aquí... y vas a necesitar de su compañía. Puede que ahora estés bien o eso te lo parezca, pero no podrás pasar demasiado tiempo alejado de él. Y luego está... lo de Sooha.

Novilunio || K/HeeseungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora