Puro chantaje

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POV. Heeseung

- Si te pido que hagas algo, ¿confiarás en mí? – pregunté a Sooha en el coche mientras la llevaba al instituto el lunes a primera hora.

- Eso depende – dijo ella desconfiada.

Aparqué en una de las plazas libres, apagué el motor y la miré, tenso.

- Quiero que te quedes en el coche – pedí – Quiero que esperes aquí hasta que regrese a por ti.

- Pero ¿por qué? – en cuanto miró por el parabrisas, supe que lo había visto. Allí parado, junto a su moto negra aparcada sobre la acera. Sobresalía por encima de los demás rostros pálidos. Vestía una ajustada camiseta negra de manga corta, aunque el día fuera en apariencia frío y unos vaqueros rasgados y manchados de grasa. Mostraba una actitud tranquila, pero yo sabía lo que se cocía en su mente. Quería venganza. Venganza por haberme marchado el fin de semana sin decirle ni una palabra. Por haber puesto tantos kilómetros de distancia entre él y yo. Sabía que había vuelto a rondar por mi casa dado que Ni-ki me había puesto al tanto. Pero nunca creí que fuera capaz de llegar a una cosa así – No me voy a quedar en el coche – dijo Sooha en sus trece, cabezota como era.

Suspiré derrotado

- Bien... acabemos con esto de una vez.

El rostro de K se endureció en cuanto Sooha y yo nos bajamos del coche y ella unió su mano con la mía. Y para colmo, los estudiantes de alrededor parecían haberse percatado de que algo raro sucedía. Aquel chico no era un alumno más y tenía pinta de problemático. Cuando nos acercamos lo suficiente a él, puse a Sooha a mi espalda, como había hecho en bosque. No podía pasar por alto sus pensamientos hostiles hacia ella.

- Si querías hablar con Sooha, podrías haberla llamado – dije molesto.

- Lo siento – dijo el, aunque sabía perfectamente que aquello era una mentira como una casa – No estaba seguro de que habían vuelto de Jeolla – Embustero.

- Podríamos hablar en otro momento. Las clases van a empezar.

- ¿Por qué no ahora? – iba a acercarse, pero la mirada que le lancé se lo impidió – Será rápido.

- Ya sé lo que has venido a decir. Mensaje entregado. Considéranos advertidos.

- ¿De qué estás hablando? – me preguntó Sooha.

- ¿No se lo has dicho a ella? – la sonrisa de K se ensanchó. Era buen actor desde luego.

- Por favor, déjalo ya K – pedí en tensión.

- ¿Qué es lo que no sé Heeseung? – ahora la que empezaba a molestarse era Sooha. Justo lo que aquel insoportable perro había venido a provocar. Una pelea entre los dos. Yo no podía dejar de mirar a K con la mandíbula apretada de la rabia – ¿Koga?

- ¿No te ha dicho que ese... hermano gigante que tiene, cruzó la línea el sábado por la noche? – había sarcasmo en sus palabras – Nicholas estaba totalmente en su derecho de...

- ¡Era tierra de nadie! – interrumpí. Tuve que cerrar los puños y respirar hondo un par de veces para no partirle la cara allí mismo.

- Sabes que tu hermano no tiene permitido entrar en la reserva. Él no – aclaró con media sonrisa asomándole en los labios.

- ¿Ni-ki y Nicholas? – Sooha estaba llevando a cabo sus propias cavilaciones – ¿Qué pasó? ¿Es que se han enfrentado? ¿Por qué?¿Está herido Nicholas?

- No hubo lucha – dije para calmarla – nadie salió herido. No te inquietes.

- No le has contado nada en absoluto, ¿verdad? – K ahora sonreía triunfante. Objetivo conseguido, pensó fugazmente.

Novilunio || K/HeeseungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora