De quien menos lo esperaba

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POV. K

Odio a Lim Sooha. Odio a Lim Sooha. Odio a Lim Sooha.

No sé cuántas veces repetía esas cuatro palabras sin cesar en mi cabeza desde que había salido corriendo de aquel lugar.

En tales circunstancias, no me costó demasiado entrar en fase. Ni siquiera tuve que pensarlo.

Odio a Lim Sooha.

¿Y por qué? Por lo que ocurrió hace solos unos minutos.

-Flashback-

Desde que Sooha se marchó a Italia en busca del chupasangres para evitar que se suicidara, no había vuelto a verla. No necesitaba hacerlo para saber lo que me encontraría.

Sabía perfectamente que él había vuelto y que de nuevo estaban juntos. Juntos a pesar de que Baeksoo debería haberla encerrado bajo llave por lo que había hecho. Irse durante tres días sin dar ni la más mínima señal de vida.

Pero todo era como si nada hubiera pasado y lo peor es que ella me llamaba por teléfono constantemente. No quería escuchar su voz, no quería que me contase lo feliz que era con la sanguijuela, ni que me pidiera disculpas por no poder ser más que mi amiga con ese matiz de compasión. Estaba harto de todo aquello, y sin embargo, me moría de ganas por verla. Por volver a contemplar su rostro. Por eso estaba allí.

Por eso había cogido la moto roja de Sooha que había permanecido oculta en mi garaje. Por eso le había contado a Baeksoo que su hija y yo las habíamos usado muchas veces desde que las había arreglado a escondidas. Para que le prohibiera estar con aquel parásito. Para que todo volviera a ser como antes, cuando él la había dejado hace ya más de medio año y yo lo era todo para ella.

Al salir de casa del jefe Lim, me decidí a esperarla. Ya no podía más. Debía hablar con la sucia garrapata y advertirle de que si se atrevía a morderla, Fuma y los demás iríamos a por él.

Crucé el patio de la casa y me adentré un poco en el bosque. El vampiro sabría que yo estaba allí y yo también notaría su presencia enseguida, porque apuesto a que olería igual de mal que el vampiro de pelo negro que matamos en el Claro. El tal Yoonwon.

Escuché el motor de su coche y esperé a que aparcara y cerraran las puertas.

Los pasos apresurados de Sooha me indicaron que venía en mi dirección, pero aún no llegaba.

- ¡Suéltame! ¡Voy a matarlo! ¡Traidor! – la escuché chillar a pocos metros. Estaba Claro que se había percatado de que la moto estaba enfrente de su casa y que ya Baeksoo estaba al tanto del asunto. No pude evitar sonreír esperando lo que vendría. Se le notaba bastante alterada.

- Baeksoo te va a oír... – esa voz, era la del chupasangre. Demasiado tranquilo, demasiado suave – Y te arrastrará a la casa.

- Déjame que lo golpe una vez, sólo una, y luego ya veré cómo me las apaño con Baeksoo – repuso Sooha. Podía imaginármela haciendo un mohín de disgusto.

- Yudai Koga quiere verme a mi – dijo el vampiro. Maldito sea, leía la mente de verdad. Bufé molesto.

- ¿Para hablar? – preguntó temerosa.

- Más o menos... – no sé qué pasaba en este momento, pero continuó hablando unos segundos después – No te preocupes, no ha venido aquí para luchar conmigo, sino en calidad de... portavoz de la manada.

Al poco tiempo, los tuve frente a mí. El vampiro iba delante de Sooha, por si acaso se me ocurría atacarla o algo. Imbécil. Se giró hacia ella para que se quedase a su espalda dándole una muda advertencia y se acercó a mí un poco más con pasos precavidos. Yo no podía dejar de mirarla. Parecía haberse relajado, y todo por unas pocas palabras suyas. Maldito.

Novilunio || K/HeeseungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora