Novilunio || K/Heeseung

Suplicando a un lobo

POV. K

Heeseung no me había dado explicación alguna, solo me había pedido que me presentara en el claro donde mi manada y su familia habían estado practicando durante estos últimos días. Pero tuve una mala sensación cuando ya por los alrededores el hedor procedente de Sooha se hacía cada vez más y más presente. Como si rodeara el lugar.

Cuando llegué, los vi juntos. De manos. Esperándome.

- Hola K – sabía que Heeseung me saludó el primero para que su voz me tranquilizara.

- Hola Koga – pero Sooha metía la pata.

- ¿Qué tal estás K? – preguntó mi vampiro incómodo.

- ¿Para qué me pediste que viniera? – espeté con ligera molestia y evitando por todos los medios ver aquellas manos unidas.

- Necesito que lleves a Sooha... – titubeó un poco al ver mi expresión repulsiva, pero la ignoró. Soltó la mano de ella y sacó un mapa de un bolsillo lateral de la mochila que llevaba a su espalda. Lo desplegó y me lo enseñó – Estamos aquí...necesito que la lleves hasta aquí – trazó un camino sinuoso que seguía las líneas de relieve del mapa – Apenas son quince kilómetros. Cuando estés más o menos a un kilómetro y medio, vuestro sendero se cruzará con el mío. Síguelo hasta el punto de destino. Si la llevas en brazos, tu olor despistará a los neófitos. No serán capaces de encontrarla.

¿De verdad me estaba pidiendo algo semejante? ¿Qué la pusiera a salvo? ¿Qué la llevara en brazos? No.

- Por favor – susurró suplicante. Podía ver la urgencia en sus ojos, pero no podía hacerlo. No podía ayudar a Sooha. No quería. Mi sueño era que los neófitos la convirtieran en picadillo.

- Lo siento, no puedo... pero traeré a EJ – sin esperar réplica alguna, salí corriendo en dirección al bosque. Entré en fase y a los pocos minutos, mi amigo estaba allí.

Heeseung se desentendió de mí y mostró a EJ el mapa.

- Conozco la zona como la palma de mi mano – dijo EJ orgulloso.

- Yo tomaré la ruta más larga. Los veré en unas horas – dijo Heeseung. Besó a Sooha en la coronilla haciéndome apretar los dientes y desapareció entre los árboles, en dirección contraria a la que EJ tomaría con Sooha. Yo seguí a mi vampiro. En mi forma de lobo me sería más fácil alcanzarle.

- ¡Espérame Heeseung!

- Déjame K – escuché su voz a varios metros de mí. Le notaba irritado, pero sabía de antemano que mi negativa no le iba a sentar bien – Si no quieres ayudar, no te necesito por aquí. Hasta mañana no.

- No quiero ayudar a Sooha. A ti sí.

- No necesito tú ayuda – chasqueó la lengua y musitó – Siempre con lo mismo...

A pesar de decirme eso, aminoró la marcha y pude ponerme a su altura. Corriendo casi a la par, aunque él siempre iba varios pasos por delante de mí. Bastantes.

- ¿A qué tanta prisa? – pregunté mientras saltaba con facilidad una gruesa raíz que sobresalía de la tierra.

- Jungwon dice que esta noche habrá tormenta. No quiero que Sooha esté a la intemperie cuando eso ocurra.

- Te tomas muchas molestias para ayudarla.

- Y tú para dejar que muera – reprendió.

- No es mi deseo que muera. Quiero que la dejes, y si eso significa que para ello tiene que morir, pues...