𝕮𝖔𝖓𝖓𝖔𝖗 +18

10 ; antiestres +18

Tras un día tan ocupado, Irina había quedado mucho más que exhausta.
Su cabeza dolía y ardía como el infierno, ni hablar de sus ojos, se cerraban por si solos. Los pobres pies de la muchacha pedían descanso urgente.
Connor, en cambio, se encontraba en estado normal. Aunque había desarrollado estrés como un humano, este día no le afectó en lo absoluto.

Irina y su androide se dirigían rumbo a casa. Connor al volante, mientras su chica descansaba entrecerrando sus ojos y recostandose contra el asiento.

Verla así, hacía que Connor sintiera algo que ya habia sentido antes, pero ahora con mas intensidad. Era una mezcla entre tristeza, pena, y preocupación.

El semáforo se puso en rojo y él dedicó esos segundos para acariciar dulcemente el rostro de su novia, quién sonrió aún con los ojos cerrados. Connor rió por lo bajo y volvió su vista a la calle.

Hacía frío y era de noche, las sendas vacías y pocos autos transitaban.
Connor divisó la casa y estacionó suavemente para no despertarla, ya que parecía tan profundamente dormida, tan angelical y vulnerable ante los ojos del rk800.

Connor se acercaba a Irina para tomarla y alzarla. Sin embargo, una voz lo detuvo.

—¿Llegamos? —talló sus ojos y lo miró confusa.

—Si, lamento si te he despertado. —se reincorporó en el asiento y la miró neutral.

—Tranquilo, ya estaba despierta, cariño.

Una leve sonrisa inundó los labios de Connor.

—Entremos, debes estar cansada.

Irina asintió y salieron del auto.
Los ojos de la mujer brillaron con lujuria mientras observaba a Connor sacar las llaves y abrir la puerta. Siempre que el hacía cualquier cosa, despertaba en ella deseo, aunque Connor hiciera la mas mínima cosa. Para ella, la sola existencia del androide era motivo para prender fuego en su interior.

Se adentraron en la casa e Irina fue cojiando hasta la habitacion. La entreceja de Connor se frunció, decidio seguirla. Abrió la puerta y la vió acostada, con la camisa del trabajo abierta y en la parte inferior solo sus bragas. Sintió calor en sus mejillas, pero sabía que ella estaba exhausta así que ignoró sus pensamientos y visiones.

El androide se quitó la camisa y se recostó al lado de ella con un suspiro pesado. Segundos después, se acomodó para abrazar el cuerpo de su chica en posición cucharita mientras respiraba en el débil cuello femenino.
El aire caliente resopló e inundó la piel de Irina, quien tuvo un gran escalofrío y todo su cuerpo se erizó. Intentó ignorar el asunto, pero sentir el calor del cuerpo de su novio contra ella... la estaba volviendo loca.

Jadeó suavemente y se movió un poco para acurrucarse más contra él,  pegando su espalda contra el pecho de metal. Pero en cambio, también sintió algo...algo que presionaba su trasero.

Connor estaba tan excitado por la fricción de sus cuerpos e intimidades, pero decidió resistirse porque consideró que no era el momento, Irina estaba exhausta, o eso suponía él.

—¿Connor?

—¿Mmh?

—¿Cómo te fue hoy?