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Desde que Violet y Connor habían ingresado a aquella fiesta con fines policiales, la muchacha disfrutaba del baile junto a la música, sus caderas se movían de un lado a otro sensualmente sin hacer ningún movimiento exagerado. Su misión era llamar la atención de un androide del cual sospechaban que era divergente pues, semanas anteriores, muchos ciudadanos habían denunciado ciertas actitudes extrañas por parte del robot. Entre aquellas molestias, se lo había visto al androide junto a mujeres humanas. Un punto a su favor, por lo menos sabían que era mujeriego y podían usar eso a su favor para atraparlo. Pero el ser un don juan no era lo peor que este había echo, no querían atraparlo por el simple hecho de andar de una mujer tras otra, sino que el supuesto divergente era sospechoso de un asesinato. Las pistas no eran claras pero en su mayoría apuntaban a él, sin embargo no habían logrado localizarlo para interrogarlo, hasta hoy.

El corto vestido negro a veces subía por los muslos de Violet, revelando parte de su ropa interior que rapidamente tapaba bajando el vestido.
Sus acciones ya habían sido notadas por el sospechoso, quién la observaba atentamente en la lejanía. Pero quién además también estaba hipnotizado, era su compañero Connor.
Los ojos avellana del rk800 examinaban los sutiles pero devastadores bailes de su compañera de trabajo. Se encontraba en una misión, y la de él era espiar y controlar las reacciones del divergente, camuflado entre la gente y anunciando a Hank cualquier novedad.

Tan sumido ante las caderas de Violet, no se había percatado de que el sospechoso había desaparecido de su última ubicación.
Maldijo en su mente y suspiró.

—El acusado fue perdido de vista. —aseguró a los oficiales mediante una radio.

—¿Como pudiste perderlo? —cuestionó Hank extrañado.

—Yo...—su mandíbula se tensa cuando mira a Violet y está se encuentra hablando activamente con el divergente. —Violet está con él, cerca de la puerta principal.

Los policías iniciaron marcha lenta hacia la Detective y el robot. Por su parte, Connor clavó la mirada en ambos, sintiéndose un poco intimidado ante la cercanía que presentaban. Era parte del trabajo, lo sabía. De hecho, consideraba que su compañera era una gran actriz, el como manejaba la situación era muy admirable. No cualquiera puede estar tan tranquila y hasta coquetear con un posible asesino.
Un repentino toque lo descolocó. Su ceja derecha se elevó con curiosidad y una sonrisa sarcástica se posó en su rostro. Aquel desvergonzado androide había puesto una de sus manos en la cintura de Violet, y su otra mano la dirigió en la mejilla de esta.

—Lo está haciendo bien. Violet debe aguantar un poco más. —Toma la radio y habla conectado a Violet, esta lo escucha mediante un auricular pequeño. —Violet, intenta llevarlo a otra habitación, nada malo te pasará, pero debemos atraparlo y para que no se escape será mejor que le des confianza.

Connor no puede evitar preocuparse, ¿y si algo malo le sucedía a Violet?, ya no estarían a su vista como para saberlo.

—No creo que sea buena idea, teniente. —cruzó sus brazos y observó seriamente al mayor.

Hank ríe y posa una de sus manos en el hombro del androide.

—Ambos sabemos cómo es Violet, si él intenta lastimarla ella se defenderá solita. Es una gran agente, dejémosla hacer su trabajo.

Connor, no muy convencido, asiente y posa sus brazos sobre el barandal del segundo piso, teniendo toda la vista del primero. Agudiza la vista sobre ellos, han comenzado a irse del enorme comedor, entre risas y toqueteos.

En una habitación con una luz cálida, se encuentran ya Violet y el sospechoso. Ambos entran a esta y el entrecejo de la pelinegra se frunció cuando observó como el contrario trabó la puerta. No podía evitar sentirse nerviosa y asustada, pero ya había vivido situaciones similares varias veces, ya era toda una profesional, lidiar con asesinos y psicópatas se había convertido en su rutina casi diaria debido a su trabajo. Suspiró y sonrió, "tú puedes, Violet" pensó.

𝕮𝖔𝖓𝖓𝖔𝖗 +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora