T/n Uchiha es una tímida ninja médico de 18 años de la Villa de la Hoja que acaba de ser transferida a un equipo nuevo liderado por el famoso ninja que copia. ¿Se reforzará su relación en el trascurso de las misiones? ¿Podrá resistir la tentación de...
La joven se apresuró para llegar a su habitación con la toalla enrollada sobre su cuerpo. De camino, se topó con Sakura ya con el pijama puesto.
- Nosotros nos vamos a descansar en la habitación de tres camas. Os hemos dejado a vosotros la otra habitación. Tus cosas ya están ahí. - comentó la pelirrosa con una tierna sonrisa y señalando una de las habitaciones con su cabeza.
Era obvio que ni ella ni Naruto iban a dejar pasar la oportunidad de dormir en la misma habitación que Sasuke, por eso escogieron la habitación con las tres camas. Se despidieron, entró a su habitación y se quedó observando la cama que iba a tener que compartir con su sensei. Aún con la toalla enrollada, salió al balcón privado de la habitación y encendió un cigarrillo para calmar los nervios. Notaba como la mano le temblaba mientras lo sujetaba. Repetía una y otra vez la sensual voz del peliplata susurrándole al oído, sintiendo su aliento a escasos centímetros haciendo que se le pusiera la piel de gallina. Cuando se lo acabó, volvió a entrar en la estancia al mismo tiempo que Hatake entraba por la puerta, también con la toalla aún enrollada en su cadera y el pelo mojado.
- Pensé que ya te habrías cambiado la ropa. - comentó Kakashi mirándola de arriba a abajo.
- Estaba ocupada, ahora me pongo el pijama. ¿Podrías darte la vuelta? - dijo la joven con la voz entrecortada.
El peliplata se giró dándole la espalda, por lo que ella aprovechó para dejar caer la toalla. Al terminar de ponerse la ropa interior, pudo atisbar en el reflejo del espejo de al lado de la cama a su sensei inclinando sutilmente el cuello para poder verla por el rabillo del ojo. Su mirada estaba llena de lujuria. Esta acción, lejos de incomodarla, le hizo sentir algo que no había experimentado nunca, la idea de que alguien, sobre todo Kakashi, se sintiera tan atraído por su cuerpo que no pudiera evitar mirarlo. Ella también se moría por girarse hacia él para mostrarse tal y como era, estaba a punto de tirar su código ético por la ventana. Actuó como si no se hubiera percatado de la situación, alargando el momento todo lo que pudo, poniéndose la poca ropa que le quedaba de la forma más sensual que se le ocurría. Notó mariposas en el estómago mientras el deseo iba creciendo en ella.
- Ya estoy - dijo finalmente t/n con una sonrisa y un tono lascivo mientras se tumbaba en la cama fijando la vista en un libro.
Aún de espaldas a la joven, Kakashi giró del todo su cabeza para comprobar que ella tenía la atención puesta en el libro y procedió a quitarse la toalla que le cubría. La pelirroja levantó tímidamente la mirada para admirar el increíble cuerpo de Hatake. Sus anchos hombros, su aún mojada y musculada espalda llena de heridas de pasadas batallas, su pequeña cintura... se detuvo antes de llegar más abajo por miedo a que el sensei le pillara. Se imaginó abrazando ese cuerpo, sus brazos alrededor de él, tocando y acariciando cada rincón, estando piel con piel pudiendo notar hasta su latido.
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- Si sigues desnudándome con la mirada voy a pillar un constipado. - dijo el peliplata con un tono aún más lascivo sin ni siquiera girar la cabeza.
- N-no estaba mirando nada, e-estaba leyendo - dijo completamente roja volviendo la vista a su novela.
Una vez acabó de ponerse su ropa interior y pantalones cómodos, se tumbó junto a la joven y decidieron apagar la luz para conciliar el sueño. T/n se dio la vuelta dándole la espalda a Hatake por la vergüenza de haber sido pillada minutos antes. Podía notar la respiración del sensei en su nuca, su cuerpo a escasos centímetros de ella. No podía aguantar más la tensión. Se dio media vuelta, encarando a su sensei, que abrió los ojos al notar que la joven se movía. Ésta miró intensamente a sus oscuros ojos y se armó de valor.
- Sí, estaba pensando en tíi - susurró t/n intentando con todas sus fuerzas no romper el contacto visual.
- ¿Perdón? - musitó Kakashi perplejo y algo dormido
- Pensé en ti mientras me estaba tocando.
La ninja no sabía cómo esas palabras habían podido salir de ella, no se reconocía. Hatake se quedó callado, por un momento no supo qué decir ni qué hacer.
- No volverá a pasar, lo prometo Kakashi-sens...
- Cierra los ojos. No los abras hasta que te dé permiso. - ordenó el peliplata cortando a t/n.
Sin decir nada, cerró sus rojos ojos. Sintió el tacto de la mano del peliplata acariciando suavemente su mejilla, bajando hasta su barbilla, repitiendo el mismo movimiento que realizó cuando la acompañó a casa por segunda vez, rozando con sus dedos los labios de t/n. Ésta entreabrió su boca, escuchándose así su entrecortada respiración. De repente, apartó su mano de los labios de la chica para bajar su máscara. Poco a poco, sus labios fueron acercándose, notando el caliente aliento del otro, hasta finalmente encontrarse. Fue un beso muy suave y dulce, sus labios eran tan cálidos.
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*Así pero t/n con los ojos cerrados y están tumbados en la cama*
