Capítulo 3

302 19 0
                                    

Holii, aviso que en este capítulo va a haber contenido +18. 

Disfruten <3

___________________________________________


Kakashi se encontraba escondido en un árbol que tenía vista directa a la casa de t/n. Le sorprendió que fuera una casa tan abierta, pues tenía unos ventanales que ocupaban casi toda la fachada. La nueva integrante del grupo le había provocado tanta curiosidad que no pudo evitar observarla para ver cómo era realmente, no llegaba a comprender que existiera alguien tan compatible con él.

- Vale y esto para ti, cariño - dijo la joven dejando en el suelo un cuenco con comida a su gato negro que no dejaba de maullar.

El sensei observó desde la distancia como acariciaba al felino y sintió una ternura inmensa. Después de encargarse de las necesidades de su mascota, t/n entró a su cuarto, empezó a prepararse las cosas para el día siguiente y a quitarse la ropa para ponerse su pijama. El peliplata se sobresaltó y apartó enseguida la mirada por respeto, con los ojos como platos y la cara roja. Una voz en lo más profundo de su ser le decía que volviera a mirar, era casi como un deseo primitivo, pero consiguió controlar sus impulsos hasta asegurarse de que ésta ya estaba vestida de nuevo. Se preocupó del hecho de haber querido seguir mirando, sabía que no era apropiado ya no solo por la intimidad de la chica, sino porque era su alumna a la que acababa de conocer.

- ¿Qué me está pasando? No me reconozco. - pensó Hatake

Tras esto, la pelirroja se metió en la cama y apagó la lámpara de su mesita. Aún así, entraba una tenue luz por la ventana proveniente de una farola cercana que permitía seguir apreciando con dificultad lo que ocurría dentro de la habitación.

- Debería irme ya. - dijo el sensei para sí mismo

Acto seguido, empezó a escuchar un sonido que venía de la estancia. Lleno de curiosidad, decidió acercarse sigilosamente a la ventana, de forma que podía oír con mayor claridad de qué se trataba. Kakashi se quedó congelado al darse cuenta de qué eran esos sonidos, eran unos débiles gemidos que se camuflaban con la acelerada respiración de t/n. Era consciente de que debía marcharse de ahí lo antes posible pero sentía como si estuviera pegado al suelo, no podía moverse, había vuelto ese impulso de hace unos minutos y esta vez estaba ganando. Había algo cautivador en los gemidos de la chica que poco a poco se iban intensificando. algo que hacía que no pudiera parar de oírlos.

La joven no estaba pensando en nada en particular mientras se daba placer a sí misma, pero de repente una imagen de ese día le vino a la cabeza. La imagen de Kakashi encima de ella en la prueba de esa tarde en la que se miraron directamente a los ojos a pocos centímetros de distancia.

- Kakashi - sensei... - susurró la pelirroja con la voz entrecortada.

Ella misma se sorprendió de lo que acababa de pasar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ella misma se sorprendió de lo que acababa de pasar. ¿Cómo podía estar pensando así de su sensei al que además había conocido ese mismo día? Era ciertamente atractivo y había una química innegable entre ellos que no había sentido nunca, pero aún así creyó que no era correcto tener esas ideas sobre él. Su imaginación le jugó una mala pasada, pues siguió fantaseando con Hatake quitándose la máscara y trazando un camino de besos que iba bajando por su cuello, clavícula y acababa en su pecho mientras le daba suaves caricias, sus manos tocando cada rincón de su cuerpo hasta bajar a su intimidad.

Se acordó de cuando estaba admirando sus músculos mientras lo curaba y empezó a imaginarse su torso desnudo encima de ella

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Se acordó de cuando estaba admirando sus músculos mientras lo curaba y empezó a imaginarse su torso desnudo encima de ella. Los gemidos inundaban toda la estancia. Se odiaba a sí misma por estos pensamientos pero no había forma de pararlos, y se odiaba más aún por haber llegado al clímax gracias a ellos.

Hatake se sorprendió tanto por haber escuchado su nombre que su mente quedó en blanco, no podía creerlo. Le avergonzaba admitir que había disfrutado con lo que acababa de oír, y más aún de estar presente en los pensamientos de la joven. Él mismo empezó a imaginarse dentro de la habitación, besando a t/n lentamente mientras le quitaba el pijama que se acababa de poner, bajándole la ropa interior, y comenzando a besar y lamer desconsoladamente el interior de los muslos y la intimidad de la pelirroja. Miró hacia abajo y observó un enorme bulto que sobresalía de su pantalón. Fue entonces cuando se dio cuenta de que había sobrepasado los límites de su imaginación y que no era lo correcto, no podía estar pensando de esa forma, no con ella.

- Definitivamente he de irme ya. - pensó el peliplata antes de desaparecer en la oscuridad.

Ambos sabían que a partir de ahora no iban a poder mirar al otro de la misma manera. Kakashi llegó a su casa y recapituló todo lo que había pasado ese intenso día, no iba a poder olvidarlo ni aunque lo intentara con todas sus fuerzas. Volvió a mirar hacia abajo y vio que aquel bulto seguía ahí.

- No puedo dormir así... - dijo el peliplata una vez ya metido en la cama

Su mano se metió por dentro del pantalón y empezó a tocarse sin poder evitar pensar en ella, en el sonido de sus gemidos que despertó algo en él, en la cara de placer que debía de tener, en su dulce voz llamándole "sensei".

- T/n... - gimió Kakashi en la oscuridad con la mano en su miembro.



DEBAJO    DE    LA MÁSCARADonde viven las historias. Descúbrelo ahora