𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 12

27 22 0
                                    

Todas las chicas del lugar nos miraron, lo único que podía oírse era el sonido del agua callendo en la regadera y los susurros de cada una de estas, Tiffany me dedicó una mirada triste y se acercó para abrazarme, pero al hacerlo me aparté

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Todas las chicas del lugar nos miraron, lo único que podía oírse era el sonido del agua callendo en la regadera y los susurros de cada una de estas, Tiffany me dedicó una mirada triste y se acercó para abrazarme, pero al hacerlo me aparté.

- ¡¿Qué crees que haces?! - Dije en un tono de voz muy alto.

- Yo... Lo siento... Solo quería ayudarte. - La chica tartamudeo mientras se disculpaba, estaba nerviosa.

- ¡Pues no lo hagas! ¿Que te crees? ¡Tu no puedes ayudarme! - Las palabras salieron sin pensarlo - ¡Para mi eres una inutil porque lo único que quiero que hagas no puedes hacerlo! ¡Así que no intentes siquiera acercarte a mi porque no me sirves para nada! - Las palabras salieron disparadas, yo misma tenía una expresión de sorpresa, pero la de Tiffany era de tristeza, de manera inevitable coloqué mis manos sobre mis labios sorprendida. Había sonado igual que ella.

- Oye... Lo siento Tiffany no quería... Decir eso... Yo. - Exhale - No tenía que ofenderte es solo que...

《No puedes evitarlo, ella lo implantó en ti, esta grabado en tu mente》

Oí mis pensamientos, no continué de hablar, el semblante de Tiffany se veía muy mal, su rostro blanco comenzaba a colocarse de un tono rojizo, sus ojos comenzaban a cristalizarse, su mirada estaba caída, el nudo en su garganta era muy notorio, en el fondo de mi corazón sinceramente esto no me hacía sentir nada, pero tenía que ser un poco menos grosera.

《Tantas clases de control de ira para nada》

Ahora era ella quien necesitaba el abrazo, por un momento dudé en hacerlo, a la final decidí tragarme mi ego, la envolví con mis brazos en un abrazo, a lo que en unos instantes ella correspondió.

Yo era más alta que ella, por lo que su cabeza quedó en mi pecho, como si de dos hermanas pudiéndose perdón se tratase.

- Okay ya. - Dije seperamendome de ella. Nuevamente vi la sonrisa en su rostro, salimos del lugar y aquel guardia moreno continuaba allí.

- ¿Están listas? - Ambas asentimos con la cabeza tranquilamente, el hombre nos miró con estrañes y nos informó.

- Vamos al comedor, depende de tu comportamiento decidirán si estás bien de la cabeza o no, luego de eso iremos con Estela.

- De acuerdo. - Tiffany aceptó.

- ¿Estela? - Pregunté.

- La mujer de ayer.

- Ah... Entiendo, esta bien - Comenzamos a caminar por aquel pasillo y fuimos a un lugar lleno de jóvenes, yo caminaba al frente junto a Tiffany, mientras que el hombre de piel oscura se encontraba tras de mi, su mirada no se dirigía a otro lugar, quizás pensaba que en algún momento haría algo malo, pues, quien sabe lo que pasaría por su mente.

Al llegar al lugar como era de esperarse las miradas nos rodearon, pedimos algo de comer y nos dirigimos a una de las mesas vacías del lugar, me senté junto a Tiffany y el guardia se quedó junto a la barra, entrelacé mis manos afincadas sobre la mesa y relaje mis hombros mis hombros, sentí una mirada intensa, por el rabillo logré ver aquella mujer, Estela, giré mi cabeza a su dirección y también la mire fijamente, mi mirada seintensificaba y la suya se estremecía hasta que ya no pudo resistirla y rápidamente se fue del lugar, una pequeña sonrisa retorcida se dibujó en mis labios mientras la observaba alejarse.

P.Sica.1.E.S.ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora