Professor ( Lectora x Cillian Murphy)

Chapter 34

Desperté en la cama, al parecer había llorado hasta quedarme dormida en el sofá, Cillian estaba parado tomando de una taza, al verme despertar se acerco sentándose al borde de la cama junto a mi.

- como sigues amor?.- preguntó

- No lo sé, asimilando todo esto- comenté - No es raro que todos los que quiero se hayan ido?- pregunté asustada

-No, yo estoy aquí contigo- dijo tomando mi mano- así es la vida- dijo con una pequeña sonrisa

Yo asentí, quería por lo menos despedirme de Beth pero no tenía forma de contactar a ella o a sus padres, tenía tantas cosas dándome vuelta en la cabeza, si ella ya había muerto días atrás. Quien me había llamado?, mi cabeza se llenaba de pensamiento y sabía que Cillian podía entenderlos, veía la expresión en su rostro, sus ojos celestes se volvían fríos cada vez que lo hacía.

- se que estás triste por todo lo que a pasado, pero debes sentirte bien, por el bebé- dijo levantándose

- No puedo ser tan insensible - comenté

- tengo una sorpresa para ti - dijo señalándome la puerta

- sorpresa?- dije confundida

- si, ven - dijo dándome la mano

La tome para seguirlo, bajamos las escaleras y caminamos hacia los estacionamientos donde un colaborador, le facilitó a Cill una cinta negra que colocó en mis ojos

- No me sueltes, me da miedo caerme- dije mientras cill colocaba la venda

- jamas lo haría- dijo tomando mi mano para seguir caminando

- que es? Dame pistas- dije emocionada

- es algo que se que necesitarás- dijo dando un par de pasos más

Nos detuvimos y el quito suavemente la cinta de mis ojos, abrí mis ojos sorprendida tras ver lo que tenía frente a mi, era una camioneta Blanca, con un gran lazo rojo , estaba sorprendida por el regalo, no me lo esperaba, tape mi boca sorprendida mientras me acercaba a verla.

- Tus llaves amor mío - dijo entregándome una llaves en una cajita

- tienes que estar bromeando, Cill no tenías que hacer esto- comenté sorprendida

- quería verte sonreír, no soporto verte lastimada se cuanto querías manejar es lo mínimo que podía hacer.- dijo abriendo la puerta del auto de marca inglesa.- súbete por favor- comentó

Yo asentí subiendo al asiento del conductor y el subió al copiloto, estaba viendo todos los colores, botones que tenia estaba impresionada.

- es demasiado Cillian no puedo aceptarte algo así- dije apenada

- No digas eso belle, eres mi esposa te mereces todo lo bueno- comentó sonriéndome- si miras atrás y viene con el asiento para el bebé- dijo señalando en el retrovisor

Lo vi y sonreí se veía tan linda su sillita blanca ahí del mismo color que el asiento, sentía algo de miedo por la idea de ser mamá pero me emocionaba.

- esto es para nuestro comienzo, para nuestra familia- dijo tomando mi mejilla- te amo- me abrazo

Yo le correspondí el abrazo y una lágrima cayó de mi ojo izquierdo, estaba feliz de estar con él pero no tenía corazón para dejar de pensar en el resto, sabía cuánto había sufrido él y no se comparaba con mi dolor, lo amaba más que a nada en la vida, sin él mi vida se derrumbaba.

- quieres dar una vuelta?- dijo sonriendo

- la verdad no, me siento un poco mareada- comenté extrañada por el dolor de cabeza- creo que entraré a descansar

Baje del auto camino hacia la casa, en ese momento sentí como mi visión se nublaba totalmente de negro perdiendo la estabilidad, sentí cómo caía.

Desperté en el hospital, cillian estaba parado junto a mi y un doctor frente leyendo unos papeles lo que parecían exámenes

- No me digas que aquí de nuevo- dije sorprendida

- solo tomas latte, nunca quieres comer que esperas - dijo de brazos cruzados

- No está aquí por falta de comida, señora Murphy- comentó el doctor

- ves- comenté mirando a Cill

- usted está embarazada de mellizos- comentó viendo los exámenes

- que?- comenté sorprendida

Cillian solo empezó a reírse

- así es, por lo que podemos ver van rápido, más de lo normal- dijo el doctor dejando los papeles en el escritorio- pero usted, usted a perdido mucha sangre por eso está aquí- comentó serio

Mire las venoclisis en mi brazo, con sangre sabía a qué vendría todo esto.

- debe comer mejor, es preocupante el estado que está de sus glóbulos rojos no es normal y en un embarazo - Dijo el doctor

- nos puede dejar solos un momento por favor- comentó Cillian hacia el hombre el bata blanca

Quedamos ambos en la sala, yo estaba en estado de shock, como había llegado hasta ahí, si me había sentido un poco débil pero supuse que era por todas las noticias fuertes jamás la idea de tener mellizos había pasado por mi cabeza

- Anabelle, te amo - comentó con su mano en la camilla

- si lo sé, qué pasa?- pregunté viendo su preocupación

- este día llegaría y sabes que no es fácil para mi- comentó viéndome

Yo creo que sabía a dónde iba esto

- solo hazlo, no importa, no me pasará nada malo- comenté

- en casa, más tarde cuando caiga la noche- el tomó mi mano

- te imaginas dos mini versiones tuyas y mías corriendo por la casa- dijo riéndose

No solía verlo sonreír así tan seguido.

Unas horas más tarde salimos ambos del hospital estaba empezando a caer la noche, el condujo el auto hasta la casa, donde sabía que mis días como una mortal acabarían pero estaría con el amor de mi vida para siempre.

Llegamos a casa donde Cill me ayudó a bajar, caminamos hacia la biblioteca donde había un sofá y un par de libros antiguos el me vio de frente y tomó mi cuello

- No es fácil esto para mi Anabelle - comentó viéndome preocupado

- todo va estar bien, lo sé- comenté viéndolo convencida

Sostuvo mi cuello con fuerza donde sentí como sus colmillos penetraban, mi mirada quedó paralizada perdida en el techo de la habitación, sentí como mis músculos se entumecían y el no dejaba de sostener mi cuerpo sin movilidad, dolía como si me clavaran muchísimas agujas y mi cuerpo se condensara con ellas, Cillian se alejó de mi cuello dejando ver su boca con pequeñas manchas de sangre el sostuvo mi rostro llamándome, pero estaba demasiada ida como para poder responder.

Solo lo veía desesperado tratando que dijera una palabra pero era imposible, sentía que me habían cortado las cuerdas vocales, mi pulso y mi corazón se detuvieron por completo, el seguía sosteniendo mi cuerpo ya inerte, y mi rostro veía su desperation en su rostro y sentía cómo mis pupilas se resecaban, mi visión se nublo completamente en blanco perdiéndome en la luz del candelabro hasta no ver más. Así se sentía morir?-.