Cap. 2

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Después de lo ocurrido Xiaotian estuvo por días enteros sin querer salir de su habitación, tampoco tenía hambre y las pesadillas no tardaron en aparecer, siempre despertaba agitado y con lágrimas en los ojos, en ese momento Xiaotian empezaba a extrañar el sueño donde estaba siendo cargado por quien sea que haya sido esa persona. Obviamente Liu'er siempre lo obligaba a comer al igual que LBD que intentaba sacarlo de su habitación aunque sus esfuerzos no daban frutos. Xiaotian se la pasaba dentro de la sábanas junto a su peluche de mono sin soltarlo nunca como si su vida dependiera el peluche. Aunque sus malos sueños era calmados por Liu'er que siempre estaba para él y lograba escucharlo por poseer seis orejas cualquier llanto.

Después de un mes lograron convencerlo de salir aunque sea al patio a ver el sol ya que parecía un vampiro manteniendo sus cortinas cerradas. 

Pero hubo una nueva preocupación dentro de Xiaotian al notar últimamente tensa a su madre, era raro ya que normalmente siempre andaba calmada, pero a veces escuchaba sus latidos un poco acelerados y casi ya mucho no la veía, más veía a Liu'er, pero a su madre ya no mucho provocando que se preocupe.

Xiaotian tenía sus momentos de lamentos por la culpa de haberle quitado la vida a una persona, cada vez que eso pasaba se ocultaba más bajo las sábanas mientras abrazaba fuertemente su peluche de mono cayendo unas lágrimas, se sentía como un cachorro bebé. 

Esta noche tampoco podía dormir, se levanto de su cama lo más silencioso mientras tenía su peluche, salió de su habitación caminando de puntitas hasta llegar a un gran salón llena de pinturas, notó el candelabro en una mesa y lo agarro. Tal vez las pinturas podrían distraerlo un poco, caminaba mientras con su mano tocaba las paredes pintadas, recuerda desde niño que siempre venía al salón a ver las pinturas y admirarlas. Estaba tan sumido en los recuerdos que no noto el vacío en su mano, con el candelabro iluminó viendo que había un pasadizo delgado, no recuerda haberlo visto antes, pasó por aquel pasadizo dándose cuenta de varias pinturas desgastadas con polvo que parecían que ya se iban a borrar, por curiosidad sopló sacando el polvo de las pinturas también con su mano, no sabía con exactitud de que era la pintura así que se retrocedió para ver con mejor ángulo sorprendiéndose, en la pintura había un dragón de cabellos blancos y mechones verdes, junto a él estaba un cerdo, un tipo de piel azulada, un hombre y... un mono... Espera... Ese mono, lo había visto en alguna parte... intentó hacer memoria hasta que recordó, era el mismo que apareció en su espejo, algo que le dio ligeros escalofríos al recordarlo, pero no sólo por eso se sentía raro, sentía como si tuviera una conexión con ese mono, ¿pero cuál era? No sabía exactamente, se acercó a la pintura donde se encontraba el mono y colocó su mano, al tocar la pintura su cuerpo brilló al igual que sus ojos por un segundo mientras escuchaba su nombre por un segundo sintiendo una vibración extraña. Se dio la media vuelta y se fue como si nada de eso habría pasado, no podía creerlo, primero los sueños, luego los espejos y ahora las pinturas, empieza a cuestionarse si es que se está volviendo un loco porque no encuentra lógica alguna.

Entró a su habitación, se echó en su cama cubriéndose con las mantas mientras dejaba caer sus párpados intentando dormir. 














❦❍El príncipe del Eclipse❍❦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora