Cap. 4

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Despertó asustado, sus manos temblaban al igual que su cuerpo, abrazó sus piernas ocultando su rostro, hasta que volvió a escuchar ese canto que tanto extrañaba calmándolo un poco. No quería dormir para que le de la misma pesadilla, así que se levantó y salió que la pequeña habitación. Recorrió un poco sin darse cuenta de que llegó a la cocina quedándose un rato observando.

—¿Qué haces en la cocina?—

Dio un salto volteando hacia atrás, en eso se prende la luz haciendo notar a un demonio cerdo, recordó que Mei le había contado sobre un chef demonio cerdo, muy enojón pero amable, su nombre era Pigsy.

—Tu debes ser el chico de que tanto habla la princesa. ¿Qué haces en la cocina?—

—Yo... No podía dormir— Dice lo último bajo casi en susurro pero lo suficientemente alto para que lo logre escuchar.

—Yo igual, ¿sabes que hago cuando no puedo dormir?— Recibe una negación. —Preparo fideos, ¿quieres ayudarme?—

MK lo miró sorprendido unos momentos hasta que dudosamente asintió.

 Pigsy le enseñó varias cosas como si fuera un niño ya que el chico no sabía absolutamente nada, y cuando digo nada, es nada. MK poco a poco aprendió lo más básico pero sus cabellos bajaban cada rato tapando su vista siendo incómodo. El demonio cerdo noto la mueca contante del menor que intentaba soplar los mechones que bajaban a su rostro, sacó de su bolsillo una cinta roja mientras se ponía detrás menor poniendo la cinta en su frente. MK se quedó quieto sintiendo una tela alrededor de su cabeza, ahora solo bajaba un mechón a un lado.

—Gracias— Agradeció nervioso.

Después de unos minutos se pudo terminar el plato de fideos sirviéndolo en dos platos. MK probó sorprendiéndose de lo rico que era.

Pigsy sonríe, sentía nostalgia al verlo. 

Hace varios años el demonio cerdo vivía en un pueblo donde tenía un puesto de fideos, justo cuando iba a cerrar había una pequeño niño con cabellos oscuros y ojos esmeralda con ropa desgastada, dudo pero lo dejó pasar dándole un plato de fideos y colocarle una cinta roja porque su cabello no le permitía ver. Pensó en buscar sus padres pero nadie conocía al niño, así que decidió cuidarlo pero con el tiempo se había encariñado con él viéndolo como su propio hijo, el pequeño había crecido empezando a apoyar con el puesto entregando.

Estaba tranquilo preparando los fideos hasta que escuchó gritos, rápidamente salió dándose cuenta de que habían soldados atacando a las personas, uno de ellos se percató de su presencia y fue hacía a él, para matarlo apuntando su espada en su ojo, la espada apenas corta su frente y un poco su ojo, el soldado había sido noqueado por su hijo. Su hijo rápidamente se acerca a su padre preocupado, justo en eso se escucha un grito cerca por lo que su hijo lo deja con algunos vecinos que habían escapado, Pigsy estiró su mano mientras se agarraba su ojo herido con el otro intentando detenerlo pero en eso empieza a ver borroso hasta caer inconsciente.

Desde ahí no recordaba nada, despertó en una cama con vendas rodear su cabeza y ojo, poco después se enteró que había sido rescatados por dos monos, ellos fueron los que habían llevado a los sobrevivientes al reino, empezó a buscar a su hijo con esperanza de que estaba bien, pero le habían dicho que él y los demás fueron los únicos que estaban con vida dando a entender de que su hijo había fallecido.

Antes de que siguiera recordando siente un peso en su hombro dándose cuenta que MK se había quedado dormido después de terminar los ricos fideos, provocando que sonría levemente. Lo cargó con dificultad hasta la habitación de invitados donde dormía MK, lo cubrió con las mantas quitando unos mechones de MK que estaban en su rostro.

❦❍El príncipe del Eclipse❍❦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora