Recuerdos de vidas pasadas, han sido devueltos a Alexandra.
Ahora y haciendo una promesa a Ara'el, buscarán a su hijo en tierras desconocidas.
Ella, aun no lo entiende, pero un espíritu dormido volverá a despertar, convirtiéndola en presa fácil ca...
Estaba en un lugar oscuro, apenas divisaba mí alrededor. Mire mis pies descalzos y usaba solo un vestido ligero
Desde lejos, vi a Jo'el... comencé a correr hacia él, pero por más que me acercaba, él más se aleja...
Justo en el instante, que pareciera tocarlo con las puntas de mis dedos, su imagen se aleja y los Guardianes, aparecen formando un circulo a su alrededor... Protegiéndolo de mí...
—¡Jo'el...!
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Había despertado agitada de un sueño, viajábamos con rumbo a nuestro destino.
Después de la conversación con Bill, me tranquilice un poco y mientras se encerró a hablar con Ara'el, procese toda la información que me había sido entregada.
Mis recuerdos de vidas pasadas. Tom, estaba bien y mi dulce ángel, estaba con vida, pero había enviado a su amigo a borrar sus hermosos recuerdos de mí. Dios... «¿Él, cree que me rendiré?».
—¡Aww! —Suspire — Mi querido y amado ángel... Estás loco, si crees que me quedare quieta.
Hablaba con mi conciencia, cuando a presión, guardaba la ropa en la mochila que preparaba para el viaje. No quería llevar una maleta.
Iría a cualquier lugar por él... donde sea.
Tom... mi querido hermano postizo, a quien llamaba de manera cariñosa, recordaba, y esa palabra, se volvía cada vez más real. Por sus venas corría parte de mi sangre.
Pensaba en su vida, lo triste que fue para ellos «Los tres» su único y milagroso hijo, entregarlo al cuidado de personas extrañas.
Observe a mi costado derecho y Ara'el, descansaba de brazos cruzados y los ojos cerrados, pero sabia que estaba tan atento, que cualquier cosa lo despertaría. Los Ángeles no duermen recordé.
—Lo siento —Hable suave. Tenia claro que mi actitud con él, fue desagradable.
—¿Qué? —Ara'el, levanto las cejas sorprendido, se giro a mirarme y espero que repitiera, lo que no logro escuchar.
Aclare mi garganta...
—Lo siento —Hable mas alto.
—Si, te escuche, solo quería que lo dijeras en voz alta —Sonrió respingando su nariz y mofándose de mi.
Le hice un gesto despectivo, pero justo en ese momento, el avión pasa por turbulencias, me aferro a su mano y mi espalda rígida, la estampo de golpe en el asiento.
—¡Tranquila Alex! —Él como si nada, continuaba sonriendo.
—¡Es el maldito Atlántico Ara'el! —Avise asustada. Miraba por la ventanilla y solo divisaba una gran masa de agua y la luna reflejada allí.
