3

4 1 0
                                    

Siento que algo camina por mis piernas. Abro poco a poco mis ojos y veo que mi hermana está intentando hacerme cosquillas.

—¿Qué se supone que planeas hacer? —pregunté entre dormida.

—Despertarte.

—Quería seguir durmiendo un poco más.

—Te recuerdo que debo llevarte a la universidad para que veas tus horarios.  Sabes que si no te llevo vendrá mamá a buscarte.

Puse mi almohada en mi cabeza y luego escuché a mi hermana reírse.

—Te hice el desayuno. Tienes una hora para arreglarte.

Me levanto de mi cama y voy hasta el baño para bañarme. Al salir encuentro a mi hermana vistiéndose.

—Quería hablar contigo de algo —dijo mientras se colocaba sus botas negras—, ¿Pasó algo entre tu y simón?

—¿Qué tendría que pasar? Solamente hablamos porque tu lo mandaste a buscar. Así de sencillo.

—Llevo conociéndolo desde que inicié la uni y nunca lo había visto así con una chica. No es porque seas mi hermana pero creo que le caíste más que bien.

—Fue tu plan —me puse un vestido verde mientras le hablaba—, odiabas que estuviese saliendo con Sebas que no desaprovechaste esta oportunidad.

—No me hagas sonar como que quiero que salgas ajuro con alguien para que seas feliz —me detuvo y me miró—. Escúchame, no lo hice para que salieras con él, te invité anoche para que conocieras a todos y eso hiciste, me dijiste que la pasaste bien y eso fue todo. Solamente le dije a Simón que si podía buscarte porque era su casa y no quería que sintieras que ando detrás de ti.

—Nunca pensaría eso de ti, Crys. Eres mi hermana.

—Mira, solo quise que el te buscara porque confío en el. Pero desde que los vi en la cocina yo sentí que sobraba en su conversación. Te veías diferente hablando con el, y aunque no lo veas, se sintió bien.

—Si lo fue, es... muy extraño lo que estaba sintiendo. No se decirte como fue, pero no es nada parecido a cuando conocí a Sebas.

Ella suspiró y luego se sentó en mi cama.

—Se que te llamó, y no lo digo porque me lo hayan dicho, tu teléfono ha estado sonando toda la mañana con mensajes de el.

Me pasa mi teléfono y luego se pone de pie para buscar las llaves del auto.

—No diré más nada sobre esto, Linda, pero te estas haciendo daño, y yo no quiero tener que volver a sacarte de ese infierno, ya no más.

*

Crystal después de que estuvimos en silencio en el auto, me acompañó a ver mi horario de clases para luego irse a comprar unos batidos para ambas en la cafetería que quedaba cerca de la universidad.

Le tomo un par de fotos a la cartelera cuando siento que alguien se tropieza conmigo haciendo que mi teléfono caiga.

—¡Ay dios mio! ¡Cuanto lo siento! —se apresura a recoger sus cosas—, no te había visto.

Recojo mi teléfono y veo que no le ha pasado nada. Al menos.

La chica que se había tropezado empieza a ordenar todos sus papeles de una forma no muy buena y la ayudo.

—No no no, me da muchísima pena que me ayudes luego de lo que hice.

—No pasa nada, no te preocupes.

La ayudo a levantarse y luego veo que ella me sonríe apenada.

—Soy un poco torpe lo lamento. Soy Isabella —me da su mano y la estrecho.

—Soy Linda.

—¿Eres nueva? La verdad no se nada de la universidad y siento que estoy perdida.

—Estoy igual que tu, aunque mi hermana me ha enseñado un poco. Si quieres puedo ayudarte, ¿Donde debes ir?

—Si te das cuenta, vengo con mi equipaje. Me dijeron que la residencia de la universidad queda en un par de calles pero no se exactamente donde. Debo registrarme.

Veo a mi hermana y luego me sonríe de lado para entregarme mi batido.

Ella ve a Isabella y luego le tiende la mano.

—Hola soy la hermana de Linda. Crystal, mucho gusto.

—Isabella.

—Te ayudaremos con tus cosas, estamos en la misma zona en la residencia de la universidad.

La ayudamos a meter todo en el auto de mi hermana y luego la acompañamos a registrarse, cosa que yo también tuve que hacer a pesar de que vivía con mi hermana.

Firmó un documento y luego le entregaron sus llaves.

La acompañamos hasta su habitación y luego se sorprendió a ver como era.

—Creí que solamente tendría una cama, pero tengo todo en una sola habitación —sonrío.

—Es lo bueno de ser rica —mencionó mi hermana y yo le pegué en su hombro—, digo, es lo común.

Ella dejó sus cosas en su cama y luego nos miró.

—Muchas gracias por acompañarme, y por ayudarme. Son muy amigables.

—Descuida, espero verte mañana en la universidad —le dije y ella asintió.

—Gracias chicas.

Nosotras salimos y luego que entramos en el auto de nuevo estuvo ese silencio.

Puse algo de música y luego en un par de calles nos quedamos en nuestra residencia.

Ninguna de bajó del auto y luego tuve que romper la tensión.

—Ya sueltalo.

Crystal suspiró.

—Tengo un poco de miedo —dijo en un susurro—, en un par de semanas debo irme de viaje para terminar mi proyecto final y tengo miedo de dejarte sola.

—Crys, se lo mucho que te has estado preparando para este momento. En un par de meses es tu graduación y siempre has querido hacer esto. Es tu sueño.

—Lo sé, es mi sueño. Pero tu eres lo único que tengo a parte de nuestros padres, y no quiero que te vuelvas hacer daño por el.

Yo solté el aire que tenia guardado y luego no supe que mas decir.

—Mira Linda, se que ya eres mayor, se que puedes cuidarte y confío plenamente en ti, pero soy tu hermana mayor, y siempre voy a preocuparme por ti.

Ella me abraza y luego siento un par de lagrimas rodar por mi mejilla.

—Se que no pude estar para ti cuando me necesitaste, pero ya estoy, ya estoy contigo.

Sentí que este era el abrazo que había querido hace meses. Cuando mi mundo se estaba derrumbando y no tenía a nadie.

Pero ahora estamos juntas, y no pienso cambiar estos momentos que no habíamos podido tener.

DiloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora