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—Espera —escuché que alguien me gritaba y vi que era Isa—, hola, estaba buscándote.

—Hola Isa. Justo voy a la cafetería, ¿te unes?

Ella asintió y salimos juntas de la universidad.

—¿Como ha sido tu primer día? —le pregunto.

—Ha estado bien, aunque ya nos entregaron una lista de lo que debemos hacer esta semana.

—Estamos igual, creo que mi cabeza junto mi computadora van explotar.

—Estudiar diseño junto con informática es caótico.

—Ni me lo digas —me reí.

Caminamos un par de calles mientras seguíamos hablando. Cuando entramos al cafetin veía que estaba un poco lleno de puro universitarios.

Por desgracia, esta era la única universidad que quedaba cerca del estado de Florida.

Vivíamos en un pueblo alejado de la ciudad donde estaba rodeado de personas adineradas y otras no tanto. En mi caso, tuve que obtener mi beca y mi hermana había hecho lo mismo.

Esta universidad quedaba en Lost West. Tenia varias facultades en un mismo espacio, por eso solo los privilegiados podían asistir.

Así que, al ver a todos en esta cafetería podías ver muchas caras de niños mimados y otros un poco normales.

A una leve distancia veo a mi hermana y me acerco con Isa para sentarnos en su mesa.

Mi hermana estaba con varios de sus amigos. Nos presentamos pero luego mi hermana me hizo una seña para ignorarlos ya que eran sus compañeros de su proyecto final.

—¿Como estas, Isa? —mi hermana toma de su café.

—Bien, ¿Y tu?

—Estoy llevando mi vida con entusiasmo aunque quiera ya acabar con todo, pero digamos que estoy bien... lo siento es que he tomado mucho café y no puedo callarme.

—Lo hemos notado, hermanita.

Ella solo me tira un beso y sigue con su proyecto.

Siento que alguien se sienta a mi lado y al voltearme puedo ver una melena rubia rozar mi nariz. El me mira y me da una ligera sonrisa.

—Hola.

Veo sus ojos y luego sus labios y solo le sonrío sin darle una respuesta a su saludo.

Crystal hace como que vuelve a mirar a sus compañeros y luego sonríe porque me conoce, sabe que Simon ha estado constantemente en mi cabeza, no engañaré a mi hermana.

Simón saluda a mi hermana y a sus compañeros y mi hermana señala a Isabella.

—Ella es una amiga de mi hermanita. Isabella, Simón es como mi mejor amigo, puedes sentirte en confianza.

El pasa su mano por arriba de mis pechos y la estrecha con Isa.

—Es un placer.

Isa solo sonríe de lado y asiente.

La mano de Simon vuelve a pasar por arriba de mis pechos y siento que por leves segundos, siento el calor que emana su mano.

—Bienvenidos —un camarero nos saluda—, ¿Qué van a querer de tomar? Tenemos varias promociones por hoy.

—¿Qué puedes ofrecernos? —le preguntó y el me mira, debo decir que sus ojos van hasta mis pechos y luego a mi cara.

—Eh... si, puedo traerles unas pizzas —sonríe y yo asiento.

DiloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora