Capítulo 16

1.1K 124 221
                                    

Bill;

Toda la noche la pasamos durmiendo abrazados, era tan hermosa tn, siempre lo fue a mis ojos y lo seguiría siendo, por qué de verdad que estaba tan enamorado de ella, cómo desde hace dos años, nunca la deje de amar, nunca lo hice. La amaba aún más, cada vez un poco más, estaba perdidamente cegado por su belleza, no solo física, sino emocionalmente, no sabia como pudo soportar todo aquello que paso en su país, cómo su madre la trato, y sobre el aborto espontáneo, tn sin duda se estaba convirtiendo en una valiente mujer.

Lo que hacia enamorarme aún más de ella, seguía siendo la misma, seguíamos siendo los mismos, nuestro amor nunca termino, jamás acabo, solo fue interrumpido, pero seguimos amándonos, seguimos enamorados el uno del otro y eso seguirá siendo por el resto de nuestras vidas, por el resto de mis días.

Extrañaba demasiado el calor que tn me daba, y su bonito cuerpo, la extrañaba demasiado, no quería separarme más de ella, no sabría que hacer si por alguna razón, nos volviéramos a separar, si por cosas del destino volvemos a estar lejos, si por cosas del destino lo nuestro se llega a acabar, no sabría como vivir otra vez más sin ella.

La gente pretendía que aprendiera a vivir sin ella, pero ¿cómo podría yo vivir sin ella?, si con ella fue cómo aprendí a vivir.

Raras veces en la madrugada, abrazaba fuertemente a tn por la cintura, cómo queriendo que nunca se vaya de mi, no quería que al abrir los ojos todo haya sido un sueño, eso sería demasiado para mí, solo quería estar con tn y no soltarla más, por qué de verdad que la amaba demasiado, demasiado es poco, la amaba con todo mi alma y con todo mi ser, tn era la chica de la que estaba completamente enamorado, con la que quería todo, con la que quería toda una vida.

De repente tn comenzó a toser, por lo que abrí los ojos.

-¿estás bien?, ¿tienes algo?- pregunté preocupado

-estoy bien...- dijo cuando pudo tranquilizarse un poco

-no, te escuchas agitada, ¿puedes respirar?- pregunté

-...si- respondió un poco más tranquila

-bueno, cualquier cosa dime ¿si?- pregunté

-...si- respondió asintiendo con la cabeza

Dormimos otra vez abrazados, no quería que el momento terminara, de verdad que la amaba tanto y el tiempo que pasaba con ella era lento, era tan bonito, tan especial, tan hermoso que no quería que nunca terminará, cuánto daría por estar todo el tiempo así con ella y que el momento durará para siempre, tantas veces me imaginé algo así, tanto tiempo anhelé por volver a estar junto a ella, y ahora que estaba pasando, no quería que todo esto terminará.

Tn se volvió a quedar dormida y yo me levanté de la cama, para tomar algo de aire.

Cuando amaneció, almorzamos algo juntos, pero después recibí una llamada del padre de hanna, tenía que ir a su empresa, por lo que tuve que llevar a tn a su casa, para después dirigirme a donde el padre de hanna, sabía lo que me esperaba, seguramente me iba a empezar a cuestionar sobre por qué abandone a hanna en la casa de berbardo, o por qué no contestaba a sus mensajes, y volvería a darme de esas de sus advertencias absurdas, cada que hacia algo, se la pasaba recordándome el contrato y las consecuencias que tendrían mis actos si llegaba a fallar.

Deje a tn en su casa, y luego me dirigi a la empresa.

Al llegar, dos tipos me tomaron de los brazos y me llevaron hasta la oficina del padre de hanna.

Entramos y lo primero que hizo el señor al verme, fue soltarme un golpe en el rostro, me golpeó así, sin siquiera decir algo o decir la razón, se miraba bastante molesto, siguió golpeándome y los otros dos solo me sostenían, yo no tenía manera de defenderme, y cuando trataba de defenderme, esos dos tipos me tomaban más fuerte aún, solo me quedo apretar los dientes y aguantarme la humillación.

Rette mich (bill kaulitz) tercer libro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora