Rette mich (bill kaulitz) tercer libro

Capítulo 22

Bill;

Por toda la sala habían gritos, podía sentir la mirada asesina de tn sobre mi, cuando nos separamos por un momento sentí arrepentimiento, sin embargo, hice como si besar a hanna, me haya gustado demasiado, por qué después acaricie su mejilla y antes de irnos a nuestros lugares, le di un beso pequeño como hacía con tn, sabía que me estaba excediendo tanto, pero tn también al traer a hugo a casa de bernardo, luego de haberme ignorado por días, y no permitirme hablar con ella, no quería verme a mi, pero si salía y venía a casa de bernardo acompañada de ese puto.

Todos después de aquello quedaron bastante sorprendidos, tom, georg y gustav me miraban mal, sabía lo que me dirían cuando volviéramos al departamento, empezarían a regañarme por eso.

El juego siguió, no me atrevía siquiera a voltear a ver a tn, sabía que lo que hice no estuvo bien, y yo como un estúpido por un arranque de celos bese a hanna, sin importarme que tn me estuviera viendo. La botella giro y está vez, fue como si el destino lo haya tenido todo preparado, cayó en dirección de bernardo hacia tn, la voltee a ver, ella miraba a bernardo.

Si elegía reto, esperaba que fuera conmigo.

-tn, ¿verdad o reto?- pregunto bernardo

-reto- respondió sin pensarlo, hubo entonces silencio

-besate con hugo- dijo y todos, absolutamente todos hicieron bulla, yo solo me quedé viendo a tn

-fácil- termino de decir eso, así levantándose de dónde se encontraba sentada y caminando a dónde hugo

Las miradas estaban dirigidas de mi hacía tn, después de tn hacía mi, yo pensé que tn no sé iba a atrever a besarlo, pero quedé sin palabras cuando tn se agachó y se sentó en el suelo junto a hugo, para tomarlo del rostro y después besarlo, a lo que el al instante correspondío, sin ningún problema alguno se besaron, sin importar que yo estaba viendo, y que todas las burlas iban dirigidas a mi, sin importar lo que sentía al verlos así, sin importarle a tn que me estaba muriendo de los celos por verlos de esa manera. No podía explicar cómo me sentía en ese momento, sentía un enojo demasiado grande, eran unos celos que me quemaban por dentro, no iba a permitir que se siguieran besando, sus labios solo eran míos.

Por eso me levanté de dónde estaba sin pensarlo tanto y tome de tn del brazo, haciendo que se levantará, cruzamos miradas, tanto ella como yo nos mirábamos molestos, pero ella por lo visto estaba más molesta que yo, por su mirada se veía cuánto quería golpearme.

Un silencio se había echo presente, teniamos la atención de todos, solo nos miraban, de tn a mi, de mi a tn, esperando a que uno de los dos dijera algo.

-¿con que derecho te besas con ese imbécil?- le pregunté molesto apretando más su brazo

-te recuerdo que también te besaste con hanna, si tú lo haces también lo puedo hacer yo, no solo por qué sea tu novia quiere decir que te puedes besar con ella, y lo digo por qué sabes que tus labios solo eran míos, pero la besaste y eso me da demasiado asco, no sé cómo pudiste besarla, solo por un arranque de celos- hizo un pausa -aprende a controlar tus putos impulsos-

-como dices, hanna es mi novia, pero hugo y tú no son nada- dije y hicieron bulla todos

-¿en qué momento dije que no?- pregunto

Volvieron a hacer bulla y a gritar por toda la sala.

-¿no entiendes verdad?- alce las cejas

-¿qué?- pregunto tragando saliva, y mirándome fijamente, con algo de nervios

-que solo eres mía, y que me perteneces solo a mi- la tomé de la cintura y le di un beso que correspondío al momento, teníamos las mismas ganas de besarnos, parecía haberlo esperado por bastante tiempo, nosotros nos besabamos con tanta pasión sin pensar que todos nos estaban viendo, no pensábamos en nada cuando nos estábamos entregando así, solo queríamos seguir besandonos, sin importar nada. Seguimos así, hasta compartir el mismo aliento, y respirar el mismo aire, ya habíamos salivado demasiado que también compartíamos nuestra saliva, me gustaba bastante besarla, perdía todos mis sentidos estando así.