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No volvieron a hablar sobre aquella confesión después de ese dia.

Estaban en la misma habitación sin decir nada, lanzándose miradas que hacían que la piel del pelinegro ardiera. Todo para que Enid se terminará apartando de forma nerviosa, sonriera y se sonrojara tropezando con sus palabras antes de irse a clases.

¿Eso era algo bueno, no? Eso quería decir que ella sentía algo...pero con los días le surgió la duda, ¿Era por ella...o por Mercurio?

El gótico optó por escapar de la habitación por las madrugadas para ir a la biblioteca, estaba claro que su cuerpo no iba a volver por tiempo indefinido, debía buscar una poción que contrarrestara el efecto.

Así que se sentó en un rincón alejado con su linterna para repasar libros viejos de todo tipo de pociones mientras Cosa iba de aquí a allá buscando como ayudarle.

-Cosa -dijo el gótico en un susurro llamando la atención de su fiel compañero -Si Enid... no me corresponde ¿Cuánto tiempo crees que me quedé?

Cosa golpeó contra la madera de la mesa "¿Hablas de la maldición?".

El pelinegro asintió.

"Cada Addams que murió por un corazón roto tuvo su propio tiempo, algunos ni siquiera duraron un día".

El gótico hizo una ligera mueca, realmente era una maldición terrible y no tenía control sobre ella, su supervivencia era por el simple hecho que se había guardado sus sentimientos... pero ahora...ahora su vida, su alma y corazón estaban en manos de Enid y de nadie más.

Cuando reunió sus cosas tras no encontrar nada útil en sus investigaciones decidio regresar a su habitación, justo antes de llegar se detuvo en una ventana mientras contemplaba la lluvia del exterior y su reflejo en el vidrio, las palabras de hace semanas de la rubia hicieron eco en su cabeza.

"Si fueras un chico me gustarías mucho".

-Nunca te enamorarias de mi, ¿Verdad Enid?  -susurro débilmente a la nada.

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Faltaba un día para el Raven y Enid le había pedido que no saliera de la habitación mientras ella desaparecía por la puerta para arreglar unos asuntos pendientes, ya era de noche y el pelinegro se paseaba como león enjaulado de un extremo a otro de la habitación.

¿Será que después de la confesión arruino todo? ¿Quizá Enid está pidiendo cambio de habitación con Yoko ahora mismo?

Miro el extremo colorido y rápidamente se dirigió a la cama de la rubia y miro debajo, ahí estaba esa fea maleta roja, no, no era eso.

¿Entonces? ¿Y si le pasó algo en el camino? 

Corrió al extremo oscuro y busco bajo su cama su maleta de primeros auxilios para Addams, al abrirla la recibieron diferentes tipos de armas, dagas, estrellas y una linda katana, comenzó a tomar todo y ajustarlo a su ropa de forma metódica olvidándose por completo de la puerta principal y el ligero sonido al abrirse.

-¿Mer?

Soltó un pequeño respingo y se giró lentamente.

-¿Que estás haciendo?

El gótico estaba mordiendo una daga y la tomo con una mano.

-N-nada...práctico la mamushka por...si acaso...ya sabes.

La rubia la miro de forma divertida.

-¿Ibas a ir a buscarme cierto?

-¿Yo?...no que va -Vio como Enid alzaba una ceja y soltó un suspiro mientras miraba a otro lado y jugaba con la daga- puedequesi.

Solo para ti (Wenclair)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora