Solo para ti (Wenclair)

VI

-MER!

Alguien comenzó a llamarle entre su eterno descanso. 

-Merlina!

Sus párpados se abrieron con dificultad al escuchar la voz desesperada de Enid ¿Estaba en peligro?, el cielo se había despejado, pasos apresurados a través del piso de madera se hicieron presentes, la silueta de la rubia apareció a la vista y la miraba aterrada.

-Por Dios nonono -La loba se inclino rápidamente sujetando al pelinegro en un abrazo -Mer, oh Dios, estás empapado, hace frío.

Sintió como una capa lo arropaba y le brindaba calor y volvió a sentir un abrazo aplastante, el gótico miro atentamente ¿Estaba alucinando? ¿Por qué lo enviarían al cielo? Era seguro que en el infierno no hay ángeles como Enid.

-Mer, hablame por favor, necesito llevarte de regreso a Nevermore.

-Enid -su voz salió en apenas un susurro. -Dejame aquí.

-¿Qué? No, claro que no.

-Dejame morir.

-Estas delirando, claro que no te dejaré morir.

La rubia aparto el cabello de su cara y aplasto sus mejillas.

-Merli, necesito cargarte, pero en este cuerpo pesas mucho. -La rubia saco un pequeño frasco -Aqui, bebelo

El pelinegro hizo un puchero al ver el frasco.

-¿Q-que es eso?

-La poción que te regresará a tu cuerpo original.

-No. -El gótico comenzó a negar como un niño pequeño.

-Mer, por favor.

-No...quiero...volver...a ser...yo.

Los ojos marrones se quedaron atrapados en los azules llenos de preocupación.

-¿Por qué no?

-Dijiste...dijiste....que si fuera un chico...te gustaría mucho.

Los ojos azules se llenaron en lágrimas.

-Mer, fue un comentario tonto... tú no tienes que ser un chico.

-Lo sé, no importa que lo sea...por qué, yo no soy él, no soy Ajax y...

-Mer...

-Nunca me amarás... -Su voz salió rota - Y está bien, entiendo...soy todo lo que no necesitas.

-¿Quien dijo que no te necesito?

-Oh bonita, tu...tu eres el sol, eres tan amable y buena, tan tan dulce que yo... - Sintió como su voz se entrecortaba al ver la mirada tan profunda que le estaba dando la rubia.

-Merli, escúchame bien, te quiero de regreso.

El pelinegro parpadeó desconcertado y la chica prosiguió.

-Te necesito de vuelta, quiero a mi rommie gótica oscura con tendencias homicidas a mi lado, me hace falta.

-Enid...

-Desde el día que desperté y ella no estaba no deje de extrañarla, mi lobo interior se siente roto al no tenerla y sé que eres ella...pero no lo eres en absoluto, extraño su mirada oscura al darme la contraria y sus comentarios sarcásticos y cascarrabias, nuestras peleas sin sentido... la necesito completamente como mi compañera de crimen...como mi compañera de vida.

El pelinegro entre abrió los labios sorprendido.

-P-pero Ajax y tú...

-Addams -La voz de la loba le quito las palabras. -No me importa Ajax en lo más mínimo, se lo deje claro cuando me pidió hablar a solas.

-Pero...

-Me gustas -Enid soltó sin más - Me gustas tanto que corrí como loca bajo la lluvia buscándote por horas después de que desapareciste...Cosa me busco, me explico la maldición, estaba aterrada de no encontrarte a tiempo.

El pelinegro la miro asombrado y algo incrédulo mientras la rubia proseguía.

-Mer. -La loba acaricio su rostro - Mis sentimientos han estado ahí por mucho tiempo, pero fui tan tonta para entenderlos... estoy profundamente enamorada de ti y...y quiero que vuelvas, por favor.

El pelinegro sintió como una lágrima caía por su mejilla.

-Por eso que insistias que buscaramos una forma de devolverme mi cuerpo.

Enid asintió mientras le mostraba el frasco.

-El día antes del Raven cuando volví tarde fue por qué busque al profesor y le expliqué tu situación, estaba asustado que lo delatara, así que pasamos la tarde preparando una cura...supongo que ahora que Lucas Walker lo expuso recibirá su castigo por usar pociones no autorizadas en clase...ahora por favor, bebelo.

La rubia le tendió el frasco y el pelinegro la miro mientras asentía, bebio la poción sintiendo como sus huesos y estructura se torcian con algo de dolor mantuvo sus ojos cerrados, hasta que todo se detuvo, antes de volver a caer en la inconsciencia siento como alguien alzaba su cuerpo y una suave voz murmuraba en su oído.

-Te tengo.

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Al despertar se dió cuenta que estaba en la enfermería de Nevermore, su ropa estaba seca, su cuerpo y trenzas habían vuelto, vio dormir plácidamente a Enid en una silla al lado de su cama, de repente como si la hubiese llamado comenzó a abrir los ojos y sus miradas se encontraron.

-Merli. -Enid susurro mientras se acercaba a abrazarla -Dios, te extrañe tanto.

Merlina sintió como la aplastaba por completo y devolvió el abrazo con la misma necesidad y una pequeña sonrisa burlona.

-Nunca me fui Enid...pero entiendo. 

Ambas se alejaron y se miraron con cariño, la rubia volvió a inclinarse y besar los labios de la pelinegra de forma dulce y lenta, al principio Merlina mantuvo los ojos abiertos por la sorpresa, pero lentamente los cerro y correspondió al beso mientras rodeaba los hombros de la rubia con sus brazos, sintió como la loba la sujetaba por la cintura, cuando ambas se quedaron sin aire apoyaron sus frentes la una sobre la otra.

-Hola. -Dijo la rubia.

-Hola bonita.

Enid soltó una ligera risa y volvió a darle un beso rápido.

-Me gusta que me digas así.

-Me gusta besarte -la pelinegra la miro profundamente -Pudimos besarnos desde antes.

-No lo creo, yo quería besar a Merlina, no a Mercurio.

Merlina giro los ojos, cansada de explicar que siempre fue ella pero en otra versión y comenzó a reír.

-Il mío sole, eres tan tonta.

-Mer! -La rubia se separó y la miro ofendida antes de sentir un rápido beso en los labios.

-Pero eres mía.

Vio como las mejillas de Enid se tornaban rosas y una sonrisa boba aparecía en su cara.

-Tus hoyuelos...están ahí. 

La sonrisa de Merlina creció.

-Solo para ti.

Ambas se volvieron a besar.