9. Fix You

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Michael.

Recién había acabado la clase de álgebra y yo guardaba algunos libros en mi casillero.

Hace algunos minutos se había aparecido por aquí el idiota de Ashton junto a sus nuevos "amigos". Me había mirado despectivamente, sintiéndose el mayor hombre en la tierra, cuando hace tan solo unos días antes incluso me saludó. Maldito hipócrita.

No había visto a Luke en todo el día. Supuse que ese día no había asistido.

Pero, ¿Por qué?

Aproveché ese momento para hacerle una llamada. Era obvio que necesitaba a alguien luego de haber pasado por la muerte tan repentina de su madre.

Le hice dos llamadas más luego de ser mandado al buzón la primera vez. Pero nunca contestó.

Decidí enviarle un mensaje de texto en el que preguntaba el por qué de su ausencia.

Sonó el timbre para la siguiente clase, pero no pensaba asistir. Fui al baño para lavar mis manos, esperando una respuesta del rubio.

Por un momento pensé que ya no tenía que esperar por una respuesta, pues creí haberla encontrado ahí cuando escuché algunos sollozos en uno de los cubículos del sanitario.

Toqué un par de veces, pero nadie respondió. Aquellos sollozos acompañaban el silencio sepulcral.

Abrí la pequeña puerta, dejándo ver a cierto rubio abrazándose a sí mismo en el suelo.

Pero había una pequeña cosa que llamó completamente mi atención.

Las enormes manchas rojas en las mangas de su playera.

Seguían goteando, dejando otros rincones de su cuerpo llenos de su sangre.

Los escalofríos no tardaron en aparecer por todo mi ser.

Me acerqué sigilosamente, para sentarme junto a él. Limpié sus lágrimas con mis dedos, mientras él me observaba.

—¿Qué haz hecho?— cuestioné, notando aquella navaja entre sus dedos.

Lo había vuelto a hacer.

—Perdón— susurró, mirándome con aquellos bellos e irritados ojos.

—¿Pero por qué?— tomé una de sus mangas, recorriéndola hacia arriba y dejando ver esas profundas cicatrices abiertas.

—No sé que hacer— sollozó. —Extraño demasiado a mi madre, y mi padre quizo pegarme en la mañana...

—Ese hombre está muy mal— respondí. —No debiste volver a hacer ésto, es muy malo para tu cuerpo— realmente estaba preocupado por él.

—Ayúdame— murmuró. —No se a donde ir, no sé si quiera por quién llorar— sus manos temblaban, definitivamente estaba hecho un desastre.

En ese momento me sentí como un estúpido.

Mi situación era una completa tontería comparada con la de el rubio.

—Tranquilo— le dije. —Quédate aquí, te ayudaré a limpiar ésto...

Salí del cubículo y tomé un poco de papel de baño con el cual limpié sus muñecas, luego me quité la chaqueta y se la puse para que no se notase la sangre en sus prendas.

—Me siento mareado— murmuró.

—Iremos al hospital ahora mismo— le dije.

—Estamos en la escuela...

—Pues nos iremos sin que nadie nos vea— murmuré mientras lo ayudaba a levantarse.

Salimos del colegio y tomamos un taxi a las afueras de éste.

~

Una enfermera habia vendado las cicatrices de Luke, le habían recetado algunas vitaminas y suero para que se recuperase rápidamente.

Se encontraba sentado en una camilla, esperando a que el doctor autorizara que nos pudiesemos ir.

Había dejado de llorar, sus manos ya no temblaban y su respiración se encontraba en calma. Pero su rostro se notaba demacrado y sin ningún color.

—¿Te sientes mejor?— pregunté, luego de haber dejado que el silencio se apoderase del lugar por un largo rato.

Él asintió.

—Luke... sé que las cosas no han salido de lo mejor para ti, y comprendo la etapa tan difícil en la que estás...— hice una pausa, observándo su fría expresión. —Yo en tu lugar ya habría terminado con mi vida, ya que soy muy cobarde. Pero tú en cambio eres muy fuerte... eres todo un héroe Lukey— le sonreí levemente, a lo que él respondió de la misma manera.

Me senté junto a él en la camilla. —Si alguna vez te niegas a permanecer en tu casa, no dudes en buscarme, porque yo sé perfectamente lo mal que se siente no encajar en algún lugar, incluso con mi propia familia... El punto es que si alguna vez me necesitas, no importa si es a media noche o si estamos muy lejos, estaré para ti...

Luke sonrió ampliamente.

—Eres la persona más importante que a pasado por mi vida, y no estoy mintiendo— lo tomé de la barbilla e hice que me observase. —Y si un día no estás, quizá nada de lo que haga tendrá sentido...— aquellas últimas palabras fueron pronunciadas mientras le observaba a sus ojos color cielo.

—Esto es demasiado cursi, lo lamento, pero solo intento dejarte en claro lo mucho que-

Mis palabras fueron interrumpidas cuando el rubio juntó sus labios con los míos.

Sentí sus frías manos en los costados de mi rostro. Sus labios se movían dulcemente sobre los míos y yo sólo intentaba no herirlo más de lo que estaba, pues creía que con un mínimo toque éste volvería a caer, aún siendo tan fuerte.

Fue ahí cuando supe que no quería separarme de él.

~

MUCHO TIEMPO A PASADO, JEZÚ

Las extrañe y perdón por no haber actualizado en éste trillón de años xc jdijiw no las olvide jamás y perdon por este cap medio aburrido (?

Ya casi termina esta historia, sólo faltan aproximadamente 5 capítulos y yo no puedo estar más agradecida con ustedes por lograr que esta historia sea leída al menos, las amo :')

√empty |muke| EN EDICION. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora