—No hay nada, estamos sin comida. —chilló Enora.
—Joder, no puede ser.
Nos habían robado, eso era obvio. Nos dejaron las armas, los documentos y las linternas. Pero se llevaron toda la comida.
—Fueron Caminantes. —dijo Tony— ¿En serio? Vaya Antony, no me había fijado. —Le respondió Nyxen.
—Cállense de una vez, no tenemos comida, es otro problema más importante. —alcé un poco la voz. No tenía nada bajo control y eso me estresaba demasiado.
—Ella tiene razón. Tenemos que buscar comida. —Irene me apoyó y luego Miranda añadió—Si no comemos, moriremos antes de llegar a la Región Pacífica.
Nora, Cassiel, Tony y yo caminamos para encontrar algún rastro que hayan dejado los caminantes, mientras que los demás buscaban cosas comestibles.
Logramos encontrar uno de los bolsos. Parece que se rompió y por eso lo dejaron, pero había comida en el. Miranda logró conseguir mangos y manzanas.
—Por ahora estamos bien. Pronto tendremos que buscar más. Suministren la comida. — Miranda nos entregó los mangos que no entraban en su bolso.
Enora y Cassiel se alejaron un poco de nosotros, parecían hablar algo importante. Decidí no entrometerme, es cosa de hermanos.
Comimos media manzana cada uno, Cassiel no quizo.
En la noche, casi todos se durmieron rápidamente, parecían estar agotados. Enora aún no se dormía y su hermano mucho menos. Me acerqué a ella—¿Insomnio? —asintió.
—Un poco triste, quizá. —susurró—¿Por qué?
—Es el cumpleaños de Cass. No me agrada mantenerlo en silencio, pero el no quizo molestar, y menos con el problema de hoy.
Hice silencio. Era su cumpleaños y no dijo nada—Lo felicitaré.
Sin esperar respuesta de Enora, me levanté para acercarme a Cassiel—Hola.
—¿Qué quieres ahora?
—Te gustaría enseñarme a usar un arma, ¿no? Vamos.
Me levanté y, aunque dudó, me siguió. Nos alejamos un poco de los muchachos para no despertarlos con el ruido.
—Esto es una glock diecisiete calibre nueve por diecinueve milímetros.
—Entiendo... —no entendí nada.
—Es fácil de usar. Por aquí se recarga, observa bien —abrió lo que creo que es donde van las balas y luego la cerró de nuevo, estaba cargada—. Tienes quince disparos. Cuando se termina tienes que hacer lo que te mostré para poner más balas, si no tienes más balas, estás jodida.
Tan sutil.
—Tiene tres seguros que debes quitar antes de usarla. Un seguro de gatillo, uno de percutor y uno de caída. —mientras decía eso, quitó cada uno.
Luego apuntó a un árbol un poco lejos y sin esperar mucho, disparó. Justo a mitad de tronco, ni muy arriba ni muy abajo. Me la entregó—Coloca bien la espalda, Respira y suspira un poco antes, agarra el arma con fuerza, observa bien a donde quieres disparar y antes de hacerlo, aguanta la respiración.
Observé el mismo árbol al que él le disparó. Respiré y suspiré. Sujeté el arma con fuerza, aguante la respiración y disparé.
Quedó unos siete centímetros más arriba que la bala que disparó él—Increíble. Tienes talento.
Le devolví el arma—Tengo un buen maestro.
—Fue un disparo casi perfecto, Helena.
No respondí.
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ENDEST (libro 1)- Ari Amado
AventuraHelena es una chica que está segura de no querer vivir una vida cotidiana como las de todos en la RELD, dónde creció. Al cumplir sus quince años decide irse de ahí y hacer algo que no piensa muy bien, salvar a la CPT. Así que con su mejor amigo Nyxe...