Capítulo 4.

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12 de noviembre, 2055.

Esta semana me di el tiempo para crear un buen plan de escape. Como lo menciono, parece que estuviéramos escapando de una prisión o algo por el estilo.

La cosa es que ya tengo la idea perfecta, ahora solo falta decirles a todos, y eso es justo lo que voy a hacer.

Enora y yo estamos llegando a la torre norte para encontrarnos con los demás, como dijo Miranda.

—¿Crees que estén todos?— respondí que sí y entramos. El interior de esta torre es sucio, oscuro, de un aspecto siniestro y yo diría que poco seguro. Las escaleras rechinaban con nuestro peso, como si estuvieran quejándose de ello.

—Disculpen la impuntualidad.— Dije en cuanto los vi, luego Nora y yo nos sentamos a sus lados cerrando un círculo.

—No hay problema.— Respondió Irene. Supongo que es ella porque es la única chica que no conozco. Sus ojos grandes me observan fijamente. Me sudan las manos. Esto es mucho más serio de lo que pensé y me pone los cabellos de punta.

Tomé la gran iniciativa de presentarme primero. Sentí que era mi deber.

— Soy Helena, un gusto conocerlos. Pertenezo a el área de indagador.— después de mi, todos se presentaron rápidamente diciendo su nombre y área.

Irene es del área estadista, claro.

Tony, Un muchacho alto que dijo tener diecinueve años, es el amigo de Nyx que trabaja como buscador ya graduado.

Nyx y Miranda se presentaron. Enora después de presentarse a sí misma, presentó a su hermano también.

—El es mi hermano Cass. Que parece que le comió la lengua un ratón.— bromeó Nora por el silencio de su hermano.—Cassiel, Protector casi graduado.

Luego de sus grandes presentaciones en las que dijeron hasta su signo zodiacal (notese el sarcasmo) hablamos un poco para romper el hielo.

— A tony le pueden decir Tornado, no le molesta.

—Gran dato Nyx, pero creo que nadie te preguntó. Igual a ti te pueden llamar Nundación.

—Eso no existe.

Claro que sí. Solo le quito la "I". Lo usaré.

Fue un rato de bromas entre Nyx y Tony, Miranda regañandome por reírme de esas bromas, Irene riendo también, Enora soltando insultos al azar y su hermano finjiendo que no existe.

Depués, Miranda decidió que deberíamos hablar de lo importante.—¿Qué haremos, Helena?

—Tengo un plan, lo pensé mucho toda la semana. Pero creo que funcionaría.

El silencio de todos me indicó que me escuchaban. Todos tienen la vista puesta en mi y eso es muy incómodo desde mi punto de vista. Supongo que están esperando que hable ya pero tengo la necesidad de calmarme para regular la voz y no rediculizarme.

Luego de tomarme mi tiempo y hacer que todos esperaran, decidí que ya tenía que hablar. Entonces mi plan es el siguiente:

— Nuestro único problema es el faro y los dos protectores de cada salida. Entonces, Nyxen: Tu entrarás al faro. Te encargarás del protector que está arriba. Para cuando termines, nos avisas con las luces, con código morse. Luego de eso— me frené de golpe en el momento que tenía que hablar de Cassiel. Me da un poco de pena. No es la misma confianza que con Nyx.— Cassiel, ¿puedes encargarte de los protectores de la salida?

—Que sea la oeste. Es más cerca de mi área.

—Perfecto. Entonces será en la salida oeste. Irene lo que debes hacer tu es encontrar información que nos sirva de algo. Mapas, documentos, cartas.— ella parecía de acuerdo, pero luego hizo un gesto poco convencedor—Eso es fácil. Mi problema es escapar de mi área, siempre hay estadistas a toda hora en planta. Mi única salida es por la ventana del primer piso, sufro vértigo.

—Yo puedo irte a buscar, todo buscador tiene  una escalera en su casa.

—Ya entendimos que te graduaste, Tony.—Nora giro los ojos.—Entonces Irene y Tony se irán juntos hasta la salida oeste con Cassiel. Enora y yo buscaremos a Miranda, para ayudarla con la comida que logre encontrar. Esperaremos a Nyxen y luego nos iremos. No es tan difícil, ¿verdad?

Negaron.

— Tiene que ser el miércoles.—avisó Miranda con decisión.—Los miércoles llegan bolsas de comida para los estudiantes. Las reparten los jueves en la mañana así que tiene que ser la misma noche para lograr robarla.

—Entonces ya tenemos día.—sonrió Nyx.—Nyxen, saldrás a las 11:30 pm.—Le planteó Nora para terminar el plan.

—Saldrá bien.

Estoy sentada en el frío piso de la habitación que ví antes. Hay juguetes regados a mi alrededor y la ventana delata la noche.

Se escuchó de repente el rechinar de la puerta abriéndose y una voz de hombre a la que no le logro encontrar cara dijo: —Cariño, es tarde. Vete a la cama.

Asiento e inconscientemente me levanto y voy a la cama, no puedo voltear a ver quién me habló.

Ya en la cama que me recibe con unas sábanas que se sentían como las mismísimas nubes, se sientan a mi lado. Ya no es un hombre, ahora es la ligera voz de una mujer que canta:

   Yo fui alguna vez un solitario juguetito sin nombre.

   A quien en la tienda, nadie se le acercaba.

   Hoy, soy yo Cheburashka, a mi todos los perritos callejeros con que me encuentro, ¡me saludan con su patita!

   Al principio de mi vida no tuve suerte. Tal que esto sucedía:

   A mi el día de mi cumpleaños nadie me visitaba.

   Ahora vivo con Guena, Él no es nada común, sino:

   ¡El mejor cocodrilo del mundo!

Cerré mis ojos y me hundí en un profundo sueño.

Miércoles, 15 de noviembre, 2055.

—Helena. Despierta de una vez, estás hablando dormida.

—¿Qué?

—No sé en que idioma hablabas.

¿Idioma? Yo solo se Español y Ruso, papá me lo enseñó desde muy pequeña porque decía que le gustaba. Quizá fue el ruso.

—Sonabas como niña pequeña. Y ese idioma o lo que sea es horrible. Como sea, ya es tarde, hay que desayunar he ir a clases hoy, no se puede sospechar nada, Ella.— Negué.— Sal ahora mismo de la cama, Helena.

—Pero no dormí nada.— Entonces Enora volteó mi colchón, haciendo que me de un golpe seco contra el piso.—Joder.

—Dormiste toda la noche como un bebé. Te lo aseguro.— Los bebés no duermen toda la noche, refunfuñé.

Un dolor punzante me atraviesa la costilla derecha. Además el piso me recibió de la manera mas invernal de todas haciendome levantar rápidamente cuando soy consciente de ello, aún adolorida.— Enora Anderson. Te mataré.

—Exagerada. Arréglate, vamos a clase.

La mañana transcurrió muy normal. Asistimos a clases y nadie parecía sospechar algo.

En la tarde fue lo mismo, a excepción de que vimos una clase muy interesante.

—Hoy les hablaré de algo que les puede servir de mucho— Mencionó el profesor Lee, el de "Anatomía y como cuidarla"—.Como curar heridas profundas de la manera mas eficaz.

Es una clase que sirve muchísimo, me parece. Así que le presto más atención de lo común.

—Maldición. Me da mucho asco la sangre.—escuché a Nora quejarse de las imágenes que mostraba Lee.

Al terminar la tarde y cenar. Enora y yo pusimos a la mano (debajo de la litera) cosas que nos llevaríamos esta noche. En dos pequeños bolsos metimos linternas, un encendedor, termos para llenar de agua, una navaja y algunas medicinas.

Me di cuenta cuando Hanna me observaba, atenta a lo que hacía. Sin embargo, la ignoré.

Nos enviaron a dormir a las 10:00 pm.

A las 11:36 pm, vimos la señal de Nyxen indicando que lo logró.

ENDEST (libro 1)- Ari AmadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora