—Lali!
Quite la mirada de mi ordenador en cuanto escuche el grito con mi nombre y fulmine a Candela con la mirada.
— ¿Qué? – pregunte.
— Como que "¿Qué?" te he estado llamando y no me prestas atención, es la hora del almuerzo ¿vienes a no?
Me fije en mi reloj y me di cuenta que efectivamente eran las 12:40 pm y yo ni me había enterado. Hoy ha sido un pésimo día para mí.
Mientras espero el ascensor y huyo de la mirada acusatoria de Cande , recuerdo como ha empezado mi día. Primero me desperté en el suelo en un vago intento de hacer callar a mi despertador, por lo cual me duele el trasero. Pablo no estaba en el apartamento cuando me desperté y de él solo encontré una nota diciendo "Voy a trabajar. Te llamaré" Una vez más Peter volvió a invadir mis sueños y por andar pensando en él, llegue tarde al trabajo. Debo dar gracias a que no tengo un jefe estricto o si no sería un número más en la tasa de desempleo. Si eso no fuera poco, hoy mi ordenador no estaba trabajando bien y por creerme ingeniera de sistema termine borrando un archivo que contenía la información de uno de los clientes más importantes, por suerte teníamos una copia en físico pero mi mañana se fue en transcribir toda la información a la base de datos. En resumen, hoy no es mi día.« ¿Y tú tienes algún día? » Y claro no podía faltar la vocecita irónica de mi cabeza.
— ¿Vas a entrar o no?
Salí de mis turbios pensamientos solo para darme cuenta que las puertas del ascensor ya estaban abiertas y que probablemente debí lucir como una retrasada mental para toda la gente que está dentro
.— Lo siento. – me disculpo vagamente e ignoro la mirada interrogativa de Candela
.***Nuevamente y como es costumbre Eugenia, Cande y yo, estamos esperando a que nos traigan nuestro pedido, yo ordene solamente una ensalada cesar con todo lo que me ha pasado hoy no tengo estomago para nada.
— ¿Ya me vas a contar que demonios te pasa? – Me pregunta Cande
– Has estado despistada toda la mañana, y estas rara desde el viernes pasado.
Suspiro y la miro.— Estoy hecha un lio Candela– le digo.
— Ya te dije que si tiene que ver con el adefesio de tu novio, yo conozco a un... — la corto antes de que continúe y Eugenia ríe. A Cande nunca le ha agradado Pablo, tal vez sea por su miedo al compromiso.
— No tiene nada que ver con él.
Empiezo a relatarle a Candela exactamente lo que le conté a Eugenia y a medida que la historia avanza una sonrisa maliciosa se instala en su rostro.
— Y me siento como la peor persona del mundo. – finalizó.
— Está exagerando. – Eugenia rueda los ojos.
— Me puedes decir ¿Por qué sonríes de esa manera? – le pregunte a Cande .
— Por nada en específico. Lo que me estas contando es genial y ahora todo tiene sentido. – me dice.
— ¿Genial? ¿Qué tiene de genial? ¿Y qué es lo que está claro? – pregunto.
— Todos tus cambios. Es obvio que estas apunto de vivir una aventura con tu primo. – Eufemia y ella ríen.
— Woah, Woah, Woah, para ahí. Yo me quiero alejar de él, no tener una aventura. ¡Es mi primo! ¿Sabes cómo me hace sentir el hecho que lo desee? – le replico.
— Te hace sentir muchas cosas que tu intento de novio no lo hace. Date una oportunidad La, no seas tan cerrada. – dice Cande .
— Ya yo le dije que es normal que cosas así pasen entre miembros de una familia. – dice Eugenia.
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Los juegos de mi primo
FanfictionSiempre existe le negación pero es inevitable caer en la tentación > +18