La inhóspita y fría tierra de Kislev, situada al noreste del Imperio y rodeada de hielo, es un lugar donde la rabia, las emociones y las adversidades acechan a quienes se atreven a cruzar sus fronteras. Este reino, la nación más septentrional del Vi...
Año Imperial 2276. Kislev, una tierra asolada por la guerra civil entre Atamanes, donde el poder y la ambición han desgarrado la nación. En medio del caos, surge la figura de Sigfried, un guerrero leal que ahora se alza como el principal opositor al régimen del Ataman Sergi.
La disputa es clara: Sergi ansía consolidar el poder de los nobles, desechando a los Ungols y Gospodar, mientras que Sigfried lucha por una Prag unida y justa para todos sus habitantes.
Un grupo de valientes guerreros, conocidos como los Hijos de Prag, emergen como los defensores de su tierra natal. Han resistido incontables embates de las fuerzas que buscan esclavizarlos, y bajo el liderazgo carismático de Sigfried, su destacado comandante, han perseverado contra todos los obstáculos. Su determinación y coraje son una chispa de luz en este lúgubre panorama. Dos años de sangrientas batallas llegan a su punto culminante en las afueras de la gran ciudad fortaleza Prag, el bastión de Kislev.
Aquí, en este último enfrentamiento, el vencedor será recordado como un héroe, mientras que el derrotado será condenado al olvido.
Pero hay algo más en juego que la mera lucha por el poder. En las sombras, una oscuridad insidiosa se alza, tejiendo sus hilos a través de la tierra devastada por la guerra. Una maldad antigua y poderosa se agita, alimentándose del caos y la destrucción que asolan la tierra de Kislev. Una profecía habla de un evento que está por desencadenarse, un cataclismo que cambiará el destino de la nación y más allá.
Mientras los ejércitos se preparan para el enfrentamiento final, las sombras se alargan y la oscuridad crece, envolviendo todo en su abrazo gélido. En medio del fragor de la batalla, se vislumbra el surgimiento de una fuerza maligna que amenaza con sumir a Kislev en la ruina y la desesperación.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
