Capítulo 3 *Darlene*

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El conflicto mágico entre Darlene de Marfil y Gladius Manto Oscuro alcanzó su punto álgido, convirtiéndose en una danza de poder y desesperación. Los dos magos, maestro y estudiante en algún momento, se enfrentaban en una lucha épica que resonaría en los anales de la historia de Kislev.

El aire estaba cargado de energía mística, los destellos de luz y oscuridad se entrelazaban en un frenesí de hechizos. Darlene canalizaba los vientos mágicos con gracia y naturalidad, su conexión innata con la magia de hielo le confería una destreza única. En cambio, Gladius Manto Oscuro, a pesar de su esfuerzo y dedicación, había buscado poder en la magia oscura, perdiendo de vista sus raíces y volviéndose cada vez más arrogante.

-Tenías futuro niña, porque pelear por un puñado de campesinos- Gladius hace un movimiento con su cabeza llevando hacia atrás su melena dorada.

- No hables de mi pueblo, ¿olvidaste de dónde vienes? ¿olvidaste quiénes fueron los que te dieron apoyo para que te conviertas en noble? - Darlene canaliza los vientos de magia. Los hechizos de Darlene eran como cristales de hielo, elegantes y letales. Creaba formas etéreas que danzaban en el aire, pero Gladius respondía con ráfagas de energía oscura que desgarraban la realidad misma. Ambos magos se movían con agilidad, esquivando y contrarrestando, en una coreografía de fuerzas opuestas.

 Ambos magos se movían con agilidad, esquivando y contrarrestando, en una coreografía de fuerzas opuestas

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(Darlene canaliza los vientos de magia. Los hechizos de Darlene eran como cristales de hielo, elegantes y letales)

La nieve alrededor de ellos se congelaba y derretía en un ciclo constante, reflejando la batalla entre el hielo y la oscuridad. Darlene, con su mirada serena pero determinada, intentaba recordar al Gladius que una vez había compartido conocimientos y experiencias místicas.

-No tiene por qué acabar así Gladius, aun puedes luchar por un bien común-

Gladius no contesta, solo se enfoca en lanzar ráfagas de hielo, cada una mas dura que la otra. La lucha alcanzó un momento crítico cuando Gladius, con una risa despectiva, desató una corriente de hielo oscuro que se movía con una malevolencia insondable. Darlene levantó un escudo de hielo para protegerse, pero la naturaleza corrupta de la magia de Gladius trascendía incluso las defensas más sólidas.

 Darlene levantó un escudo de hielo para protegerse, pero la naturaleza corrupta de la magia de Gladius trascendía incluso las defensas más sólidas

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-Niña tonta, no lo entiendes verdad. Sergi solo es una herramienta, toda esta guerra solo alimentas a los verdaderos dioses- Un aura oscura se cierna sobre Gladius, tan oscura que los vientos de la magia se agitan de manera inusual. La cara de Gladius que era la de un noble, fina y cabellera dorada, se transformaba en colores oscuros, Darlene no entiende lo que pasa.

La barrera de hielo de Darlene empezó a resquebrajarse ante la oscuridad que la envolvía. Gladius avanzaba con paso seguro, su risa resonando como un eco siniestro en el campo de batalla. Los fragmentos de hielo se volvían negros, corrompidos por la magia oscura que los atravesaba.

—¡Gladius, qué hiciste...! —Ella sabía que ese poder tenía un costo, y podía sentir la corrupción de Gladius.

Desesperada, Darlene intensificó su conexión con la magia de hielo, pero la presión de la oscuridad de Gladius era abrumadora. En un último intento por protegerse, levantó sus manos en un gesto defensivo, pero Gladius, con una mirada despiadada, intensificó la oscuridad.

El hielo oscuro atravesó la defensa de Darlene, perforando la barrera mágica como si fuera papel. Un fragmento afilado se dirigió directamente hacia el rostro de Darlene, hiriéndola en el ojo con un impacto glacial. Un grito de dolor resonó en el campo de batalla mientras Darlene caía de rodillas, la magia de hielo oscuro envolviéndola como un velo siniestro.

Gladius se acercaba paso a paso, sacando una daga tan negra como la noche. Darlene no tenía fuerzas para defenderse. El campo de batalla estaba envuelto en un silencio tenso mientras Gladius Manto Oscuro se preparaba para asestar el golpe final a Darlene de Marfil. La magia oscura lo había transformado, y sus ojos brillaban con una malevolencia que estaba más allá de la comprensión de Darlene, mientras unas llamas disformes se hacían presentes a su caminar.

—Ofrezco este sacrificio en nombre de Tzeentch, que los dioses oscuros me den más fuerza —resonó la voz de Gladius, cargada de una oscuridad que estremeció incluso el corazón más valiente.

Darlene se estremeció al escuchar el nombre del que transforma las cosas. Sabía que Gladius había hecho un pacto para tener más poder mágico. Arrodillada y herida, apenas tenía fuerzas para levantar la mirada. Sabía que su final había llegado.

(Tzeentch, Uno de los 4 Dioses del caos , este es conocido como El Que Cambia Las Cosas)

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(Tzeentch, Uno de los 4 Dioses del caos , este es conocido como El Que Cambia Las Cosas)




Kislev: Sombras de Guerra (Warhammer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora