Héroes por Sorpresa | Paw Patrol

5

Narra la narradora (yo)

Después de ese suceso, cada uno fue dirección a su casa, quedando en hablar por la noche por su grupo de WhatsApp.

Chase se encontraba en su habitación confuso y bastante emocionado, porque le encantaba su nueva vida, pero tenía un grave problema, ya que su padre, el comisario Jiménez, estaba detrás de ellos, ya que según él, "eran unos pequeños listillos que leían demasiados cómics de aventuras", y que "tarde o temprano los iba a detener y conseguir saber quiénes eran para darles una gran reprimenda" haciendo que Chase se preocupara porque no quería fallarlo, pero tampoco quería deshacerse de su nueva doble vida.
Mientras él tenía ese cacao mental, Skye se encontraba en su casa también en su habitación preocupada, pero ella por motivos distintos.

- Genial, ahora no puedo volver a bajar - dijo mientras flotaba otra vez - no sé por qué es tan difícil, los demás ya controlan sus poderes, llamaré a Marshall para que me ayude.

Casa de Marhsall:

Mientras tanto, en el piso de Marshall había una guerra otra vez, ya que sus hermanas y él estaban discutiendo por otra cosa "estúpida"

- ¡¡Y no me molestéis más!! - dijo mientras cerraba la puerta de su cuarto de un portazo - el día que dejemos de discutir será el fin del mundo - dijo suspirando

De repente, le empieza a sonar el móvil, con lo que lo mira y ve que es una videollamada de parte de Skye

- Skye llamándome? - dijo extrañado - que raro... - comentó mientras respondía a la llamada.

- Hola Marshall! Tengo un problema - dijo Skye mientras intentaba enfocarse, pero se le resbaló el móvil de la mano y se le cayó

- Creo que ya sé cuál es el problema Skye - dijo Marshall - has vuelto otra vez a quedarte flotando??

- Si!! - gritó Skye, ya que no podía bajar a recuperar su teléfono - y esta vez es grave, ni siquiera puedo moverme de donde estoy, pero no quiero llamar a mi abuela, porque no quiero que descubra que tengo poderes... Así que, que hago?? Necesito ayuda urgente!!

- Mmm... la verdad es que no tengo ni idea - dijo pensativo - ya sé! Iré hacia tu casa y recogeré a Rubble en el camino, el te ayudará a bajar

- Gracias Marshall, no sé que haría sin ti - dijo Skye agradecida

- Está bien, tranquila, y no te muevas ok? - dijo Marshall mientras cortaba la llamada

- Como si me pudiera mover - se dijo Skye para si misma mientras suspiraba

Mientras tanto, Marshall se preparaba para ir a ayudar a Skye, y mientras tanto, llamaba a Rubble

- Vamos Rubble, cógelo por favor - dijo Marshall en voz alta. Después de comentarlo, Rubble le descolgó la llamada

- Hola? Aquí Rubble - dijo este mientras acercaba su teléfono a la oreja

- Hola Rubble, soy Marshall te llamo porque necesito tu superfuerza - dijo él

- Shhh! No digas nada! Estoy al lado de mis padres, igual te escuchan - comentó Rubble

- Ah vale, lo siento, pero es que te necesito. Skye no puede bajar - dijo Marshall preocupado

- Otra vez? Que le pasará? No lo entiendo, bueno, voy para allá. Te veo en mi portal - dijo Rubble mientras cortaba la llamada

Mientras tanto, Marshall intentaba salir de su casa sin ser visto, a lo que fracasó.

- A dónde crees que vas señorito?! - preguntó su hermana mayor Lucy

- Yo? A-a ningún lado - contestó Marshall nervioso

- Si ya, eso no te lo crees ni tú - dijo Lucy - ahora dime la verdad. No irás a escaparte para ir de fiesta no? Porque si es eso... - respondió con una mirada seria

- N-no - dijo él nervioso - solo voy a la casa de Skye, me llamó porque necesita ayuda con su abuela - respondió poniendo esa excusa, no iba a decirle que eran superhéroes y que Skye estaba flotando por su casa

- Bueno vale, pero te espero aquí antes de las 21:00h, ok? No quiero que te pase nada malo - le dijo Lucy

- Vale, genial, muchas gracias, adiós! - le contestó Marshall cerrando la puerta rápidamente

Marshall se dirigió hacia el portal de Rubble pensando en Skye. Seguía sin entender en qué momento se había enamorado de ella, y que le encantaría saber si ella sentía lo mismo, pero sabía que seguramente le gustaría Chase, aunque él ya le había dicho a Marshall que ella no le gustaba y que él estaba pillado de Everest. Suspiró, y acto seguido picó al timbre del piso de Rubble, haciendo que se escuchara una campana y acto seguido una voz femenina al otro lado del telefonillo

- Hola? Quién es? - preguntó la madre de Rubble

- Muy buenas Mary, soy Marshall, venía a recoger a Rubble para ir a casa de Skye - le respondió él

- Ah! Hola Marshall! Genial! Ahora mismo lo aviso, está en su habitación jugando a videojuegos, seguramente se le olvidó que venías a buscarlo - le dijo ella con voz tranquila

La madre de Rubble era una mujer tranquila y muy amable y dulce con todos, características que claramente heredó Rubble, porque era igual de dulce que ella, pero también tenía el carácter de su padre, un hombre igual de dulce y cariñoso que su mujer, pero con mucho carácter, ya que cuando se enfadaba era capaz de hacer cualquier cosa con tal de proteger a su familia. Rubble era hijo único, haciendo que fuera como el hermanito pequeño para la pandilla, aunque no fuera el más pequeño de todos, porque Skye tenía su misma edad. Ellos dos, eran los más jóvenes, y aunque se llevaban bien con todos, ellos eran mejores amigos desde la infancia, haciendo que Rubble fuera el único que sabía que Marshall estaba enamorado de Skye, ya que él sabía cómo ayudarlo con ella.
Por otro lado, Marshall pensó en su familia. Él vivía con su hermana mayor Lucy y su hermana pequeña Majo, haciendo que fuera el único chico. Ellos no vivían con sus padres desde que murieron en un accidente de coche cuando tenía 12 años, dejando a Lucy a cargo de ellos dos con solo 16 años de edad y una herencia. Aún así, habían conseguido salir adelante, ya que en el verano Lucy y él trabajaban, para poder así ayudar a mantenerse el resto del año. Lucy tenía 21 años y estaba en su último año de universidad y Majo tenía 14, con lo que ella estaba en 3°ESO. Su familia, como decían muchos, era rara, pero a él no le importaba, aunque preferiría no estar discutiendo todo el rato, pero eso es lo que pasaba entre ellos, y no lo podían evitar, aunque se quisieran mucho.
La verdad, pensó Marshall, es que la familia de Rubble era perfecta comparada a la suya, pero no sé quejó, porque sabía que ellos también
habían sufrido mucho, ya que a Mary, la madre de Rubble, hacía unos años le habían detectado cáncer de pulmón, y aunque lo había superado positivamente, Rubble estuvo destrozado durante mucho tiempo

Después de esa reflexión, apareció Rubble delante suya, dando a entender que ya estaba listo para ir a ayudar a Skye