Tyler no recuerda nada de su vida antes del accidente.
El doctor dijo que la contusión que sufrió fue mucho más grave de lo que parece, su memoria puede volver en unos meses o quizá nunca lo haga.
Lo único que sabe sobre sí mismo es lo que Desmond le ha dicho: que antes vivían en Toronto, que es alérgico a las frambuesas, que no tiene mucho contacto con su familia y que no tiene amigos porque es una persona muy solitaria.
Cada mañana se levantaba con una sensación de vacío en las entrañas que le atribuyó a la angustia de tener la mente en blanco pero conforme más pasaban los días e intentaba retomar su vida normal la sensación empeoraba, estaba intranquilo a cada segundo.
Tyler...
¿Dónde estaban todas las fotos de cuando vivían en Toronto? No había visto ni una en todas las cajas de mudanza
Tyler...
¿Por qué ni siquiera su nombre se sentía como suyo?
—Tyler, querido.
El omega se giró rápidamente para mirar a Desmond de pie en la puerta de la cocina con el ceño fruncido.
—¿Hum? ¿Qué pasa? —No había notado que había estado acariciando la marca de enlace en su cuello todo ese tiempo.
Se supone que esa era su conexión con Desmond pero... no...
—La comida se quema.
—Oh, Diosa.
Sacó el sartén del fuego, demaciado tarde para los panqueques carbonizados. Liberó un hondo suspiro mientras tiraba todo a la basura.
¿Por qué no podía librarse de esos pensamientos? ¿Sería así hasta que pudiera recordar algo por fin?
—Lo-lo siento yo... haré otra cosa —Murmuró cuando sintió al alfa a unos pasos de su espalda.
—No te preocupes, compraré algo de camino a la construcción —La mano de Desmond se posó en la de Tyler y él no pudo evitar sobresaltarse. No esperaba tenerlo tan cerca.
El propio tacto de su esposo... se sentía como el de un extraño. Incluso su aroma a leños le era desconocido.
Aparentemente Desmond y él se conocen desde la universidad y han estado casados por seis años. Tyler cierra los ojos y se concentra, intenta recordar sus citas, sus besos... la boda. Pero es como pasar páginas de un libro en blanco.
—Yo... solo quería demostrarte que puedo hacer las cosas por mi mismo. No es necesario que contrates a alguien para vigilarme.
—¿Vigilarte? —Desmond negó con la cabeza —Daryl está aquí para cuidarte y asegurarse que tomes tus medicamentos.
—Pero...
—Sin peros —El alfa lo tomó de la barbilla y sus ojos azules le atravesaron el rostro —Anda, es hora de tomar tu medicamento.
Tyler miró a su esposo sacando el frasco de su abrigo, sacudió un par de pequeñas píldoras blancas en su mano y las extendió hacía él.
Desmond no le apartó los ojos de encima hasta verlo tragar ambas con un vaso de agua. Sonrió, complacido y le dió un beso de despedida que dejó a Tyler con los labios fríos.
Cuando vió a su esposo salir se tuvo que resignar a pasar otro día encerrado en ese departamento. El alfa decía que era lo mejor, que así iba a saber que estaba a salvo.
Desmond era demaciado protector...
•
Tyler pasaba los días buscando algo para entretenerse. Daryl casi siempre estaba cerca pero nunca hablaba si no era necesario, se limitaba a vigilarlo.
ESTÁS LEYENDO
¿Eres Mío?
Hombres Lobo*Mujer alfa/Hombre omega *Misterio. *Usurpación de lugar(?) *Historia corta. Ilán es el omega de Rea. Después de 4 años de matrimonio y dos cachorros ella lo conoce perfectamente... Por eso siente que desde hace un par de meses su querido omega...