Una Dimensión Alterna

20

Seguía acostado en su cama mirando detenidamente un punto fijo en el techo de la habitación donde dormía, sus pensamientos iban y venían de tantas direcciones que cada vez le era más confuso entender lo que pasaba.

¿En verdad nunca se amaron? ¿Lo dicho por sus padres era verdad? No tenía ninguna manera de comprobarlo, no es como si tuviera la opción de ir al pasado y poder observar si aquellos hechos relatados por sus padres eran ciertos.

- Tía ¿Cómo eran mis padres de jóvenes? - pregunto derrepente al saber que al otro lado de la puerta se encontraba Hanabi preocupada por el comportamiento de su sobrino.

- Escuché de los guardias que Sasuke-san llegaría hoy, si buscas a alguien que te hablé con sinceridad deberías buscarlo - sugirió Hanabi preguntandose por qué su primo Neji le había dicho que contestara eso en caso de que el menor preguntará.

- Gracias... - respondió en un tono vacío.

Siguió observando el techo unos cuantos minutos más hasta que finalmente se decidió, se puso de pie y salió de su habitación notando que su Tía se había ido del lugar probablemente a realizar algún tema relacionado con el Clan. Salió del complejo Hyuga y camino por las calles principales en busca de aquel hombre que su padre llamaba mejor amigo.

Busco por casi una hora sin tener éxito hasta que el hambre se hizo presente en su estómago y estando frente al puesto de Ichiraku simplemente se encogió de hombros adentrándose al lugar, no era fanático del Ramen pero tampoco lo odiaba, tomo asiento en una de las mesas del fondo donde solo se encontraba una pareja, pidió un Ramen y al poco tiempo se lo entregaron.

- Aquí tiene Uchiha-san - se escucho en una de las mesas cerca de él.

- Agradece baka - regaño una voz femenina que al rubio se le hacía conocida.

- Se lo agradezco, ¿Podría traernos un último plato de Ramen más? - se escucho la sería y fría voz de él último Uchiha.

- Enseguida - respondió con una pequeña risa la mesera antes de irse.

Él miro a dónde se escucharon las voces y se sorprendió al no haber notado que a pocos metros se encontraba Sasuke acompañando de una persona que estaba oculta debajo de una capucha roja.

- ¿Sasuke-san? - rápidamente pregunto dejando su comida de lado y acercándose a la mesa del mayor.

- Boruto Uzumaki - respondió algo confundido Sasuke al no haber sentido la presencia del adolescente.

- ¿Uzumaki? (risa) Yo diría que sería Hyuga - menciono la "mujer" que acompañaba al hombre usando un tono irónico.

- ¿Por qué no te sientas con nosotros? - opino Sasuke sabía que aquel tono de su acompañante debía tener un motivo y era justo que el adolescente lo supiera.

Demasiado confundido y ya hartó de pelear con todo el mundo simplemente asintió y llevo su plato de comida a la mesa de los adultos que aparentemente tenían mucho que decir.

- ¿Por qué? ¿Por qué soy un Hyuga? Mi padre es del clan Uzumaki y... - comenzó a preguntar confundido y algo desesperado, todo era demasiado complicado.

- Alto - sentenció la mujer con voz sería.

- Eres un Uzumaki ¿Cierto? Debes saber cuáles son las reglas y sus consecuencias - comento la mujer y adolescente solo realizó una mueca, más cosas de las que no sabía fue lo que pensó.

- El clan Uzumaki se rige con amor, es fuerte, tenaz, valiente, inflexible y armonioso, hay algo que se llama el lazo del destino, dos almas están destinadas a estar juntas el hilo no puede romperse, algunas veces llegará a tensarse, en otras se enredara pero es un vínculo que existirá eternamente entre esas dos almas - menciono la mujer.